
- Por Amira López Giménez.
- amiralopez@elmilenio.info
Hasta hace unos años, la gastronomía gourmet estaba reservada a los grandes restaurantes y a un público bastante específico. Comer al paso pastas caseras, paella o humita, era algo impensado. Por suerte, a José Tobal, vecino de Mendiolaza, se le ocurrió llevar la comida gourmet a un nivel masivo, haciendo de las grandes cocinas, un festejo con sello serrano. Así nació Ají, Mercado Gourmet, el encuentro de food trucks con la gastronomía más variada de la región.
La cultura gastronómica de Córdoba y del mundo debe ser celebrada. “Sabemos que la cocina es cultura y, a través de ella, se potencian, valoran y muestran las raíces de cada pueblo. Por eso decidimos brindar un espacio de encuentro, en donde se puede disfrutar del buen comer y el buen beber”, expresó Tobal durante su visita al Instituto Milenio Villa Allende, en el marco de la jornada “Aprender a Emprender”.

La propuesta de Ají aborda la gastronomía como un espectáculo abierto, combinando la comida con actividades artísticas en un marco ideal para quienes quieran disfrutar de los mejores platillos en un clima especial para el buen paladar.
La iniciativa nacida en el corazón de la familia Tobal hace siete años fue mutando con el tiempo y las necesidades de consumo. Hoy, hasta los mejores restaurantes de Córdoba participan de la opción móvil de Ají. Los grandes chefs aportan sus platillos, las bodegas llevan sus mejores vinos y los fabricantes de cerveza artesanal no se quedan atrás, como así tampoco los pequeños mercados regionales, con sus productos delicatessen. Hasta la sabiduría gastronómica se imparte en diferentes charlas y talleres. Hoy, la comida del mundo se sirve en estos carritos.
Cocina nómade. “Hace diecisiete años, comencé con Raíces, un restaurante en Mendiolaza. Ese fue mi primer paso por la gastronomía. Luego hice servicios de catering y de a poco fui definiendo mi modelo de negocio, independiente de una estructura fija, como lo es el restaurante. Ahí armé el food truck”, relató José Tobal.

A pesar de ser una modalidad popular en varios países, para Córdoba, los food trucks eran una novedad. De a poco, Tobal inició la asociación de carritos gourmets, que incluso debió gestionar un marco legislativo para su desarrollo. “Al generar la asociación pudimos presionar un poco a la Municipalidad para que nos brinde un espacio y mostrar lo que hacíamos. Además del food truck, proponemos otros contenidos más culturales, vinculándonos con los mercados regionales”, explicó el emprendedor.
En sus siete años de vida, Ají no ha parado de sumar participantes. Hoy en día, se mueven con un escenario para las bandas musicales que acompañan el evento y para los chefs que brindan talleres al público. Mutar es la acción que caracteriza a esta singular propuesta.

Cosquín Rock, el Mundial de Rugby Juvenil y el festival la Nueva Generación, fueron algunos de los más importantes eventos o “mini ajíes” que se fueron realizando a lo largo de los últimos años. “Estamos en el camino por donde nos lleva la corriente. Hoy Ají es más que una feria, somos productores de eventos”, indicó Tobal.
Mutar para emprender. “Cuando empezamos, apuntábamos a un público de entre 25 y 30 años, o bien a las escuelas de cocina, pero caímos en la cuenta de que la comida, como en cualquier cultura, es algo complejo. No es un asunto exclusivo de los amantes de la gastronomía, sino algo mucho más amplio. Así, a lo largo del tiempo, fuimos viendo que el público iba más de 20 a 45 años y que un 70% eran mujeres”, detalló José Tobal para indicar que cualquier propuesta cambia a medida que avanza el tiempo.

Durante sus primeros pasos, las redes sociales fueron grandes aliadas para desarrollar la idea de Ají y darla a conocer. A través de estas plataformas, fueron definiendo su público y también conociendo las posibilidades de este sistema. “Los food trucks tienen más llegada en los jóvenes, que en los adultos. Los grandes muchas veces no consumen porque les resulta un poco molesto comer al paso. En cambio, para los jóvenes es más cómodo”, afirmó Tobal.
Los festivales fueron el puntapié para poner a los food trucks en las grandes ligas. En el año 2017, Cosquín Rock les abrió sus puertas y los lanzó a la arena de las oportunidades. “Ya hace tres años que trabajamos con Cosquín, somos socios, laburamos palo a palo y nos encanta. En ese momento, nuestra estructura llamaba la atención por la variedad de comidas, desde árabe o mediterránea, hasta hamburguesas”, contó.
Para finalizar, la originalidad y particularidad de la propuesta hace que la competencia sea casi nula, por lo menos a nivel de restaurantes. Asimismo, las ferias Ají representan una oportunidad para muchos chefs que pueden salir de las grandes cocinas de Sierras Chicas para mostrar su trabajo en un ambiente diferente, convirtiéndose en una opción más de entretenimiento y disfrute para los vecinos de Sierras Chicas.