- Por Lucia Cardozo
- 6to Año, Instituto Milenio Villa Allende
- periodico@elmilenio.info
(El mundo) – Mercurio se encuentra a casi 58 millones de kilómetros del Sol, es el planeta más cercano a nuestra estrella y tiene un diámetro muchísimo más pequeño.
Se trata de 4.879 kilómetros frente a los casi 1.4 millones de kilómetros de diámetro del Sol.
Por estas combinaciones entre tamaños y distancias, el tránsito de este planeta será visto desde la Tierra como un punto negro que se desplaza por horas frente al Sol (aunque su desplazamiento parezca lento será a una velocidad aproximada de 241.000km/h).
Según recomienda la página www.meteored.com.ar, para poder observar este fenómeno vas a necesitar sí o sí protección ocular especial, porque mirar directamente al Sol causa serios daños en tu visión de manera irreversible, incluso hasta puede generar lesiones que derivan en la ceguera.
Es por eso que, para disfrutar correctamente de este show de la naturaleza es muy importante que sigas las recomendaciones al pie de la letra. NO podes usar: radiografías, vidrios ahumados, lentes de Sol de ningún tipo, negativos de fotos, etc. Ningún método casero de observación directa es seguro.
Debido al tamaño aparente de Mercurio visto desde la Tierra, es imprescindible el uso de instrumental óptico para ver el tránsito. Incluso si tenés lentes especiales homologados para ver eclipses de Sol, no podrías percibir nada, porque se trata de un punto negro muy pequeño desfilando por delante del disco solar.
Lo ideal es contar con un telescopio o binoculares con filtro solar especial para estos casos. Si tenés cualquiera de esos dos elementos pero no tenés el filtro especial NO los uses porque dañarías de manera muy severa tu vista. ¡No corras el riesgo!