La unquillense Paula Arselán Anggeli presentó “No Deje Rastro”, una metodología que busca una convivencia amigable con la naturaleza en el tiempo de ocio. La formadora de monitores explicó la historia, elementos y procedimientos de este sistema eco-friendly. A fines de agosto dictará un curso en Ascochinga.

- Por Florencia Taddey.
- florenciataddey@elmilenio.info
- Julieta Glasman
- Candelaria Mabres
- Teo Rebosolán
- Manuel Suárez
El ser humano necesita tiempo de ocio y recreación para llevar una vida plena y, de hecho, así lo recomiendan la Organización Mundial de la Salud y un sin número de especialistas en bienestar. Ese tiempo libre puede ocuparse de múltiples maneras, pero una de las más comunes es la realización de actividades en convivencia con la naturaleza.
Sin embargo, estas acciones al aire libre no deben descuidar el respeto hacia el ambiente. Bajo esta premisa se encuadra la metodología “Leave No Trace” (en español, “No Deje Rastro” o NDR), la cual busca promover el cuidado y conservación de los espacios naturales durante su uso recreativo.
Aunque para muchos esta idea puede significar una novedad, se trata de una iniciativa que nació hace más de medio siglo y desde entonces ha llegado a guardabosques, campistas, profesionales del turismo, deportistas, guías de montaña y curiosos de todo el mundo.
En Córdoba, la unquillense Paula Arselán Anggeli, es una de las encargadas de formar monitores en el marco del programa internacional NDR. Actualmente, es la única educadora activa en Sierras Chicas y, en diálogo con El Milenio, anticipó que dictará un curso abierto para todo público el próximo 31 de agosto y 1 de septiembre en la Reserva Natural de la Defensa Ascochinga.
Nuevos hábitos, nuevos problemas
Con las reformas laborales ocurridas en los años ‘50 y ‘60 en Estados Unidos, el norteamericano promedio obtuvo mayor tiempo libre gracias a las jornadas de trabajo reducidas y a la incorporación de vacaciones pagas. Ante este panorama, muchas familias comenzaron a salir de sus hogares para disfrutar de los parques nacionales.
Al mismo tiempo, aparecieron las primeras cadenas de comida rápida, como McDonald’s o Burger King, opciones de consumo muy populares, que implican la producción de una gran cantidad de envoltorios y envases plásticos descartables.
Así, junto a sus productos fastfood y otras opciones similares, los norteamericanos pasaban sus días libres en bosques, parques y campos. Pero, tras una tarde familiar, al aire libre, volvían a sus casas dejando atrás los residuos que habían generado.
El crecimiento de la basura en espacios abiertos llevó a que, en los años ‘70, naciera el sistema “Leave No Trace” o “No deje rastro” (NDR). El mismo se resume en siete principios que, al seguirlos, permiten que quienes visiten un espacio natural, puedan disfrutar de él “sin dejar huellas”.
Para fines de los ‘80 nacería el primer material de estudio titulado “Ética de NDR” y, con el correr del tiempo, este programa se vincularía con la Escuela NOLS (National Outdoor Leadership School), una institución dedicada a la enseñanza de habilidades técnicas al aire libre y liderazgo de expediciones en entornos naturales.
Paula Arselán Anggeli dictará un curso de monitores No Deje Rastro abierto para todo público el 31/08 y 1/09 en la Reserva Natural de la Defensa Ascochinga. Contacto: + 56 9 8766 8907. Más información en Facebook e Instagram: @arselan_anggeli y @capacitaciones_outdoor.
Hoy en día, la Escuela NOLS encabeza la difusión del programa NDR al enseñar esta metodología en su trabajo con educadores, científicos, guardaparques y encargados de la administración de espacios silvestres de Estados Unidos y del mundo.
A principios de los ‘90, surgieron los primeros monitores de NDR en países latinoamericanos como México y Chile. Para 1994, ante su gran crecimiento, la Escuela NOLS decidió separarse en grupos de investigadores. Así nació la Fundación Leave No Trace.
“La Fundación le da potestad a la Escuela NOLS para que imparta esos cursos en donde quiera que esté. Al mismo tiempo, la fundación también los dicta. Es así como hay muchos focos alrededor del mundo donde se enseña esta metodología. Se trata de un movimiento grandísimo”, explicó Paula, maestra NDR oriunda de Unquillo.
En 2007, en Córdoba, se realizó el primer curso de monitores abierto al público. El mismo se dictó en el Parque Nacional Quebrada del Condorito. Dos años más tarde y en el mismo escenario, tendría lugar el primer curso de maestros NDR de Argentina.
¿Qué es “No Deje Rastro”?

Se trata de una metodología sencilla, pero de gran impacto, que promueve el uso recreativo responsable de áreas naturales permitiendo que, quienes disfruten de estos espacios, lo hagan sin dañarlos. Sin embargo, Paula Arselán señala que no se hace “bajo el concepto del cuidado de la naturaleza”. “No tenemos que cuidar a nadie, simplemente tenemos que respetar los ciclos. Cuando los respetamos, cumplimos con la meta de «no dejar rastro»”, expresó.
Este sistema se aprende a través de una capacitación dictada por maestros NDR que han sido certificados por la Escuela NOLS. Quienes asisten a la capacitación y cumplen con el programa son reconocidos como “monitores”, es decir, que han aprendido técnicas concretas de conservación de espacios naturales.
Pero la tarea de los monitores no termina aquí, ya que también deben ser capaces de enseñar y difundir los conocimientos aprendidos a otras personas para, de esta manera, contribuir a la reducción del impacto ambiental del ser humano.
Instrumentos útiles
Para acampar responsablemente se necesitan una serie de elementos. Entre los más simples y útiles se encuentran las bolsas herméticas reutilizables, que se pueden usar para transportar alimentos desde el hogar y así evitar la generación de residuos innecesarios.
“Por ejemplo: sacamos los fideos del envoltorio original, los quebramos a la mitad y los pasamos a esa bolsa, y así con la polenta, la avena, el azúcar o cualquier otro alimento. También se puede recurrir a otro tipo de recipientes o envases, como los frascos de plástico o vidrio”, explicó Arselán.
Otro instrumento muy práctico y recomendable es la vieja y conocida palita de jardín, la cual es muy útil al acampar en zonas donde la tierra es húmeda, como el monte nativo de las Sierras Chicas. La palita es fundamental a la hora de descartar los residuos humanos. “Con ella se puede realizar la técnica que se llama ‘El hoyo de gato’, que es para ir al baño”, indicó.
Estos son sólo algunos de los muchos elementos que los campistas pueden transportar a la hora de disfrutar de una jornada al aire libre, junto a otros infaltables como un vestuario acorde al clima, un bidón para poder transportar agua desde otras fuentes, carpa o toldo, productos de higiene biodegradables y garrafa o anafe.
¡Cuidado, fuego!
Por otro lado, es muy importante tener un trozo de plástico a mano para la instalación de fogatas de mínimo impacto. Paula señaló que éstas no pueden realizarse en cualquier momento, sino que deben aplicarse en ocasiones puntuales, consideradas de supervivencia, por ejemplo, para secar ropa en caso de riesgo de hipotermia, o para cocinar, ante la falta de anafe.
¿Cómo se utiliza el plástico? “Se recurre a un cuadrado del material de unos 60 x 60 cm, sobre el cual se aplicará una plataforma de tierra de unos 15 a 20 cm de alto. En esta base se podrá realizar un fuego con leña botada y de un tamaño no mayor a una mano, el cual debe ser controlado de forma permanente. Una vez que el fuego se consumió, es necesario esperar a que las cenizas estén completamente frías para poder esparcirlas en la tierra”, explicó la maestra NDR.
El futuro es hoy
Infografía: Melania Kobylnik
Sobre el futuro del trabajo de concientización medioambiental, Arselán reconoció que existen miradas divididas. Los más optimistas aventuran que, algún día, todos serán monitores, pero Paula tiene sus dudas. “A veces sentís que estás peleando una guerra perdida. Hay muchas personas que están interesadas, pero cuando salís a la montaña, seguís viendo la misma cantidad de basura o más”, sostuvo la educadora.
Sin embargo, lejos de hacerle bajar los brazos, este panorama le da más fuerza a Paula para seguir trabajando. Aunque es consciente de que los números no la ayudan, la joven sigue teniendo esperanzas. “En Córdoba somos un poco más de tres millones de habitantes versus setenta monitores ambientales. A este tema hay que agarrarlo de raíz, desde la educación. Sería tan lindo que en el jardín nos enseñen a reciclar, así no sería una lucha, llegaríamos a adultos con los conocimientos ya interiorizados”, explicó.
Por último, Arselán reiteró la invitación al próximo curso de monitores ambientales NDR que dictará próximamente en Ascochinga. Podrá participar cualquier persona interesada y no son necesarios conocimientos previos.
“Si vos sabés que te gusta salir al aire libre, podés aprender a hacerlo bien. Este curso rompe con parámetros adquiridos de las personas. Hay muchas cosas que uno piensa que está haciendo bien y quizás no es tan así, el tema es que si no aprendés, probablemente lo sigas repitiendo, no con malas intenciones, sino por desconocimiento”, concluyó.
Paula Arselán Anggeli

Oriunda de Unquillo, Paula estaba cursando el tercer año de turismo en la Facultad de Turismo y Ambiente Montes Pacheco (UPC) cuando le tocó realizar las prácticas obligatorias en la Reserva Natural Urbana San Martín. “Estuve una semana ayudando a los guardaparques y esa experiencia me abrió la cabeza”, recordó con cariño.
“Me di cuenta que eso era lo mío. Se quebró todo lo que había en mi interior y pensé ‘algo estoy haciendo mal’. Ahí decidí cambiarme de carrera. En 2012 me fui a vivir a Chile y estudié Turismo Aventura en el Instituto INACAP”, relató la joven de 28 años.
En 2014, Arselán realizó un curso de primeros auxilios avanzados en zonas agrestes con la Escuela NOLS. Allí conoció el programa No Deje Rastro, el cual le daba la posibilidad de llegar a un gran número de personas, además de ser una fuente de trabajo, según explicó. Así se convirtió en maestra NDR.
Actualmente, Paula vive en Valparaíso (Chile) y dicta cursos de formación a ambos lados de la cordillera. Además, encabeza el emprendimiento Capacitaciones Outdoor.