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Marcha atrás: fluctuaciones en el transporte interurbano

Los usuarios denuncian una notable disminución en la calidad del servicio.

Los usuarios denuncian una notable disminución en la calidad del servicio. Desde el gobierno, apuntan al impacto del recorte de subsidios y al aumento del combustible. En los próximos meses, el valor del boleto se incrementará un 30,28%.

En la terminal de Río Ceballos, los usuarios suelen esperar más de una hora la llegada del colectivo.

Viajar a Córdoba para trabajar o estudiar se vuelve cada día un desafío para los usuarios que dependen del transporte interurbano en Sierras Chicas. La disminución de las frecuencias, los cambios de recorrido y la incomodidad de ir parados, son algunas de las múltiples variables que entorpecen el uso de este servicio público y han derivado en un considerable aumento de los reclamos de los pasajeros en los últimos meses.

En este sentido, la mayoría de los usuarios consultados por El Milenio hizo hincapié en las significativas demoras que tienen que enfrentar para poder abordar el colectivo. Noel, estudiante y vecino de Río Ceballos, contó que incluso llegó a esperar dos horas y media en la parada. “Pasaban todos tan llenos, que ninguno me alzaba”, explicó.

Debido a la disminución de la frecuencia en el paso de los coches, la cantidad de pasajeros que se acumula supera frecuentemente la capacidad de los colectivos. Un empleado de grupo Fono Bus, una de las empresas prestatarias del servicio, explicó a este medio que la reducción de unidades obedece a razones económicas y tiene que ver con la necesidad de llenar los coches. “Antes, al pasar seguido, por ahí se transportaban quince personas por viaje y no convenía”, señaló el trabajador.

De esta forma, no sólo se llenan las unidades, sino que a menudo se excede la cantidad de pasajeros de pie permitida por las normativas vigentes. Sandra, estudiante de Economía, comentó: “En hora pico, viajás tratando de no caerte y haciendo malabares cada vez que una persona tiene que llegar hasta la puerta de descenso para bajarse”.

“Las condiciones son malas y peligrosas, tenés casi la misma cantidad de personas paradas que sentadas, vamos todos apretados y agarrados de cualquier lado, no dejan abrir ventanas y el aire se envicia un montón. Cuando el colectivero acelera, nos caemos todos”, agregó Valentina, estudiante de Odontología.

Frente a este panorama, los choferes, al ser consultados, suelen responder que “se quedó el anterior” o “hay demora”, pero algunos reconocen la situación y apuntan que “hay que amoldarse a los cambios”.

En el tramo Salsipuedes – Córdoba y Río Ceballos – Córdoba por Aeropuerto, uno de los más afectados, se dispuso que el Boleto Educativo Gratuito (BEG) funcione indistintamente entre las prestatarias, como medida paliativa para el conflicto. Sin embargo, el acatamiento fue disparejo. Así, por ejemplo, la empresa Ersa sólo recibe el Boleto Educativo de los usuarios de Fono Bus por las noches, mientras que Fono Bus acepta a los pasajeros con BEG de ambas empresas durante toda la jornada.

Para los usuarios, estas medidas no alcanzan a compensar los inconvenientes que enfrentan a diario. Karem, vecina de Río Ceballos, manifestó: “Que no pasen a horario, para los que somos del interior, es un calvario, tanto para el que trabaja, como para el que va a la facultad. Salís una o dos horas antes de tu casa para poder llegar a tiempo y dependés de que ellos hagan bien su trabajo, cuando eso no debería ser una preocupación”.

Retroceder, en vez de avanzar

“La crisis del transporte es una crisis sistémica y estamos administrando como podemos”. Gabriel Bermúdez, Secretario de Transporte.

Gabriel Bermúdez, Secretario de Transporte de la Provincia de Córdoba, explicó que las modificaciones se establecieron a raíz de la quita de subsidios nacionales y del aumento del precio del combustible, que pasó de costar $10.30 a casi $40 el litro en los últimos años.

Además, remarcó que los cambios de frecuencia se aplican en aquellos horarios no considerados “pico”, ya que, en horas de gran demanda, se restituyeron las unidades que habían sido retiradas de servicio el año pasado. “No hay una generalización en la disminución, sólo orilla el 20% en algunos casos solicitados por las empresas”, apuntó Bermúdez.

“No se puede sustentar un transporte que no tenga una ocupación porcentual por unidad mucho más alta que la que, de hecho, tenían muchos buses de Sierras Chicas en la anterior metodología de trabajo”, declaró el funcionario y añadió: “Es caro el costo por kilómetro, es cara la mano de obra, es caro el combustible. Entonces, lo que se trata de hacer, es generar servicios que lleven mayor cantidad de pasajeros en los horarios que pasan”.

En este contexto, vale señalar que son varias las empresas de transporte que actualmente atraviesan estados económicamente delicados. Como indicó el Secretario de Transporte, Ersa se encuentra en concurso preventivo de acreedores, mientras que Fono Bus está en procedimiento preventivo de crisis, situaciones “muy graves”, relacionadas con que “todos los meses les entra menos plata de la que les sale”.

Bermúdez reconoció el aumento de reclamos por parte de la ciudadanía e indicó que es comprensible que a los usuarios les molesten los cambios, sobretodo “porque es un retroceso luego de un gran avance”. “La gente está acostumbrada a un servicio que tenía otra calidad, pero la realidad de hoy hace tomar estas medidas. Para nosotros no es nada agradable, pero también tenemos que pensar que, si no lo hacemos, vamos a tener más empresas en situación de crisis”, explicó.

Reclamos en aumento

Viajar parados es un problema constante para los vecinos de Sierras Chicas.

Por su parte, desde el Ente Regulador de Servicios Públicos (ERSeP) comentaron que “se ha notado un gran incremento de reclamos en los últimos meses por la reducción de frecuencias” y que, si bien es difícil cuantificar las solicitudes, se receptan, “dándoles trámite administrativo y elevándolas a la autoridad de aplicación”.

Esta es la información con la que cuenta la Secretaría de Transporte para tomar las medidas correctivas correspondientes sobre cada asunto. Sin embargo, Gabriel Bermúdez señaló que, a pesar de estos inconvenientes, hay un “estándar de servicio aceptable que se cumple, lo que no significa que funcione igual que el sistema anterior”.

En este sentido, la realidad socioeconómica es fundamental para explicar el trasfondo de la problemática. La falta de subsidios y el aumento del precio del combustible no son las únicas variables a tener en cuenta. La actividad económica y los ingresos también han bajado considerablemente y una consecuencia directa es la caída de pasajeros en el servicio interurbano.

“Tenemos que esperar que cambie la situación macroeconómica, porque también a eso se debe la caída de viajes reales, más allá de los beneficios en transporte que nosotros otorgamos en el gobierno, que son los programas sociales como el BEG, el BOS, etc. Existe una situación de fondo, que es la situación económica del país, que hace que, al haber menos actividad económica, la gente demande menos viajes”, explicó Bermúdez.

Respecto a las condiciones de viaje, el funcionario aclaró que la cantidad de usuarios que pueden viajar de pie está establecida por ley y corresponde al 50% de asientos. Asimismo, afirmó que desde la Secretaría de Transporte testean constantemente el cumplimiento de las normas mediante un programa online y que son “muy estrictos”.

“Consideramos coyunturalmente aceptable la gente que viaja parada actualmente. No es aceptable en general, porque siempre tratamos de brindar un servicio de calidad y por supuesto que sería mucho mejor que todas las personas viajen sentadas, pero gestionamos dentro de las posibilidades”, subrayó.

Ante la consulta por los cambios de recorrido sin previo aviso que realizan algunas empresas (principalmente Intercórdoba y Sarmiento), Bermúdez aclaró que hay servicios regulares tanto por Av. Colón como por José de Calasanz y Bv. San Juan, lo cual debería estar especificado en el cartel de cada unidad. Y señaló que, en caso de que esto no se cumpla, “la Secretaría de Transporte se compromete a subsanarlo”.

Por último, el secretario reflexionó sobre el futuro que se avizora para este año, insistiendo en que el transporte se encuentra “atado a la realidad del país”. “Tenemos que estabilizar la situación para que haya alguna solución de fondo, pero excede nuestra jurisdicción, porque la crisis del transporte es una crisis sistémica. Estamos administrando como podemos, no es lo que deseamos, sino lo que podemos”, concluyó Bermúdez.

Alternativas desde la solidaridad

Imagen Gentileza Radio Turismo.

Ante la falta de soluciones, los vecinos de Salsipuedes impulsaron una novedosa iniciativa para paliar la problemática del transporte. El “carpooling” es un sistema en el cual varias personas comparten un vehículo para llegar a un destino, en este caso, Córdoba. Esta modalidad ya es tendencia mundial, sobre todo en grandes ciudades, donde se aplica con el fin de optimizar el uso del auto, reducir el tránsito y cuidar el ambiente.

“La idea surgió por un comentario respecto a las deficiencias del transporte, me contacté con quién lo hizo y le propuse hacer un grupo en Facebook, que luego siguió por WhatsApp”, comentó Fernando Centioni, uno de los propulsores del proyecto.

Así nació “En auto a Córdoba… desde Salsipuedes”, una comunidad unida en torno a un objetivo común: poder cumplir sus compromisos y dejar de padecer el transporte público. Los interesados no dejaron de acrecentarse y actualmente son más de 800 vecinos los que participan.

El funcionamiento es sencillo: las personas con auto o que están a pie mandan al grupo un mensaje con un ícono que los identifica. Luego, se especifica el horario en que sale cada auto, desde dónde y la cantidad de lugares disponibles. A partir de ahí, los interesados se contactan por privado, “para no congestionar al grupo”. Para cada viaje, se aporta aproximadamente $50 de modo colaborativo. 

La repercusión de esta propuesta fue tal que se expandió a Río Ceballos, Villa Allende y Agua de Oro, entre otros, existiendo más de tres grupos para coordinar traslados. “Somos todos vecinos, eso le da un marco de seguridad o tranquilidad”, indicó Fernando, aunque añadió que, con el paso de los meses, fueron implementando normas, como que los autos disponibles estén asegurados.

Para mejorar la organización, Centioni señaló que ya están en tratativas de armar un padrón con los vehículos que participan, tomando datos como la patente y el color. Y, próximamente, se viene la aplicación para gestionar la progresiva demanda. La herramienta incluiría un mapa para seguir el recorrido de cada auto y así brindar mayor seguridad y confianza a los participantes.

Panorama del día a día

“No puede ser que estemos una hora esperando un colectivo y encima viajemos parados, es algo que no me entra en la cabeza”. Noel, estudiante y vecino de Río Ceballos.

Las dificultades que atraviesa el sector transporte están a la vista. Según contó un empleado de Fono Bus que no quiso revelar su identidad, la quita de subsidios llevó al despido de “alrededor de 70 choferes”, información que El Milenio intentó confirmar con la empresa en cuestión, aunque los reiterados intentos de comunicación quedaron sin respuesta.

Mientras tanto, las quejas de los usuarios se incrementan. “Lo peor es que en las boleterías te venden los pasajes como si los colectivos pasaran cada 15 minutos y terminás esperando más de una hora”, comentó Carina, vecina de Río Ceballos que viaja todas las semanas a trabajar.

A reclamos como este se suman aquellos vinculados con el precio del boleto, que pronto aumentará por segunda vez en el año. “No puede ser que te cobren $80 por viajar parado”, manifestó Valentina, de Río Ceballos, mientras otra vecina, Sandra, añadió: “Cada vez que pregunto por qué la demora, te contestan como si te estuvieran haciendo un favor, cuando estás pagando por el servicio, que por cierto está bastante caro. Más allá de que la culpa no es del chofer, porque él sólo cumple órdenes de la empresa, deberían hacerse cargo de que su servicio está cada vez peor”.

Lucía, estudiante de la UNC, recalcó que, si bien los colectivos “están lindos y cuidados”, en cada viaje se sobrepasa ampliamente el número de personas paradas. Esto, a su vez, provoca que muchos usuarios deban dirigirse a otras paradas, caminando varias cuadras, para conseguir asiento y comodidad.

Por el momento, la perspectiva no es alentadora y no se ven salidas a corto plazo. De la paciencia de los usuarios y las estrategias que desarrollen los actores implicados para afrontar la crisis dependerá el futuro del transporte interurbano en Sierras Chicas.


Doble aumento

Durante la semana pasada, se conoció una nueva suba del precio del boleto, que se incrementará un 30,28% en los próximos meses. Se trata del segundo aumento en lo que va del año, ya que ERSeP había autorizado uno del 15,25% en marzo, acumulando así una suba total de 50,15% con respecto al valor del año pasado.

Según señaló el gobierno provincial, se pedirá que el aumento se desdoble en dos partes, junio y julio, pero ya comenzaría a impactar en los boletos de este mes. “Estamos tratando de profundizar el subsidio por demanda. Lo que viene es estatizar al usuario para que tenga un resguardo a través del Estado que le ayude a paliar el costo de los pasajes”, señaló Gabriel Bermúdez, Secretario de Transporte, a La Voz del Interior.