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Un arquero récord

Julio Constantin, figura emblemática del deporte de Unquillo, sigue vinculado a su pasión futbolera como entrenador de las divisiones inferiores de Belgrano, el club donde marcó récord cuando empezó siendo arquero en los 80.
  • Por Matías Candoli. periodico@elmilenio.info
  • Colaboración: Facundo Ruiz, León Martínez Dalke, Micol Lokman y Ramiro Picco (5to IMVA). Renata Pagnucco y Pedro González (4to IENM). Ignacio Biglia, Pedro Camussi y Benjamín Giménez (4to IMVA).

En septiembre de 1981, Julio Constantin tuvo su hora de gloria. Belgrano jugaba la semifinal del Torneo Provincial contra Estudiantes de Río Cuarto y el juvenil arquero, nacido en Unquillo, tuvo que reemplazar al veterano Guillermo Bossio, lesionado, una semana antes.

La serie terminó empatada y llegaron los penales para definir la clasificación en el mismo Gigante de Alberdi, colmado de hinchas piratas. Y ahí, Julio se vistió de héroe. Atajó cinco penales y, como si fuera poco, pateó el suyo, lo convirtió y el Celeste pasó a la final. 

Fue una noche inolvidable para el club y por supuesto para él mismo, que así lo recuerda en su diálogo con El Milenio: “Tenía solo 19 años, era mi segundo partido y se dio una definición por penales. Yo atajé cinco (que es un récord argentino y no sé si mundial) y aparte convertí un gol así que, si es por eso, sí puede ser que sea un hombre récord”.

A sus 61 años, Constantin sigue ligado al fútbol y en su memoria está ese pibe que recién debutaba en primera y tuvo su noche consagratoria atajando en el club de sus amores en una experiencia que lo marcó para siempre. “Ese momento fue el que inició todo esto. Aunque la pasión por el fútbol la tuve desde siempre, esa noche de los penales me dio una base para todo lo que hice después”, declaró el ex arquero con agradecimiento.

Su infancia en Unquillo, los torneos de baby fútbol y su sueño de ser jugador profesional fueron tema de conversación también. “Íbamos a Río Ceballos, a Alta Gracia, a todos los lugares. Mi papá siempre me acompañó, él era un apasionado del fútbol y en mi casa siempre ocupó un lugar importante. Cuando tuve la oportunidad de jugar, se potenció mucho más, pero es algo que me acompaña desde niño. De hecho, donde vivía tenía una canchita en el patio de mi casa, así que me la pasaba jugando”, recordó el unquillense.

 “Tenía solo 19 años, era mi segundo partido, una semifinal, y no sólo atajé cinco penales, sino que aparte convertí un gol. Así que, si es por eso, sí puede ser que sea un hombre récord”

Julio Constantin

El fútbol desde otro lugar

El amor por la pelota lo llevó a jugar en Suiza, donde Constantin estuvo muchos años, hasta que regresó a terminar su carrera en Córdoba. Luego de dejar, estuvo un tiempo alejado de las canchas, pero sabía que su vida seguiría ligada al deporte que ama desde otro lugar: como director técnico. 

“Comencé a hacer los cursos de entrenador en Europa. Terminé mi primer año y empecé a entrenar un poco allá. Después me vine en 2008, me incorporé a Belgrano y, salvo por un lapso de seis meses en los que volví a Suiza, estuve trabajando siempre en inferiores y en primera división del Pirata”, contó Constantin.

Su actualidad lo encuentra como entrenador de las divisiones formativas más grandes del club de barrio Alberdi. Y allí, los pibes de cuarta división, con Julio como DT, salieron campeones varias veces. “Fueron cuatro veces seguidas. En 2018, una final con Talleres cuando estaba en Primera. Después, al descender, en inferiores descienden y también los tres últimos torneos del Nacional los pudimos ganar: con Ferro en 2019, en 2020 no se jugó por la pandemia y repetimos en 2021 y 2022”, contabilizó el ahora entrenador.

Sus títulos en inferiores y su plena predisposición a estar cuándo y dónde Belgrano lo necesitara, lo terminaron posicionando como ayudante de campo de Ricardo Zielinski, el DT con el que el Pirata ascendió contra River, en el mismo Monumental, en la Promoción del año 2011. Un hecho que recorrió el mundo, ya que un equipo cordobés había hecho descender de categoría a un grande como el Millonario.

“Eso fue lo más visible que tuve en mi carrera, por la importancia del ascenso de Belgrano y del descenso de River. He compartido mucho en estos 13 o 14 años con Belgrano, dividiendo mi experiencia entre primera y juveniles. Todos los torneos fueron importantes y me dieron la oportunidad de seguir creciendo, pero los logros que se alcanzan en primera siempre son un poco más visibles”, se sinceró Constantin.

“Mi paso por primera división al lado de Zielinski, el ascenso con River y los seis años que estuve con el club en primera, fueron un espaldarazo muy grande. Yo dirigía a la reserva, que nos fue muy bien, estuvimos a poco de salir campeones, y estos cuatro títulos y medio de AFA nos ayudaron mucho”, agregó.

Orígenes imborrables 

A pesar de su extensa trayectoria en el mundo del fútbol, Julio Constantin sigue viviendo en su Unquillo natal y es una persona que siempre se presta para charlar, compartir anécdotas y vivencias. Su vínculo con el deporte es conocido por todos quienes se lo cruzan en las calles de su querido terruño. 

Él mismo así lo reconoce, mientras empieza a esbozar las líneas de su mensaje final: “Me pasa mucho que en Unquillo me paran en la calle a preguntarme cuándo prueban chicos en Belgrano. A veces digo que vos tenés que seguir tu sueño, y no creer que sí o sí tenés que probarte en un club, por ejemplo, como Belgrano. A lo mejor la vara es muy alta para ellos al principio y por ahí hay que buscar otro club, que sea un poco más chico. Hay miles en Córdoba donde vos podés iniciar tu carrera, lo importante es no dejar de perseguir tu sueño”.

Aunque la pasión está siempre presente, Constantin no pierde de vista el horizonte del realismo y reconoce que, en el fútbol y en la vida, las cosas no siempre salen como uno espera o imagina. Por eso no se olvida de recomendar a los jóvenes que, además de jugar, no dejen de estudiar. 

“Todos quieren ser futbolistas, obviamente, pero no tienen que dejar de estudiar porque puede pasar que el fútbol no te dé la oportunidad, no por tu capacidad, sino porque a veces esa posibilidad simplemente no se presenta, hay que estar en el momento y en el lugar justos. Yo siempre les dije a mis hijos que no dejen de estudiar y les aconsejo lo mismo a los chicos que juegan conmigo”, concluyó con buen tino el ex jugador.