La acrobacia en tela es un deporte que se practica cada vez más entre jóvenes y adultos. Si bien tiene su origen en una rama del Yoga, la que se practicaba utilizando una soga, este arte se perfeccionó y modificó hasta llegar a la disciplina que se conoce y practica en la actualidad.
Por Julieta Cevasco. 4°B IMVA
La acrobacia en tela es una actividad deportiva y artística que originalmente se practicaba en el circo, actualmente muchas personas la practican por salud, recreación y entretenimiento.
Esta actividad utiliza todos los grupos musculares fortaleciéndolos y otorgándoles más elasticidad, combinando fuerza, flexibilidad y elasticidad con arte. Puede ser practicada por personas de cualquier edad y condición física, desde los tres años hasta personas mayores. Es un deporte muy completo, que incluye ejercicios de resistencia, elongación y danza y se lo incluye dentro de las Artes Escénicas.
La profesora de acrobacia Laura Surbán dijo: “Yo doy clases a niños desde los tres años y he tenido alumnos que tienen más de sesenta años. Lo que importa cuando se trabaja con niños o con adultos es el acompañamiento del profesor y el cuidado del cuerpo”.
Este deporte no tiene grandes peligros, solamente debe practicarse con precaución y siguiendo estrictamente las instrucciones del profesor. Además, para evitar lesiones, es necesario realizar estiramiento y precalentamiento antes del comienzo de cada clase y una buena elongación al final.
“Debe adaptarse el elemento de trabajo, en este caso la tela, a las posibilidades físicas de cada alumno, sin importar el sexo, para que el alumno, aunque tenga sobrepeso, poco control de su cuerpo o no haya practicado actividad física alguna anteriormente, pueda hacer una clase sin sentirse frustrado y sin sufrir lesiones”, aseguró Surbán, quien además agregó: “También puede realizarse este deporte de manera autodidacta, ya que hay mucha información en internet; allí se consiguen datos desde como subir a la tela hasta cómo realizar trucos y figuras, aunque igualmente siempre es recomendable tener a alguien que nos ayude y controle”.
Esta actividad se realiza en una tela que, generalmente, está confeccionada con jersey de seda o acetato, la misma debe colgarse de una columna, de una barra o incluso puede colgarse de un árbol, si se practica en casa o al aire libre. La altura mínima debe ser de tres metros. La tela debe tener entre doce y quince metros, ya que al amarrarla queda a la mitad de su longitud y debe sobrar tela para poder realizar las maniobras.
La profesora Surbán comentó: “Para protegernos en caso de una caída, y para evitar lesiones o para que éstas no sean graves, se utiliza un piso de goma como el que se usa para la práctica de Artes Marciales (Tatami), el objetivo es amortiguar un eventual golpe. Arriba del tatami se colocan colchones, en lo posible de dos plazas, para que cubran más espacio, porque a la altura en que trabajamos, si caemos, es posible que no caigamos directamente debajo de la tela”.