Justo Insausti y Daniel Calvo.
Instituto Milenio Villa Allende.
La vejez es un proceso natural de la vida del ser humano; sin embargo, los hábitos saludables que tiene el hombre, impactan en la calidad de vida que tendrán las personas cuando se conviertan en adultos mayores.
Asimismo, el proceso de la vejez determina algunos cambios físicos y psicológicos en los individuos, por lo que es muy común que se presenten con más regularidad diversas enfermedades como las crónico-degenerativas.
No es desconocido que los ancianos conforman un grupo con riesgo de contraer algunasenfermedades y afecciones típicas de la edad avanzada.
Según el gerontólogo Carlos Gabutti, “en todas las edades se presentan enfermedades, no sólo en los adultos mayores. Sin lugar a duda, nuestro cuerpo se va desgastando a través de la vida, por lo tanto, si no ha sido cuidado como debía (con prevención, consejos de cuidados y demás) es muy posible que pueda tener un poco más de enfermedades que los otros. Si hay, enfermedades distintas que afectan a cierta edad”.
“Por ejemplo, la artrosis no se presenta en algún bebé o joven, mientras tanto sí se presenta en la tercera edad, porque es una enfermedad degenerativa o una enfermedad de uso”, acentuó Gabutti.
Enfermedades representativas
Arterioesclerosis de las Extremidades: es un síndrome caracterizado por el depósito e infiltración de sustancias lipídicas, en las paredes de las arterias de mediano y grueso calibre. Esto provoca una disminución en el flujo sanguíneo que puede causar daño a los nervios y otros tejidos.
Artrosis: afecta más a las mujeres que a los hombres, y a partir de los 75 años, prácticamente todas las personas tienen artrosis en alguna articulación. Consiste en una degeneración del cartílago articular por el paso de los años, que se traduce en dificultades de movilidad y dolor articular con los movimientos.
Artritis: es la inflamación de una articulación, caracterizada por dolor, limitación de movimientos, tumefacción y calor local.
Alzheimer: es una enfermedad neurodegenerativa del sistema nervioso central que constituye la principal causa de demencia en personas mayores de 60 años. Se caracteriza por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian.
Párkinson: es una enfermedad neurodegenerativa que se produce en el cerebro, por la pérdida de neuronas en la sustancia negra cerebral. El principal factor de riesgo del parkinson es la edad.
Hipertrofia benigna de Próstata: Consiste en un crecimiento excesivo en el tamaño de la próstata a expensas del tamaño celular. Es muy común en los hombres a partir de los 60 años.
Gripe: Se trata de una enfermedad “común” que dura entre 3 y 7 días, pero las personas mayores pueden tener complicaciones que a menudo requieren hospitalización por problemas respiratorios.
Sordera: A menudo, los déficits auditivos se consideran “normales” en los ancianos, y, si bien es propio de la edad, se suma el desgaste en nuestras capacidades.
Presión arterial alta: La presión arterial es la fuerza con la que el corazón bombea la sangre contra las paredes de las arterias. La hipertensión arterial no suele tener síntomas, pero puede causar problemas serios como insuficiencia cardíaca, un derrame cerebral, infarto e insuficiencia renal.
Problemas Visuales: Con la edad adulta es muy frecuente que nuestra vista vaya perdiendo facultades. Los problemas de visión más frecuentes en las personas mayores son la miopía, presbicia, cataratas, degeneración macular del ojo, glaucoma, tensión ocular.
Demencia senil: La demencia es la pérdida progresiva de las funciones cognitivas, debido a daños o desórdenes cerebrales que no responden al envejecimiento normal. Se manifiesta con problemas en las áreas de la memoria, la atención, la orientación espacio-temporal o de identidad y la resolución de problemas.
Osteoporosis: es una enfermedad en la cual disminuye la cantidad de minerales en el hueso, perdiendo fuerza la parte del hueso trabecular y reduciéndose la zona cortical por un defecto en la absorción del calcio, volviéndose quebradizos y susceptibles de fracturas.
Prevenciones
En las personas de la tercera edad se produce una disminución en las necesidades energéticas debido a varios factores, tales como la disminución de la masa muscular corporal, menor metabolismo basal o disminución de la actividad física.
Las necesidades de este colectivo de la tercera edad son diferentes entre ellos, al igual que son heterogéneos los distintos miembros del grupo.
Las necesidades nutritivas, y de energía dependerán del sexo, el peso, la talla, la actividad física, el estado biológico y el metabolismo basal, pero también de sus hábitos alimenticios.
“En la tercera edad existen principios básicos de prevención para poder ayudar al paciente a vivir la última etapa de la vida, ya sea con ejercicio, el modo de alimentación, pero también es importante adecuarlo a la forma de ellos. No vamos a mandar a un adulto mayor a hacer un ejercicio de un joven, porque sin lugar a duda es distinto la forma de ejercitación”, dijo Gabutti.
Datos y cifras de la OMS
Entre 2015 y 2050 la proporción de la población mundial mayor de 60 años se multiplicará casi por dos, pasando del 12% al 22%.
La salud mental y el bienestar emocional tienen la misma importancia en la edad mayor que en cualquier otro periodo de la vida.
Los trastornos neuropsiquiátricos representan el 6,6% de la discapacidad total (AVAD) en este grupo etario.
Aproximadamente un 15% de los adultos de 60 años o mayores sufren algún trastorno mental.