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“Una se define por las obras que elige cantar”

Fernanda Juárez es una de las voces más importantes de la música popular argentina en la región. En diálogo con El Milenio, la artista de Villa Allende habló sobre las particularidades de su vocación como intérprete y cómo logró adaptarse al formato virtual para continuar activa en tiempos de pandemia.

María Fernanda Juárez recuerda con especial cariño su primera actuación al frente de una audiencia en vivo, aunque solo tenía cinco años aquel día en que la maestra preguntó quién se animaba a cantar en el acto de fin de curso.

“Ese es el primer recuerdo que tengo de verme cantando como solista con un micrófono frente al público. A partir de ese momento, siempre participé en los actos o representando a mi colegio en algunos encuentros”, expresó con cierta añoranza la mujer que años después se consagraría como Revelación 2000 del Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María.

Nacida en la ciudad de Córdoba, pero vecina de Villa Allende hace más de ocho años, Fernanda es una de las cantantes de música nacional más prolíficas de la región. A comienzos de su carrera, participó en varias ediciones del Festival de la Solidaridad de Villa Allende y en el Saldán Folklore Joven. Editó cuatro discos como solista, al tiempo que compartió escenario con artistas de la talla de Juan Falú, Osvaldo Piro y la inolvidable Eladia Blázquez, “la poetisa del tango”.

Con más de veinte años de trayectoria, la propuesta artística de Fernanda se encuentra enraizada principalmente en la música folklórica y, en segundo lugar, en el tango, aunque no se encierra únicamente en esos dos estilos y en cada presentación busca trasmitir su sello artístico personal. “Siento que en el folklore me desenvuelvo más cómoda, pero siempre que tengo la posibilidad me gusta incluir ambos géneros en mis conciertos”, expresó.

“Una se define por las obras que elige cantar”, afirmó la intérprete que estudia y analiza cuidadosamente las canciones que formarán parte de su repertorio. “Se trata de entremezclar las canciones de otros con los sentimientos propios. Una pone todo de sí en cada interpretación y, con el tiempo, vas encontrando tu manera personal de cantar”, añadió. 

“Es una búsqueda personal que me lleva a pensar qué quiero decir con cada uno de los temas, qué canciones me conmueven y me permiten transmitir esa emoción cuando las canto, qué historias, vivencias y paisajes me llegan a lo más profundo del alma”, valoró Fernanda. 

De los escenarios al streaming


Como para la mayoría de los artistas en todo el mundo, la pandemia significó un tiempo especial para María Fernanda, en donde reflexionó sobre su futuro y cómo aprovechar las herramientas digitales para continuar en contacto con su público. “La cuarentena fue un tiempo de incertidumbre, pero tuve que reinventarme para seguir adelante con los proyectos y el trabajo”, sostuvo la artista que en el último año ofreció varios conciertos vía streaming.

De hecho, colaboró con la Orquesta Sinfónica de Córdoba en la creación de una nueva versión de “El burrito cordobés”, tema clásico del compositor salteño Gerardo López, y fue convocada por la Agencia Córdoba Cultura para ser parte del Ciclo “Cultura en el Patio”. En marzo participó en el Festival “Mujeres cordobesas les cantan a las mujeres del mundo” junto a destacadas artistas como Carolina López, Ceci Mezzadra y Vivi Pozzebón.

Siguiendo esta línea, en diciembre del año pasado Fernanda dio a conocer el videoclip de “El Suquipuquero”, una composición del chaqueño Coqui Ortiz incluida en “Cuando el canto pide luz” (2019), su último disco. “YouTube me parece fantástico, uno comparte videos de presentaciones en vivo o videoclip y se da un intercambio con la gente que es muy interesante”, destacó la intérprete.

A diferencia de lo ocurrido con muchos de sus colegas, María Fernanda logró hacer el salto al mundo digital sin mayores inconvenientes. Aunque nada se compara a la emoción del escenario y el contacto en vivo con el público, la artista reconoce que las plataformas virtuales son “una valiosa herramienta para difundir la música y llegar a muchísimos lugares”.

“Siento que mantenerme en el camino del canto es lo más importante. El seguir creyendo que la música sana, salva y permite la emoción y el encuentro. Tengo muchos objetivos y sueños por cumplir y ganas de seguir adelante con mi proyecto”, afirmó con convicción.

Superando barreras 


Como sucede en varios ámbitos, la música es un ámbito mayoritariamente dominado por hombres, por lo que para Fernanda fue un desafío subirse a las tablas y hacerse un lugar en ese universo. “Creo que, en la mayoría de las profesiones, el hecho de ser mujer hace la tarea un poco más difícil. Eso se hace más complejo aun cuando, además de trabajar, también decidimos ser madres y tener una familia”, explicó la entrevistada.

“En el ámbito artístico las mujeres hemos tenido que abrirnos paso y ganar nuestro lugar. Creo que, si bien hoy existe el cupo femenino en los festivales y eventos, aún falta mucho por hacer para que seamos naturalmente reconocidas y valoradas como corresponde”, expresó la entrevistada que tiene como referentes a grandes intérpretes como Mercedes Sosa, Teresa Parodi y Suna Rocha.

Finalmente, Fernanda agradeció al destino que le permitió pasar este tiempo de confinamiento en Villa Allende, un lugar que, por sus características naturales, le permitió relajarse y trabajar calmadamente sin alejarse demasiado de la capital. “Creo que lo más beneficioso en este tiempo aquí ha sido la tranquilidad, el poder salir a caminar, disfrutar de los pájaros y del verde de las plantas y árboles que me rodean”, sintetizó la cantante folclórica.