El Milenio

Noticias de Sierras Chicas

Agustina Merro de Fruto de Dragón: “Me interesa indagar en las múltiples formas de habitar poéticamente los espacios”

Agustina Merro es una joven licenciada en Letras y vecina de Sierras Chicas que recientemente lanzó su sello editorial “Fruto de Dragón”, un emprendimiento que busca mezclar sus dos pasiones: la literatura y los viajes. La flamante editora afirma que busca encarar la temática de los viajes desde un punto de vista más personal y no tanto turístico; “qué les pasa a las personas en los diferentes territorios y también qué tienen para decirnos los lugares”, manifestó. FOTO: Laura Ospital

Sierras Chicas es reconocida por ser cuna de artistas y emprendedores de toda índole; cantantes, dibujantes, muralistas, actores y actrices y un largo etcétera comenzaron a trazar sus sueños en estas tierras. Sueños que pudieron comenzar como una idea en un salón de Villa Allende, Saldán o de Mendiolaza, y que solo las ganas y la motivación de sus protagonistas podrán definir hasta dónde llegarán.

Tal es el caso de la nueva editorial “Fruto de Dragón”, que en plena pandemia se anima a comenzar el sueño de publicar novelas, fanzines y diversos proyectos literarios basados en los trabajos de noveles o veteranos escritores.

Agustina Merro, joven vecina de Mendiolaza y licenciada en Letras Modernas por la Universidad Nacional de Córdoba, es la cabeza principal de este emprendimiento editorial que busca hacerse un lugar en el corazón de los amantes de los libros y los viajes.

Los viajes son temas que siempre me apasionaron y me atraviesan”, comienza explicando Agustina a El Milenio. “El tema del vínculo entre literatura y ciudades es algo que me ha interesado a lo largo de mis estudios y de mi vida, además en el ámbito laboral hace muchos años que trabajo para diferentes editoriales, pequeñas, medianas, grandes, universitarias, independientes y de diversa índole”, comentó la editora que a fines de octubre sacó al mercado “El pájaro detrás del pájaro”, de la escritora Melina Alzogaray.

Lo que aprendimos de los viajes


Según explicó Agustina, el objetivo de “Fruto de Dragón” es darle prioridad a las obras que tengan como temática en común los viajes y lo que se puede aprender conociendo otras culturas.

Me interesa una mirada subjetiva sobre los viajes y sobre las ciudades, es decir, no busco una mirada objetiva, más ligada tal vez a una forma turística de viajar, sino que me interesa indagar en las múltiples formas de habitar poéticamente los espacios”, expresó la licenciada en Letras.

Qué nos pasa cuando viajamos, cuando habitamos una ciudad, cuando vamos a una ciudad que no conocemos, o qué nos pasa en nuestra propia ciudad, qué les pasa a las personas en los diferentes territorios y también qué tienen para decirnos los lugares”, sintetizó la entrevistada, quien también menciona que su editorial tiene las puertas abiertas a las diferentes formas que existen de plasmar estas experiencias en papel, no limitándose a los libros propiamente dichos. “Pueden ser libros, pero también tengo pensado algunas publicaciones de índole artesanal, como fanzines o impresiones de mapas en serigrafía; y en cuanto a los géneros, las publicaciones sobre viajes, territorios y ciudades pueden ser novelas, crónicas, ensayos, historietas… me interesa abarcar diferentes formatos y diferentes géneros



Animarse en plena pandemia

Un dato interesante sobre “Fruto de Dragón” es que al tratarse de un emprendimiento personal de Agustina, ella está muy pendiente de todas y cada una de las etapas que conllevan sacar adelante un proyecto editorial: charlas con los escritores, realizar correcciones, elegir tipografías, gestionar con las imprentas y un largo etcétera. Trabajo que no le resulta pesado y que al contrario disfruta, al considerar el vínculo que se va formando con cada una de las personas que ayudan a que el proyecto salga a flote.

Me gusta pensar que cada libro es un equipo: está el autor o la autora que viene con una idea, está el diseñador o la diseñadora que a partir de una idea logra plasmar en una propuesta gráfica lo que otro intenta transmitir con palabras, a veces también intervienen otras personas a quienes se convoca, por ejemplo, en el caso de este primer libro, Elisa Gagliano escribió un prólogo que realmente funciona como una puerta de entrada poética al libro”, sostuvo Agustina.

Con respecto a la pandemia que vino a cambiar las reglas de cómo deben ser los viajes de ahora en adelante, la editora sostuvo que anhela que todo esto no resulte en una forma de viajar “ligada a la experiencia del miedo o la aprehensión hacia las cosas y hacia las personas”, sino un aprendizaje más, que nos permita comprender la necesidad de acercarse a los demás y aprender de las nuevas experiencias.

Desearía todo lo contrario, que se refuerce una manera de viajar desde la proximidad, el contacto con los otros, con el cariño, la paciencia y la escucha… creo que son todos estos elementos que permiten la transformación en el viaje, que me parece que es la forma de viajar que vale la pena”, sostuvo Agustina. “Si no estamos dispuestos a mutar de alguna manera, el viaje se convierte en algo superficial y efímero… a mí me interesa una forma de viajar en la que se habilite el contacto con otras formas de vida, otras formas de pensar el mundo”.

Sobre “El pájaro detrás del pájaro”, su primer trabajo editorial


Agustina Merro, licenciada en Letras recibida en la UNC y con amplia experiencia en el mundo literario, junto a «El Pájaro detrás del pájaro», el primer trabajo de su nuevo sello editorial. FOTO: Laura Ospital

Mensajes de texto, poemas, collages, fotos y varios borradores fueron dando forma a este primer proyecto literario basado en los viajes que realizó Melina Alzogaray en 2019 por ciudades tan distantes como Bangkok, Chiang Mai o Estambul. Las experiencias que la autora vivió en cada una de estas paradas la inspiraron a escribir.

Teníamos los textos que habían sido enviados vía WhatsApp por Meli, teníamos sus dibujos, teníamos algunas fotos Polaroid y teníamos algunos collages que ella iba haciendo con algunos materiales gráficos recolectados en los diferentes lugares”, expresó la editora sobre todo el material que tenía a su disposición para darle formato de obra impresa.

La primera decisión fue respetar el formato original del texto que fue enviado por WhatsApp, el cual era como una especie de escritura en verso”, cuenta la editora. “Respecto del material gráfico (dibujos, fotos y collages), decidimos quedarnos con los dibujos. Hubo un proceso de selección de ilustraciones a incluir, y de los collages decidimos quedarnos con uno, que es el que está en la tapa”.

Según comentó Agustina, la obra publicada cuenta con varios detalles que la vuelven especial, como fotografías del viaje sueltas entre las páginas, diferentes para cada ejemplar, lo que permite “intercambiarlas, coleccionarlas o colgarlas”.

Al tratarse del primer libro de un proyecto editorial, no solo había que diseñar la propuesta estética del libro en sí, sino que había que diseñar una propuesta de colección”, explicó con mucho orgullo la flamante editora de Fruto de Dragón.

El libro puede adquirirse en Fábrica de Plantas, un vivero y espacio cultural ubicado en Av. Martín Tissera de la ciudad de Mendiolaza, y en “La Librería”, ubicada en Juan A. Lavalleja 35, Córdoba.