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Cambio de paradigma: toallitas ecológicas

Dos vecinas de la región impulsan un emprendimiento novedoso para dejar atrás los desechos que genera la higiene femenina industrial.

Dos vecinas de la región impulsan un emprendimiento novedoso para dejar atrás los desechos que genera la higiene femenina industrial. Tamia Schneider, una de las propulsoras de la iniciativa, habló con El Milenio sobre el proyecto de las toallitas reutilizables.

Tamia Schneider y Claudia Tarantino son las responsables del proyecto “Mandrágora: Toallitas ecológicas”.

Los protectores íntimos industriales, la primera elección de muchas mujeres a la hora de transitar el período menstrual, han sido muy cuestionados en los últimos años, tanto por las contraindicaciones que pueden implicar para la salud femenina, como por los efectos negativos que acarrean para el ambiente.

La elaboración de estos productos incluye elementos derivados del plástico, así como geles, pegamentos y aromatizantes que convierten a las toallitas un riesgo constante para la salud femenina. Entre las mayores molestias que provocan se encuentran alergias, irritaciones, lastimaduras e incluso ronchas.

Además, esta combinación de materiales aumenta la temperatura y la humedad de la zona genital, creando un ambiente favorable para el desarrollo de hongos, bacterias y otros tipos de microorganismos patógenos. Así, su uso prolongado puede derivar en las conocidas infecciones vaginales o urinarias que gran cantidad de mujeres padecen a lo largo de sus vidas, siendo el riesgo es aún mayor cuando se trata de tampones.

Otra problemática asociada al uso de estos productos de higiene desechables tiene que ver con el impacto ambiental que implican. Se estima que cada mujer usa, en promedio, 11 mil toallitas o tampones a lo largo de su vida, los cuales tardan 500 años en degradarse.

Ante esta situación, Tamia Schneider y Claudia Tarantino, decidieron empezar con el proyecto “Mandrágora, Toallitas Ecológicas”, hace aproximadamente dos años. Las toallitas ecológicas son compresas reutilizables fabricadas con diversos tipos de tela que, con simplemente lavarlas, pueden utilizarse durante numerosos periodos menstruales.

“Estas toallitas tienen que ver con un cambio de paradigma. No es lo mismo que usar las descartables, que uno piensa que son más cómodas. Lo cierto es que una vez que agarrás el ritmo de lavar las ecológicas, es muy distinto y mucho más práctico”, aseguró Tamia Schneider, vecina de Unquillo.

La producción

Cada toallita se compone de tela pull, repelente e impermeable. Las capas interiores son absorbentes y la capa superior utiliza otro tipo de telas que se mantienen secas en contacto con la piel, evitando así problemas de irritación, humedad, etc.

Mientras que la materia prima es proporcionada por Schneider, Tarantino se dedica fundamentalmente a la costura. En este sentido, Tamia comentó: “Se me ocurrió esta idea de las toallitas ecológicas y me encontré con ella que también lo había pensado, congeniamos y decidimos encarar el proyecto juntas. Yo tenía los materiales y ella los equipos y recursos para coser, así que lo hicimos”.

El proceso de fabricación inicia con un molde en papel que posteriormente se traslada a las telas, luego se corta y se comienzan a coser los distintos lienzos hasta conseguir el producto final. Los diseños disponibles hasta el momento son dos: el clásico, para bombachas tipo vedettina, y otro más angosto, para las tangas.

Schneider aseguró que el sistema de producción está aprobado dermatológicamente y no implica ningún tipo de riesgos para la salud. Si bien cada marca tiene sus particularidades, el método de producción utilizado es el mismo y posee aval científico.

Finalmente, la última etapa del proceso de producción es la venta. Para ello, las emprendedoras toman pedidos a través de su página de Facebook “Mandrágora Toallitas Ecológicas” y, a su vez, todos los sábados por la mañana ofrecen sus productos en la Feria Agroecológica de Río Ceballos.

Asimismo, Schneider destacó la importancia del “boca en boca” para la difusión de este proyecto y afirmó que es “la mejor publicidad”. “Incluso algunas mujeres han cambiado marcas conocidas por nuestro producto y están contentísimas, así que tenemos que seguir publicitando, aunque está complicado el panorama hoy en día para los emprendimientos”, comentó Schneider.

Beneficios distintivos

La irrupción en el mercado de este producto ecológico viene de la mano de una serie de características más que beneficiosas. Entre ellas, se distingue el ahorro económico. Aunque un pack de toallitas reutilizables cuesta alrededor de 600 pesos (mientras un pack de protectores descartables ronda los 150), se debe tener en cuenta que su vida útil se extiende hasta cuatro años.

“Mientras más toallitas tengamos, más nos van a durar y más cómodo es el proceso de uso”, apuntó Schneider y agregó: “A las chicas les encantan porque son más suaves e hipo alergénicas y tienen muchísimos beneficios”.

Por otra parte, al ser funcionales durante ciclos prolongados, no generan residuos sólidos, a diferencia de las desechables que constantemente afectan al medioambiente. A su vez, no contienen ningún tipo de químico, lo cual favorece tanto al ecosistema como a la salud.

En este sentido, Tamia indicó que hay numerosos estudios que dan cuenta sobre la cantidad de residuos tóxicos que generan los productos tradicionales y que “el cuidado de la tierra en la cual vivimos es lo más importante”.

Por último, a diferencia de lo que muchos podrían pensar, lavar las toallitas es lo de menos. Lo recomendable es sencillamente dejarlas en remojo con agua fría, para que la sangre se elimine mejor. Luego se deben frotar con jabón neutro, evitando los suavizantes o blanqueadores. Al finalizar, conviene dejar secar las toallitas al aire libre y, a continuación, guardarlas en una bolsa impermeable.

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