El Milenio

Noticias de Sierras Chicas

Zapatero con estilo propio

Andrés Berzon es artesano desde los once años y hace trece que se dedica a la producción de calzado de cuero en su taller de Unquillo.

Andrés Berzon es artesano desde los once años y hace trece que se dedica a la producción de calzado de cuero en su taller de Unquillo. Sus originales diseños y la alta calidad de sus productos lo han posicionado como una de las marcas más prometedoras de la región.


Por Lucía Argüello | luciaarguello@elmilenio.info

Colaboración: Ernestina Berzon y Sofía Perrella. 4°A IENM


[dropcap]L[/dropcap]a del calzado ha sido, durante los últimos años, una de las pequeñas industrias más pujantes de Unquillo. Hoy en día, aunque la cantidad de talleres de aparado ha disminuido en cierta medida, aún hay marcas que persisten y triunfan en el mercado, como Berzon Calzados, de Andrés Berzon.

Con el sello cada vez más valorado del diseño original e independiente, Andrés fabrica calzados 100% en cuero de manera artesanal. Empezó a los once años y pasó por varios rubros de la artesanía hasta que finalmente decidió convertirse en zapatero. Hoy se define como un “emprendedor en la artesanía” y, en entrevista con El Milenio, cuenta algunos de los pormenores de su particular profesión.

El Milenio: ¿Cómo surgió la idea de empezar a hacer calzado y cómo aprendiste a hacerlo?

Andrés Berzon: Aprendí solo, arruinando pies y materiales. Al principio hacía varias cosas en cuero: sandalias, hebillas para el pelo, cintos, banquitos, etc., pero me gustó mucho el tema del calzado, así que le fui dando más importancia a eso. Y a medida que le prestaba más atención, mejor me salía, hasta que terminé haciendo exclusivamente calzado.

EM: ¿Hace cuánto te dedicas a esto?

AB: Yo siempre fui artesano, desde los once años más o menos. Antes de comenzar con el cuero hice cestería con unos amigos e incluso estuve como encargado en un taller de cerámica durante cuatro años. Con el cuero empecé hace trece años, aproximadamente. Al principio no me dedicaba únicamente a esto, sino que lo complementaba con otros trabajos en carpintería, instalaciones eléctricas, etc. A medida que iba juntando dinero, lo invertía en el taller y ahora ya hace ocho años que vivo exclusivamente del calzado.

EM: ¿Trabajás solo o tenés algún empleado o socio?

AB: A lo largo de los años he llegado a tener cuatro empleados, a uno lo tuve más de seis años incluso. Hoy en día trabajo mayormente solo y las tareas que no puedo hacer yo mismo, las he empezado a tercerizar, es decir, se las encargo a otros talleres independientes que toman trabajos de diferentes personas. También tengo un equipo de trabajo que viene de vez en cuando. Por ejemplo, en la temporada primavera/verano, cuando suben las ventas, vienen dos personas a trabajar conmigo y armamos un pequeño equipo.

EM: ¿Con qué materiales trabajas habitualmente?

AB: La capellada es completamente de cuero, que sería la materia prima principal. Después trabajo con forros de tela, gomas para las bases o refuerzos y muchos otros materiales que forman parte de la pieza final.

EM: ¿Te considerás un empresario o un artesano? ¿Por qué?

AB: Ninguna de las dos, me considero un emprendedor en la artesanía, porque tengo una visión de futuro que va más allá de la artesanía, no se queda en eso. Busco ser industrial desde muy abajo, con mucho trabajo, persistencia y programación. Creo que eso es lo que me hace un emprendedor, la persistencia y la visión de empresa si se quiere.

EM: ¿Dónde vendés tu calzado?

AB: Ahora, el 99% en la feria de artesanías del Paseo de las Artes, en Córdoba, porque a pesar de la visión empresarial, el calzado sigue siendo artesanal.

EM: ¿Qué diferencia a tu marca? ¿Qué la distingue de la competencia?

AB: Te hablaría de calidad, pero hay mucho calzado de buena calidad en otras marcas. Yo creo que un detalle simple que me caracteriza son los cordones elásticos. El mío es un calzado que no se ata ni se desata, directamente se calza. Y uso mucho cordón, muchos ojales. Aparte el diseño también se sale un poco de la línea de lo que son los calzados clásicos, es, a la vez, formal e informal.

EM: ¿Cuáles son tus principales competidores?

AB: Todos los calzados del país. Es un rubro bastante amplio y con mucha competencia. Lo que tiene el calzado Berzon es que es un calzado de mucha calidad a un costo accesible, porque soy el productor y el vendedor final, entonces todos los eslabones que normalmente tienen que ir ganando entremedio, aumentando el precio del producto, no están.

Descubre más desde El Milenio

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo