La concejala del bloque Unión por Córdoba de Mendiolaza, María Inés Maitinez Andrada, describió su carrera política y su visión sobre la gestión política actual de la ciudad.

Redacción El Milenio
Como presidenta actual del Partido Justicialista de la localidad de Mendiolaza, Maitinez se define como buena peronista, pero sin fanatismo por su afición política. Actualmente es presidenta también del Centro de Jubilados de la ciudad.
El Milenio: ¿Hace cuántos años que ejerce la política?
María Inés Maitinez Andrada: Mi carrera política comenzó desde pequeña, de toda la vida. Nací en una casa peronista, siempre viví dando testimonio del peronismo, del compartir, no del odio por el otro que tenga una idea diferente. Aprendí a ser una buena peronista, sin tener fanatismo, aceptando al otro.
Desde el año 1992 vivo en Valle de Sol, y cuando vine al pueblo, trate de unirme al partido pero nunca pensé meterme en política.
En Mendiolaza, nadie puede creer que siendo peronista y concejal de UPC sea capaz de apoyar un proyecto que presente el intendente Salibi, que lo respete y acepte su voluntad.
Soy de las que piensan que el que gana, gobierna bien o mal; el que pierde acompaña, pero sí tiene la obligación de acompañar bien, sin poner palos en la rueda.
EM: ¿Cómo surgió su candidatura en las elecciones pasadas?
MIMA: Un día nos fuimos con los viejos jubilados a Carlos Paz, y de ellos surgió la idea de postularme a la intendencia en 2011. Armamos el partido, presentamos la lista, quedo oficializada, llegaron las elecciones internas y creo que ganamos 220 a 9 votos.
En ese momento surgió todo lindo, se acercó mucha gente, pero era muy difícil ganarle a Salibi porque tenía una plataforma de gestión. Estaba muy bien conceptuado en la casa de Gobierno, es un político hábil.
En su momento, me hablaron de cadena de trampas, pero la realidad fue que Salibi ganó por cuarta vez los comicios.
EM: ¿Cómo ves la gestión política de Mendiolaza desde tu lugar de edil?
MIMA: Muy difícil, porque tenemos un crédito y una deuda muy grande. Por supuesto que desde una visión de la oposición hay muchos que dicen que “hicieron mal las cosas, se equivocaron, no defendieron, no presentaron escritos suficientes”.
Todo el mundo se puede equivocar. Lo que paso, pasó. El juicio millonario lo tiene la Municipalidad, por una con conexión de agua que se iba a hacer en el barrio de El Talar.
Y después está el concepto de la gente, de que todos los que integran la muni roban, por lo cual no pagan los impuestos. No sé si el 30 por ciento pagan los impuestos.
Ahora con la inundación, hay un grupúsculo de vecinos que van al Concejo a tratarnos de asesinos, de responsables del desmonte.
Siempre tratan de hacer leña del árbol caído. Tratan de aprovecharse de la situación y utilizar a los inundados con un fin político. La gente se da cuenta del teje y maneje.
EM: En cuanto al proyecto de El Terrón ¿Qué posición tiene?
MIMA: Yo nunca aprobé el proyecto del terrón. Este plan se presentó y por supuesto que la Municipalidad lo derivó a donde tiene que ser: al Concejo. ¿Y qué dijo el Concejo? No se puede hacer nada, sin antes cumplir con los requisitos del medio ambiente. Entonces se mandó a la provincia de Córdoba, lo estudiaron geólogos, gente que está dentro del área hídrica, personas especializadas. Vieron que no hubo ningún impacto ambiental, y dijeron que sí, que era viable para dar la autorización administrativa.
Cuando observamos el proyecto, se iban a sacar algunos árboles, pero también reforestaban. A su vez, se planteó el tema de dónde se iba a sacar el agua para el riego de la cancha de golf. Y ésta no sale del agua corriente, van a tener todo un sistema de cisternas propias.
Pero no conformes los vecinos, apelaron a la Justicia, y se tuvo que efectuar todo un estudio nuevo de impacto ambiental a foja cero, con técnicos y geólogos.
La Justicia dictaminó que no había un impacto ambiental nocivo como dijo la Provincia, y la apelación salió a favor de los desarrollistas.
El progreso es muy difícil frenarlo.