- Colaboración: Guadalupe Lovey y Carola Fazio (4to IENM). Lola Sánchez y Joaquín Lencina (4to IMVA).
Con 16 años, vecina de Unquillo y artista en formación, Sol González siente que nació para movilizar a la gente con su música. Aunque sus comienzos en el hip hop se dieron a través de la danza, fue yendo a las competencias de freestyle (un ámbito que ni la pandemia pudo frenar) que terminó introduciéndose en el universo del rap.
Para ella, la oportunidad de conocer de primera mano este mundillo se dio en un entorno muy cercano. Fue en la explanada municipal de Unquillo, donde cada fin de semana los jóvenes se juntaban a protestar de una forma distinta a la habitual, que Sol decidió tirar sus primeras barras sobre un beat.
“El rap es un género que habla de las condiciones sociales, ambientales, políticas y económicas. Puede tocar diversos temas de una forma que te llega muy profundo”, explicó Sol en una entrevista con El Milenio. “Quiero moverme todo lo que pueda y movilizar a la gente como a mí me movilizaron las competencias de freestyle (improvisación)”, afirmó la joven y agregó: “Ir a las batallas te construye mucho como artista”.
“Quiero formar parte de este movimiento urbano y movilizar a la gente con la música. Es mi forma de poner un granito de arena para seguir deconstruyendo esas ideologías que tenemos todavía”
Sol González
Desafortunadamente, no todo son rosas, y las críticas no tardaron en llegar. “No me molestó, pero sí me han cuestionado. ‘¿Dónde te crees que vas a llegar siendo de Unquillo?’, me dijeron. Ya por ser mujer se desvaloriza tu trabajo como artista y sobre todo al ser de Sierras Chicas”, contó la freestyler.
Sin embargo, Sol no deja que estos comentarios la desanimen, mientras da sus primeros pasos en eventos locales. En febrero participó de un encuentro en Cabana, junto a una murga unquillense, y ese mismo día también se presentó en el festival Cultura Inquieta, organizado por el Área Juventudes de Río Ceballos.
En esta última presentación, la artista vivió un momento especial. “Bajando del escenario, unos chicos se me acercaron a pedirme fotos, con las manos temblorosas, realmente me llegó mucho. Además, unas chicas me invitaron a participar de un proyecto y grabar con ellas en un estudio. Aunque sean pequeñas, realmente son cosas muy importantes para mí”, destacó.


El rap en las plazas
Hace diez años, en la Ciudad de Buenos Aires empezaba a correr el rumor sobre un nuevo movimiento: El Quinto Escalón. Sucedía en el barrio de Caballito, donde personalidades de diversas edades se juntaban en los cinco escalones de la escalinata de ingreso al Parque Rivadavia para rapear, improvisando sobre una pista, batallando y relatando acontecimientos cotidianos y sociales.

Algo similar comenzó a ocurrir en otros puntos del país, con cada vez más jóvenes reuniéndose en lugares públicos para batallar. De esta manera, comenzó a crecer el freestyle en Argentina, implantándose en la cultura de toda una generación. Mientras tanto, El Quinto Escalón se viralizó en internet y cruzó fronteras, posicionándose durante años como uno de los encuentros más importantes del ambiente.
A nivel local, Sol protagoniza este género que cobró fama a nivel nacional entre 2017 y 2018, destacando a artistas urbanos como Wos, Duki, Trueno y Paulo Londra, entro otros. “Yo empecé viendo a Sara Socas, freestyler de Madrid. Eso me impulsó a buscar en YouTube ´batallas de rap´ y luego descubrir que se hacían en Unquillo”, recordó la joven.
En relación al tema, la artista local se mostró muy orgullosa de este exponencial crecimiento del género y destacó que este tipo de música le ha llegado muy profundo y que muchos temas sociales han sido su fuente de inspiración al momento de rapear o de hacer canciones.
“Conozco muchos artistas que estaban escondidos en un pozo y que ahora están ahí, arriba”, comentó González, quien considera que, con esfuerzo y dedicación, se puede salir del “ser locales” y posicionarse entre los mejores. “Barto, un freestyler de Salsipuedes, está llegando a la Freestyle Master Series, batallas de rap nacionales, lo que demuestra que se puede salir del encuadre de ser local y triunfar teniendo talento”, señaló Sol.
Un hobby viral
Aunque para la unquillense, su actividad como rapera es un pasatiempo personal, busca ser reconocida y sueña con que sus letras sean cantadas por el público. “Me encanta plasmar lo que pienso, ya sea en una canción, en una poesía o en un debate”, confesó y agregó: “Quiero formar parte de ese movimiento urbano, de movilizarnos, es mi forma de manejarme en la sociedad, de poner mi granito de arena para seguir deconstruyendo estas ideologías que tenemos todavía”.
Entre sus lanzamientos musicales se encuentra “Faltan”, un tema que habla sobre los desaparecidos durante la última dictadura cívico militar. La obra vio la luz el año pasado cerca del 24 de marzo, fecha en la que se recuerda el trágico evento y a sus víctimas. La joven también cuenta con otros proyectos relacionados a días conmemorativos, como el 8 de marzo, Día de la Mujer.

La cantante considera que muchas de sus letras tratan aspectos que construyen el amor propio. Las mismas no solo se basan en vivencias propias, sino también de amigos y conocidos, o acontecimientos que ella considera relevantes transmitir.
Al momento de subirse al escenario, Sol afirmó que “es absolutamente lindo convivir con esos nervios previos a cantar para un público, porque forman parte del proceso de ser artista”, pero destacó que disfruta tanto de las puestas en escena como del trabajo de producción de alguna melodía en particular.
“El sentimiento de provocar y que la gente se identifique con lo que hago es muy lindo”, confesó. Si bien no cuenta con fechas próximas, contó que tiene en marcha proyectos de presentación en bares y restaurantes.
Por último, la freestyler habló de sus proyecciones a futuro y afirmó que “de acá a tres años” espera lograr muchos progresos. “Quiero hacerme viral y que mi música llegue a más gente”, aventuró Sol.