Patricia Vera se encadenó para reclamar por el nuevo edificio de la Escuela Especial Prof. Luis Morzone de Unquillo ante la falta de respuestas de las autoridades municipales, provinciales y nacionales.

- Por Prof. Mabel Tula
- y Jeremías Leites
- 4to Año, Instituto Educativo Nuevo Milenio
- redaccionweb@elmilenio.info
Patricia Vera, es la mamá de Vanesa, una joven de 15 años con discapacidad intelectual, que junto con decenas de familias y estudiantes espera desde hace más de una década que el nuevo edificio de la Escuela Especial Profesor Luis Morzone de Unquillo se termine de construir.
Ante la falta de respuestas de las autoridades municipales, provinciales y nacionales, sumado al deterioro del establecimiento actual, la mujer decidió encadenarse desde hace dos días en la construcción del colegio ubicada sobre la Avenida San Martín al 1.400.
Entrevistada por El Milenio, Marcela Prados, actual directora de la institución educativa unquillense, manifestó su preocupación por Patricia Vera.
“Lo que nosotros vemos es que está prácticamente parada la obra. Esto es lo que ha motivado a la mamá a tomar esta medida”, explicó a este medio.
EM: ¿Cuál es el reclamo de esta mamá?
Marcela Prados: Esta medida tan extrema que ha tomado la señora tiene que ver con una postergación ya cada vez más importante respecto a la entrega del edificio que estamos esperando hace catorce años y medio.
Las fechas eran, primero el 30 de abril, después el 30 de mayo y después de ese día en adelante hubo un gran silencio de parte de las autoridades del Ministerio de Infraestructura de la Provincia, y de la Nación.
Esta falta de respuesta a generado una tensión muy grande. Lo que nosotros vemos es que está prácticamente parada la obra. Esto es lo que ha motivado a la mamá a tomar esta medida.
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EM: La decisión de la mamá: ¿Es una medida particular o ha sido conversada con el resto de los familiares?
MP: Ella es la que ha generado las catorce marchas que ya se hicieron y siempre dijo que, llegado el momento, iba a encadenarse. Muchos no compartimos esta decisión que ha tomado, es una cuestión que nos angustia, no queremos tener una mamá encadenada.
Ha sido una decisión personal de ella; pasan las horas y yo estoy todo el tiempo pensando en que esa señora está ahí.
EM: ¿La mamá pasó la noche encadenada?
MP: No, ella a la noche se va a su casa y vuelve a las 7 de la mañana, de eso la convencimos desde el primer día porque, además, es una señora que es epiléptica, sufre convulsiones habitualmente, así que nos tiene muy muy preocupados.
EM: ¿Vera tiene más hijos?
MP: Sí, cinco hijos. Una de ellas es Vanesa, estudiante de esta escuela en Nivel Secundario. Tiene 15 años y una discapacidad intelectual.
EM: Si esto continua así, Vanesa se va a recibir y no va a poder disfrutar del colegio nuevo…
MP: Al igual que mucho de los chicos. Nos da tristeza ver que se van las camadas de estudiantes todos los años y se quedan con la ilusión de pisar, aunque sea un par de meses, el edificio nuevo.
Este año egresan cuatro estudiantes más y al paso que vamos creemos que también van a terminar el secundario sin poder tener la escuela nueva.
Te recuerdo que es solamente un pasillo y medio, además, son seis aulas las que van a entregar, una sola batería de baño y no sabemos a qué baño vamos a ir los docentes. Por lo pronto, estamos en condiciones muy limitadas; es decir, no es que está encadenada para lograr una finalización de obra, estamos muy alejados de eso.
EM: ¿Después faltaría el mobiliario?
MP: Respecto al mobiliario, se ha estado comunicando el Ministerio de Infraestructura de la Provincia preguntándonos sobre las necesidades, yo le contesté que hace meses mandé un mail con los requerimientos. Pidieron que reenvíe el email y lo reenvié. Me dijeron que están viendo qué cosas de lo que pedí pueden mandar, que no sería un envío completo.
EM: Y también el hecho de trabajar en un espacio en el que permanentemente van a haber obras, ¿no?
MP: Sí, también eso es una cuestión a ver antes de meterse porque todavía hay pozos, cables, hace falta un cerramiento total y absoluto del sector de obras.
EM: ¿Han tenido algún tipo de respuesta?
MP: Se ha presentado Javier Taborda, de emergencia edilicia de la Provincia, quien ha tratado de hablar con la mamá encadenada para que deponga esta decisión, y le dijo que antes del 9 de septiembre estaríamos ya con el edificio habilitado, y Patricia por supuesto, absolutamente descreída por tantas promesas postergadas, le dijo que mejor si eso sucede, pero que ella iba a permanecer encadenada.
Del Ministerio de Educación aún no se han presentado autoridades, de la Municipalidad de Unquillo tampoco, así que nos sentimos bastante solos en ese sentido.
EM: Marcela, ¿Cuántos estudiantes tiene la institución hoy?
MP: 75, en Nivel Primario y Secundario.
EM: ¿Qué opina sobre el video que difundió la Municipalidad sobre el edificio nuevo?
MP: Ese video generó bastante polémica, primero, porque parece transmitir que es una obra de la Municipalidad y no lo es, segundo la manera en la que presentan la información, ya que parece transmitir que tenemos salas de informática y gabinetes cuando yo te estoy contando que estamos viendo cómo vamos a compartir el espacio.
No refleja la realidad de los recursos que la obra presentaría. Por eso, la comisión del edificio de la escuela -formada por padres y docentes- hizo un contra video en donde dijimos qué cosas son mentira. Sobre eso, no hemos tenido mayores repercusiones.
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EM: Para finalizar: ¿Cuántas escuelas especiales hay en Sierras Chicas?
MP: Dos. La Escuela Juana Manso en Villa Allende y la Escuela Morzone en Unquillo, pero ambas tenemos anexos. Por un lado, el anexo de la Juana Manso en Río Ceballos y en Los Molles y el anexo del Morzone en El Pueblito.
Son cinco centros educativos especiales en el corredor. La escuela Juana Manso también está luchando por un edificio nuevo, y ellos están igual o peor que nosotros; sólo falta que se visibilice también su situación.