- Por Matías Candoli. periodico@elmilenio.info
- Colaboración: Tomás Matassini y Bruno Battan (4to IMVA). Carolina Corral y Valentino Romano (4to IENM).
Subido a su karting de competencia desde los seis años, y ya con casi 16 cumplidos, Stéfano Cagnolo tiene un gran sueño: llegar a lo más alto en el automovilismo. El mendiolacense recorrió varias competencias locales, nacionales y europeas para finalmente llegar a ser convocado para el Mundial que se realizará en diciembre.
Su amor por este deporte viene de familia: Carlos, su papá, fue piloto de karting y de Turismo Nacional. Stéfano, por su parte, empezó corriendo en Colonia Caroya y no paró de crecer. Aunque sacrificó muchas cosas para seguir compitiendo, el adolescente tiene muy claro que su presente y su futuro están en el automovilismo.
“Tuve que dejar de ir a varios cumpleaños, aniversarios y un montón de juntadas. Desde que tengo seis años viajo casi todos los fines de semana, y si no viajo, me voy a entrenar a Córdoba, y si no tengo carrera, me voy a otras. No me cambia en nada, porque me gusta mucho el deporte”, contó el joven piloto.

Correr por Europa en pandemia
Para Cagnolo, el 2021 fue un gran año. Peleó el campeonato argentino y gracias a eso fue seleccionado para la IAME World Finals, una competencia donde se clasifican los mejores pilotos de cada país. Sin embargo, no pudo correr la final, ya que eligió probarse en la FIA Academy Trophy (categoría internacional para pilotos de 12 a 14 años), un evento de tres fechas que se corrió en Alemania, Suecia e Italia en septiembre de 2021.
La experiencia proyectó a Stéfano a nivel internacional. “Fue algo muy lindo poder representar a Mendiolaza, a Córdoba y a Argentina en la Academy, que es una categoría muy difícil. Están los mejores pilotos de cada país y fue una linda experiencia haber corrido y entrar a las tres finales”, comentó el joven a El Milenio.
Entusiasmado, relató otros detalles de la competencia: “Las pistas tienen mucho agarre de los neumáticos, lo que es muy distinto a Argentina. Creo que lo más complicado fue la cantidad de pilotos, que duplican los que hay en el país, y el nivel que manejaban”.
En medio de ese panorama, el joven piloto ratificó el histórico buen nivel del karting nacional. “Argentina es de los pocos países de Sudamérica y de América que pudo ganar el campeonato del mundo Rotax y el campeonato mundial de Iame. El karting es muy bueno, sobre todo acá, en Brasil y en Uruguay”, reflexionó.
Para competir en el continente europeo, Stéfano viajó con Juan Manuel Quevedo, su mecánico, ya que no podía ir con su papá. “Estoy acostumbrado”, dijo el joven. “Normalmente en Buenos Aires, cuando mi papá no me puede llevar, me quedo con mi mecánico y estoy un montón de días con él, es uno más de la familia”, explicó.

El Milenio: ¿Podrías contarnos sobre tu experiencia en Europa?
Stéfano Cagnolo: El recorrido fue largo porque tuvimos un problema con el tema de la pandemia. No nos dejaban entrar y no era a un país específico. No podía bajar en un lugar donde no tenía carrera. Tuvimos que irnos a Alemania, tomarnos un auto e irnos a Italia el mismo día y de ahí agarrar la camioneta e irnos a Alemania de vuelta.
EM: ¿Pudiste ver otras cosas además de las carreras?
SC: No pude recorrer demasiado, nos quedamos mucho tiempo en los hoteles. Fuimos a ver lugares muy puntuales, algo de Venecia, el Duomo de Milano y un par de sitios más.
EM: ¿Cómo te ves para el mundial de karting de diciembre?
SC: Me veo bien. Tenemos que hacer la fecha del premundial que son dos semanas antes. Ahí van los mejores equipos para medirse, para saber cómo están para el mundial.


El futuro llegó…
Asumido como deportista de elite, Stéfano Cagnolo trata de profesionalizar su preparación. Desde trabajos físicos, con mucho entrenamiento, hasta apoyo psicológico, todo lo encamina hacia el crecimiento. “Laburo mucho con un psicólogo deportivo. Me sirve para tener en cuenta todo lo que puede pasar y una forma de enfrentarlo. Entonces, si me chocan en la largada o si pasa algo dentro de la carrera, yo tengo un método para resolverlo”, explicó.
Afuera de la pista también es fundamental tener todo controlado y el factor económico es uno de los más importantes. “Los sponsors te ayudan para poder mantener el karting y la vida diaria separada, porque si no, capaz que te tenés que privar de muchas cosas para correr”, confesó Stéfano. Y agregó: “Por suerte mi papá tenía las publicidades de cuando él corría, entonces pudimos lograr que sigan conmigo. Fue complicado, conseguimos ese apoyo, pero hay que trabajar bastante para sostenerlo”.

EM: ¿Cómo te ves en un futuro?
SC: Voy a hacer un año más de karting y después vamos a subir a fórmula nacional de 2.0 y ver opciones, porque el automovilismo en Argentina es una carrera de muy poca duración. Lo mejor es el Turismo Carretera y el Turismo Nacional, llegás con 20 años y ya no te queda nada más para dar. Por eso me gustaría correr en fórmula por Europa o algo así.
EM: ¿Cómo te van fichando los equipos y las marcas? ¿Se parece a lo que ocurre con los clubes de fútbol?
SC: Es parecido. Si sos muy bueno corriendo, ganás muchas carreras y hacés muchas pole position (el mejor tiempo en las clasificaciones), las marcas grandes te van a fichar, te van a formar y mantener en el equipo. Me gustaría llegar a formar parte de Ferrari o McLaren, pero es como un sueño muy a futuro.
EM: ¿Tenemos argentinos referentes en el automovilismo europeo?
SC: Hay, pero son pocos. Tenemos pilotos como Pechito López, Sacha Fernández, Franco Colapinto y Giorgio Carrara, que está corriendo en karting en Italia.
EM: ¿Estás dispuesto a irte a seguir la carrera en el viejo continente?
SC: Si, estoy dispuesto a irme. No me frena quedarme, quiero ir a correr y a cumplir mi sueño.