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Volver al futuro: el universo de la tecnología, por dentro

María Laura Carrizo decidió estudiar Ingeniería en Sistemas hace 23 años, aunque nunca había usado una computadora. En diálogo con El Milenio, la vecina de Mendiolaza habló del recorrido que la llevó a ocupar un puesto de liderazgo en el sector tecnológico, trabajando dentro de la multinacional Globant.
  • Por Alejandra Boldo. periodico@elmilenio.info Participaron: Bruno Renon y Benjamín Calzado (4to IENM). Martina Morales, Micaela Acevedo y Brunella Lorenzatti (4to IMVA).

Hace 20 años, hablar de teléfonos celulares o computadoras parecía una trama de ciencia ficción. En aquel entonces, las conversaciones cotidianas no orbitaban alrededor de los términos digitales que hoy son moneda corriente. Como el recorrido de María Laura Carrizo, VP delivery en la multinacional Globant, que también refleja el vertiginoso avance de la industria. El Milenio la entrevistó para conocerla un poco más, descubrir su fascinante viaje en el universo de la tecnología y ahondar en el concepto de transformación digital.


El Milenio: ¿Que te llevó a estudiar ingeniería en sistemas y dónde te formaste?

María Laura Carrizo: Siento que mi elección estuvo influenciada por una mirada futurista. A pesar de no haber visto una computadora en mi vida en ese momento, hace más de 23 años, percibí que la tecnología sería un elemento crucial en el mundo venidero. 

En ese entonces, las computadoras eran raras y no se enseñaba computación en mi colegio ni en la mayoría de las escuelas. Sin embargo, me atrajo la idea de contribuir a la innovación y crear soluciones tecnológicas para el futuro. Estudié en la Universidad Tecnológica Nacional. Hoy estoy muy contenta por haber elegido esta carrera, porque lo que pensé que iba a pasar, pasó, y es muy importante para cambiar cosas desde el lado tecnológico.

EM: ¿Cuáles fueron tus primeras experiencias laborales?

MLC: Mis inicios laborales fueron en la empresa automotriz Fiat, donde trabajé como pasante durante mi tiempo en la universidad. Allí realizaba tareas relacionadas con sistemas y tecnología, desde actualizar el antivirus hasta reparaciones de impresoras. 

Más tarde, tuve la oportunidad de trabajar en una empresa multinacional, Price Waterhouse Coopers. Esta experiencia fue enriquecedora, ya que me introdujo en planes más grandes, incluyendo el emocionante proyecto de implementación de celulares en Argentina en el 2000.

EM: En esa época era futurista hablar de teléfonos celulares, casi un relato de ciencia ficción.

MLC: Esa empresa para la que trabajaba implementó la telefonía celular para todo el mundo, con empresas como Unifon, Minifon y Telecom Personal, algunas subsisten hasta el día de hoy. Esto fue hace más de 20 años. Ahí la tecnología empezó a ser un poquito más amable para la gente. Antes los celulares eran inaccesibles, tampoco había WhatsApp ni cámara de fotos en el móvil. Sólo servía para llamar o mandar un mensaje de texto, que también era caro. 

Me acuerdo que en esa gran empresa, que miraba hacia el futuro, nos pedían dar charlas e investigábamos algún tema futurista. Una vez hablamos de que en algún momento los celulares iban a tener cámaras e iban a poder prender las luces de una casa de forma remota. Cuando leíamos esas cosas, pensábamos que probablemente no íbamos a vivir para verlas. Y hoy las tenemos en la mano.


EM: Hablemos de Globant. ¿Cuál es tu rol actual en esta empresa?

MLC: Globant es una compañía con 20 años de trayectoria que se centra en la tecnología y la innovación. En la actualidad, soy VP Delivery, lo que significa que lidero una serie de proyectos para más de 35 clientes. Mi labor implica asegurar que estos proyectos se desarrollen en tiempo y forma, así como también fomentar el crecimiento y desarrollo de los equipos a mi cargo.

EM: ¿Qué habilidades creés que son fundamentales para trabajar en la industria tecnológica, especialmente en empresas con tareas diversas y complejas como Globant?

MLC: El dominio del inglés es esencial, ya que gran parte de la comunicación y los proyectos se realizan en ese idioma. En cuanto a la formación, esta puede variar. La tecnología abarca diversos campos, por lo que no necesariamente se requiere una formación estrictamente técnica. La actitud y el deseo constante de aprender son claves. La tecnología evoluciona rápidamente, así que la voluntad de mantenerse actualizado es fundamental.

EM: Trabajar en una multinacional desde una ciudad como Mendiolaza puede presentar desafíos. ¿Cómo lo vivís vos?

MLC: En mi experiencia trabajar en una empresa multinacional desde un lugar como Mendiolaza nunca fue un problema. La virtualidad es una parte integral de las operaciones de la empresa, lo que permite la colaboración a distancia con colegas de todo el mundo. La tecnología moderna, como las comunicaciones virtuales, facilita mantener la conexión y la productividad sin importar la ubicación física. El contacto con mis compañeros es virtual, y como trabajamos con gente de todo el mundo, los equipo que yo lidero están en India, Europa, Rumania, Chile, Uruguay, Colombia, México, Texas, etc. Puedo trabajar en la oficina (que por cierto son espectaculares y nos enamora ir) o desde cualquier lugar. 

EM: Sobre el futuro, ¿cuáles son tus proyectos a nivel personal y profesional, ya sea en Globant o más allá?

MLC: Mi enfoque está en ayudar a otros a crecer, como me ayudaron a mí. Quiero seguir contribuyendo a través de proyectos tecnológicos que tengan un impacto positivo en la vida de las personas. En el ámbito profesional, mi objetivo es seguir asumiendo desafíos y liderar equipos en proyectos innovadores.

Además, creo que es importante que haya mujeres en el sector de la tecnología y busco crear oportunidades para que cada vez seamos más. En lo personal, estoy muy contenta de poder trabajar en una industria que está cambiando el mundo.

EM: ¿Qué es la tecnología para vos y cómo impacta en la sociedad?

MLC: La tecnología ofrece un sinfín de oportunidades y posibilidades, y siempre hay espacio para aprender algo nuevo. Puede modificar el modo en que vivimos y cada individuo tiene el potencial de ser parte de esa transformación. Puede hacer muchas cosas buenas, cambiar la vida de mucha gente. Quizás suene como un propósito demasiado grande, pero yo lo veo concretamente todos los días en los distintos proyectos que llevamos adelante.