Redacción: Alejandra Boldo. periodico@elmilenio.info Participaron: Martina Riso, Olivia Acuña y Candelaria Ottaviani (4to IMVA). Francesca Arce y Guillermina Bola (4to IENM).
Dicen que la blockchain (“cadena de bloques”) llegó para revolucionar la vida de todas las personas, tanto como lo hizo en su momento la propia internet. Aunque para muchos suene desconocido, los especialistas anticipan que esta tecnología, en la que se basan las criptomonedas, transformará la manera en que invertimos, pagamos y consumimos.
Pero, ¿qué es la blockchain, para qué sirve y por qué esta enorme base de datos es considerada el futuro del universo digital? Para responder estas y otras preguntas, El Milenio conversó con María Eugenia Lario, ingeniera en Sistemas y fundadora de OpenBlock, un emprendimiento que, desde el corazón mismo de Salsipuedes, propone soluciones innovadoras a través de blockchain para empresas y pymes.
Blockchain es, en esencia, una base de datos descentralizada que se guarda en varias computadoras y que crece constantemente a medida que se le agrega nueva información o “bloques”, formando una cadena que no puede modificarse ni eliminarse. Así, permite administrar un registro de datos compartidos y en línea, que se caracteriza por ser verificado, seguro e inamovible.
Entre otras cosas, es la tecnología que hay detrás del bitcoin y otras monedas digitales. “Las criptomonedas son sólo una parte de la tecnología blockchain. Bitcoin surgió gracias a la blockchain. Es como el correo electrónico sin internet, simplemente no puede existir”, graficó la ingeniera e integrante del laboratorio de investigación de la Universidad Tecnológica Nacional Regional Córdoba, donde se concentra en el modelado de contratos inteligentes para blockchain.
La gente empezó a preguntarse si la tecnología blockchain podía extenderse a otros ámbitos de la vida de una persona común y corriente. En teoría, blockchain ayuda a reducir los costos de verificar transacciones y crear nuevos mercados. De hecho, siempre hay alguien en algún lugar intentando desarrollar procesos en una cadena de bloques. Como María Eugenia, desde Salsipuedes.

Soluciones innovadoras
OpenBlock es una empresa que ofrece soluciones tecnológicas con blockchain. Actualmente, se enfoca en aplicar esta herramienta a la trazabilidad de alimentos, como forma de garantizar su seguridad desde el campo hasta la góndola. Este enfoque tiene un impacto directo en la competitividad de los productos y el acceso a mercados internacionales.
En ese sentido, María Eugenia destacó la importancia de entender la relación entre trazabilidad y blockchain. La trazabilidad implica rastrear un producto desde su origen hasta su destino final, y la blockchain garantiza que esta información sea inmutable y transparente. Esta combinación es esencial para alcanzar la confianza de los consumidores y para cumplir con los requisitos de exportación.
“En la blockchain todo está conectado, así que no se puede modificar. Entonces, como consumidor, por ejemplo, podés escanear un QR en un paquete de arroz y ver quién fue el productor, quién fue el transportista, qué agroquímicos le pusieron a ese arroz. Y esos datos no se pueden alterar”, ejemplificó Lario.
Para la especialista de Salsipuedes, el principal inconveniente de la blockchain, es el propio desconocimiento de la tecnología, que a veces genera desconfianza en las empresas. “Por eso nosotros como startup siempre capacitamos. Lo primero es evangelizar, aprender de qué se trata. Hay empresas que sí conocen y tienen su área de sistemas, entonces están más abiertas, pero hay otras que no. Por eso lo primero que buscamos es esa apertura del conocer de qué se trata la tecnología”, remarcó.

El techo de cristal
Consultada sobre el lugar de las mujeres en el desarrollo de las empresas vinculadas a las criptomonedas y la blockchain, Eugenia reconoció que no hay muchos proyectos impulsados por agentes femeninas. “En América Latina está todavía ese bendito techo de cristal. Aunque Argentina particularmente está muy avanzada con respecto a Honduras o El Salvador, por ejemplo. Centroamérica está muy por atrás con respecto a las mujeres en puestos de liderazgo en tecnología”, comentó.
Lario recordó que cuando comenzó la universidad, había muy pocas mujeres estudiando Ingeniería en Sistemas. “Hoy la realidad es otra, hay muchas chicas programadoras que son muy buenas en lo que hacen”, comentó.
En este sentido, para la ingeniera, la blockchain favorece la inclusión laboral de las mujeres en un ámbito originalmente masculino. “Es una tecnología relativamente joven y permite construir un ambiente tecnológico más igualitario entre hombres y mujeres”, sostuvo la también integrante de Hyperledger Latinoamérica Regional Chapter, desde donde promueve la inclusión de la mujer en la tecnología organizando charlas con destacadas personalidades del sector.

El metaverso y las criptomonedas
Metaverso es un término que cobró popularidad en los últimos tiempos y representa una revolución en la forma en que interactuamos en el mundo digital, la forma en que las personas se conectan y hacen negocios.
María Eugenia Lario destacó el potencial de este entorno multiusuario que fusiona la realidad física con la virtualidad y la importancia de prepararse para esta próxima era digital. “Los expertos dicen que para 2026 las personas van a pasar una media de tres horas en el metaverso capacitándose, en reuniones o vendiendo. De hecho, en ese universo posrealidad ya hay varias empresas que están comprando su terreno para hacer sus negocios”, reveló.
En cuanto a las criptomonedas, María Eugenia recomendó estudiar y entender a fondo este campo antes de invertir. Además, es crucial distinguir entre proyectos legítimos y posibles estafas.
Por último, la emprendedora destacó que la blockchain es lo que el internet fue hace 30 años. Y advirtió que las empresas que no adopten esta tecnología están en riesgo de quedarse obsoletas.