Por Mabel Tula | periodico@elmilenio.info
[dropcap]Q[/dropcap]uienes ingresan por primera vez a Río Ceballos por la ruta E-53, quedan asombrados ante la belleza del horizonte serrano, pero esta sensación se anula cuando interfiere en la vista el esqueleto grisáceo, arruinado y decadente del que alguna vez quiso ser el primer edificio en altura de la ciudad. El efecto que genera al paisaje es tan negativo que los vecinos lo han bautizado con el despectivo apodo de “mamotrete”.
El común de la gente supone que el principal motivo por el cual nunca llegó a completarse su construcción es que tiene graves fallas en sus cimientos y por eso no soportaría más peso que los actuales tres pisos que se han terminado. Pero esto es sólo una interpretación errónea de lo realmente sucedió.
La historia no coincide con el mito
Quien conoce la verdadera historia porque fue parte de ella desde la propuesta de la construcción del edificio es Norberto “Tucho” Minetti, ex gerente del Banco Aciso.
“Yo trabajaba en la Cooperativa de créditos Río Ceballos limitada que se creó para darle préstamos baratos a la gente para construir sus viviendas. Les otorgábamos el crédito para comprar el terreno y el banco de Córdoba les daba el dinero para la casa. Pero en el 76 el gobierno militar tomó a todas las cooperativas como “zurdas” y Martínez de Hoz promulgó la ley de entidades financieras donde ordenó a las cooperativas que debían devolver los créditos y trabajar con capital propio, sólo quedó la opción de desaparecer o convertirse en Banco. Entonces conseguimos en el 78 formar parte del Banco Aciso (Asociación de Comerciantes e Industriales del Sector Oeste) de Rosario y conformamos el consorcio “Santa Cecilia”, integrado por comerciantes de la zona (Albanese, Balbo, Celotti, Achad, Rutilli Carpinetti, Olmas) y empezamos a construir el edificio”, contó Minetti.
Según el ex gerente, el banco Aciso funcionaba muy bien: “Yo era gerente de las sucursales Canals, Pascana, Santiago Temple, Villa del Rosario, El Arañado y Río Ceballos; a fines de los 90 en el gobierno de Menen se solicitó un préstamo al Banco Central (para aguantar a la cosecha) cuyo presidente Pedro Nou indicó asociarnos con el Banco Israelista y el Banco integrado departamental y hacer una única solicitud; nos otorgaron 200 millones de pesos pero entregaron 20, intervinieron el banco y lo cerraron para que quedaran sólo bancos extranjeros (el único banco que sobrevivió fue el Credicoop). Así quedaron todos los proyectos truncados, incluido el edificio Aciso”.
Consultado Minetti sobre los motivos que llevaron a decidir construir en altura en una ciudad que se caracterizaba por su belleza paisajística, explicó que pensaban que Río Ceballos tenía que ser una ciudad parque, que no había que romper las sierras y que con edificios en altura se disminuiría la cantidad de metros cuadrados cubiertos que invadieran las lomas. “La idea era hacer muchos edificios así, una ciudad bosque y no un lugar donde llueve y todo se convierte en río porque no hay tierra que absorba el agua. La estructura estaba pensada para ser cubierta con piel de vidrio y no con ladrillos como pusieron después”.
Con ideas pero sin recursos
Consultado por El Milenio, el actual intendente de Río Ceballos, Omar Albanese, explicó que primero la Municipalidad alquiló las tres primeras plantas y en el año 2006 compró toda la estructura en una quiebra. Según Albanese, al edificio “se puede llegar a trasladar la Municipalidad dado todo lo que es: la planta alta está compuesta por 18 departamentos, tres por piso y en total son seis pisos; estamos viendo, evaluando, podemos llegar a ver lo que sea conveniente para la ciudad. Para tomar la decisión no hay otra variable que no sean los costos; estamos trabajando para que eso deje de ser un palomero”.
Actualmente funcionan en las tres primeras plantas distintas dependencias municipales: en subsuelo está el archivo municipal, en planta baja la Dirección de Cultura y Turismo y el Concejo Deliberante, en el entrepiso Prensa y Difusión, en el primer piso Centros vecinales, Obras públicas, el Tribunal de faltas y el Tribunal de cuentas y en el segundo piso las dependencias necesarias para el otorgamiento del carnet de conducir y planeamiento urbano.
Si finalmente la intendencia decide invertir en él y transformarlo en el edificio municipal, será la única estructura en altura de la ciudad, ya que en 2007 se promulgó la ordenanza que permite sólo construcciones de hasta tres plantas en la avenida principal y dos plantas en el resto de Río Ceballos. Todo un desafío estético y arquitectónico para quienes deban tomar la decisión.