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La seguridad ciudadana se encuentra entre los ítems más relevantes a la hora de pensar en oficios que tienen como objetivo cuidar al prójimo.

La seguridad ciudadana se encuentra entre los ítems más relevantes a la hora de pensar en oficios que tienen como objetivo cuidar al prójimo. En entrevista con El Milenio, Alberto Cano, Jefe del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Unquillo, Marcela Vargas, inspectora de tránsito de Mendiolaza, y Pablo Bulacio, Comisario de Unquillo nos cuentan los gajes de estas tareas.

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Por Ignacio Parisi

igancioparisi@elmilenio.info

Colaboradores: Yacu Chalub y Valentín Brasca. 4° IENM.

Lucas Foscalino y Lucila Crostelli. 4° IMVA.

La protección de los habitantes, el orden y el cumplimiento de la ley. Son solo algunos de los objetivos que motivan estos oficios muchas veces poco valorados, pero fundamentales para la vida en comunidad.

Uno de los casos emblemáticos tratándose de la seguridad ciudadana es el de los bomberos voluntarios. Tal como lo indica su nombre estos protectores de la ciudad brindan un servicio crucial inspirado en un solo factor: la vocación.

Consultado acerca de las ventajas y desventajas de esta difícil tarea, Alberto Cano, Jefe del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Unquillo, responde: “Quizás las ventajas tienen que ver con que al tratarse de un servicio a la comunidad totalmente voluntario y no remunerado disponemos de nuestros horarios. Aun así tenemos que estar atentos las 24 horas del día los 365 días del año, por lo tanto para nosotros no hay fiestas, no hay feriados, no hay nada, apenas nos convocan tenemos que estar. Fundamentalmente se trata de un servicio que elegimos, nos gusta hacerlo y lo podemos hacer por un largo tiempo”.

En relación a las desventajas, Cano hace hincapié en los riesgos que implica la lucha contra el fuego y el rescate de personas en situaciones que comprometen seriamente la vida. “Muchas veces uno puede llegar a sentir miedo. Una temporada de incendios, un par de años atrás, en la zona de Punilla, cerca de Icho Cruz afrontamos circunstancias complicadas. El fuego estaba cerca y nos llegaba a donde teníamos las unidades y por suerte pudimos salir de esa situación. Pero miedo siempre tenemos, cada vez que nos subimos a los móviles porque no sabemos que podemos llegar a encontrar”, asegura el Jefe de Cuartel.

Por su part,e Pablo Bulacio, comisario de Unquillo, afirma que encuentra las ventajas de su oficio en el contacto con la comunidad y la posibilidad de trabajar para los ciudadanos. A su vez, resalta que para él su profesión no tiene desventajas sino peligros, y agrega: “Todos los días son peligrosos para cualquier policía. Estamos constantemente en alerta ante cualquier situación por más que estemos de franco o paseando con nuestra familia o trabajando, nosotros nos ponemos al servicio de la comunidad y estamos las 24 horas del día los 365 días del año en constante peligro. En cualquier momento alguien va caminando por la calle lo asaltan y nosotros tenemos que protegerlo sin importar que el delincuente este armado”.

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Marcela Vargas, inspectora de tránsito de Mendiolaza, destaca que lo mejor de su labor está en ayudar a los jóvenes a manejarse correctamente en el tránsito. Por esa razón, destaca como el momento más duro en su trabajo la muerte de un joven luego de un accidente en moto. “Es necesaria mucha vocación por parte de todos lo que nos desempeñamos en esto porque es un trabajo difícil y si no tenés vocación no rendís. Hace falta tener un carácter muy particular para poder salir y llevar a cabo este trabajo”, afirma.

El comisario Pablo Bulacio sostiene que su profesión le ha brindado la posibilidad de superarse y aprender de manera constante. En su caso se especializó en distintas áreas fundamentales para su labor tales como métodos de investigación, química, trabajo con perros, o detección de drogas.

Bulacio entiende que la lucha contra el crimen y la protección de los ciudadanos requiere una continua consolidación de conocimientos, y es en ese sentido que afirma: “No es fácil, tenés que estudiar, tenés que prepararte, capacitarte. Todos los que estamos acá nos seguimos capacitando cada día, con distintos cursos, distintos congresos. Pienso que no hay que quedarse en un solo lugar con una sola idea, siempre hay que abrir la cabeza y la mente para nuevos cursos, nuevas metodologías de trabajo”.


La lucha contra el crimen, el combate del fuego y el orden del tránsito. Oficios indispensables para mantener la seguridad.


A pesar de las dificultades, estos representantes de la seguridad pública subrayan lo importante que es para ellos su vocación y entusiasmo para realizar tareas invisibles que sostienen el orden de la ciudad. Siguiendo esta línea el bombero Alberto Cano resalta: “La verdad, me gustó siempre. Yo entré para ver, qué era, de qué se trataba y acá estoy todavía. Estoy  hablando de casi 17 años, y me sigue gustando el servicio, me sigue interesando la forma de trabajo, por eso lo elegí y lo sigo eligiendo”.

Otro de los elementos importantes para sostener la eficacia de sus labores es el trabajo en equipo. El compañerismo y la mantención de un código de trabajo que los una en sus profesiones se vuelven algunas de las claves a la hora de salir a la calle y afrontar los problemas que se presentan. “Es importantísimo trabajar con el de al lado, ahí está la base, porque nosotros siempre nos tenemos que cuidar entre nosotros”, concluye Vargas, inspectora de tránsito de Mendiolaza.

Un punto en común que encuentra a estas tres profesiones vinculadas a la seguridad es lo imprevisible. Lo mismo que algunas veces implica un riesgo por no saber qué van a encontrarse cada día en el trabajo es para ellos un factor que los une y que vuelve únicas sus vocaciones. No hay rutinas sino nuevos desafíos que los ponen a prueba en cada jornada laboral.