Colaboración: Matías Chabbal – Janice Bel (IENM)
Pese a todas estas trabas que trajo aparejada la pandemia, son cada vez más las familias que optan por afrontar las etapas finales del embarazo en la comodidad del propio hogar, debido a que se trata de un acontecimiento único y especial.
No obstante, el miedo a posibles complicaciones o desconocimiento general del tema y como proceder de forma segura, hace que muchas mujeres descarten esta idea casi al inicio de su embarazo.
La necesidad, el deseo de contrarrestar esta desinformación y ayudar a las familias a cumplir este deseo, llevó a María Florencia Izquierdo, vecina de Sierras Chicas a crear “INNE-CESAREA”, cuyo objetivo principal es acompañar a la mujer embarazada respetando sus creencias, sentimientos, valores, dignidad y autonomía durante el proceso de dar a luz dentro de la comodidad de su domicilio.
“Volver al parto respetado, lleva a sanar muchas heridas”, comienza explicando Izquierdo a El Milenio.
“Nosotros consideramos que el humano no es solamente un cuerpo, también es una cuestión emocional muy grande y que el hecho que una persona pueda llegar al momento de parir y que puede hacerlo a través del parto natural también va relacionado con la historia de vida que marca a esta persona”, expresó la joven que oficia de Project Manager de INNE-CESAREA.
“La medicina no solamente se quedó corta” comentó Florencia, quien aclaró que es importante darle a la mujer la fortaleza que muchas veces se pierde con los avances médicos que provocaron que a la hora del parto, la futura madre se alejara del acompañamiento de personas, emociones y el mismo inconsciente.
Vale aclarar que junto a Florencia, la acompaña un gran equipo de profesionales (fotógrafas, psicólogas, duolas y médicos especialistas en neonatología), donde se destaca su padre, el obstetra César Izquierdo, quien agrega que la idea del proyecto es rescatar “lo bueno de lo antiguo” para volver a utilizarlo.
Añadió que “no todo lo pasado era mejor, pero si rescatamos lo bueno podemos volver a utilizarlo y así mostrarle a los jóvenes que hay cosas aparte de lo que consumimos que nos pueden marcar en la vida”.
Finalmente también aclaran que en caso de que una mujer desee realizar un parto respetado en su hogar, siempre es necesario primero hacer todos los controles prenatales correspondientes para asegurarse de que no existan futuras complicaciones.
Tales como una pre-evaluación del médico de cabecera, de revisar su historial clínico y además revisar que no tenga ninguna enfermedad pre-existente que conlleva un riesgo.
“Siempre tenemos que recordar que existe la posibilidad que se realice el proceso de acompañamiento pero a último momento terminar en una institución médica con la seguridad que se necesite”, aclara Izquierdo.
Más allá de beneficios sanitarios y económicos

Como cuenta la entrevistada; gracias a los partos que se realizaron en los domicilios y no dentro de consultorios, es posible ahorrar en recursos médicos y sanitarios para posibles otras emergencias.
Mientras que en la parte medioambiental, se intenta que los desechos de la clínica disminuyan, buscando la forma de comprar a proveedores locales para evitar la cadena de distribución de mercadería, evitando gastos combustibles para que no solamente sea un parto respetado, sino que la empresa vaya paralela a la impronta.
Florencia también destacó que los partos respetados o también conocidos como “humanizados”, se destacan de los partos tradicionales en las clínicas en que ponen la atención en la salud emocional de la mujer que atraviesa ese momento tan crucial.
“Creemos que la medicina tradicional solamente resolverá las cuestiones más físicas, pero, al tratarse de cuestiones emocionales necesitas una tranquilidad mental, un espacio sin tanta iluminación, es decir a tener un momento sólo y más íntimo”.
Sobre los partos respetados en Argentina

Desde agosto de 2004, existe en Argentina la Ley 25.929 de Parto Respetado o también conocido como Parto Humanizado.
Esta ley promueve que todas las obras sociales regidas por leyes nacionales y las entidades de medicina prepaga debe brindar obligatoriamente determinadas prestaciones que garanticen que el trabajo de parto, el parto y el postparto sean tratadas con respeto, y de modo individual y personalizado que le garantice la intimidad durante todo el proceso asistencial.
No obstante y pese al enorme paso del tiempo desde su sanción, todavía existe un largo camino por recorrer para garantizar este derecho.
De hecho, según la opinión de varios especialistas, debido a la pandemia, la cantidad de partos respetados en la provincia de Córdoba se vieron sustancialmente disminuidos. Son varias las razones, desde la imposibilidad de traslado del equipo médico a los hogares o el simple miedo a complicaciones o contagios.
“Muchos derechos ya estaban vulnerados y con la pandemia esto se profundizó. En 2020 fue peor porque teníamos un virus que no conocíamos y al principio las instituciones no dejaban entrar al acompañante ni al parto”, explicó la especialista en parto humanizado, Natalia Villalón a La Voz del interior.
“Luego, se fue flexibilizando y ahora en 2021 ya se hicieron más controles perinatales presenciales, y el acompañante ingresa a los controles y al parto, incluso a la cesárea en muchos casos”.

Para todos aquellos que quieran conocer un poco más sobre los derechos que conlleva llevar adelante un parto respetado o como poder realizarlo en el hogar, pueden comunicarse con el equipo de INNE-CESÁREA al 351 662-9264 o por medio de su Instagram oficial.