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Guido Buffo, un ser con espíritu fuerte

El 12 de marzo de 1885, nace en Treviso, Italia, Guido Buffo. Dicen quienes lo contemplan, era una especie de hombre renacentista, una suerte de Leonardo Da Vinci contemporáneo. Artista y científico, cultivó varias disciplinas: música, pintura, geología y astronomía.
  • Colaboración: Mabel Tula (Fundación Guido Buffo: Ciencia, Educación y Arte).

Se llamaba Guido y su apellido Buffo, era italiano, tierra donde se apellidan con esas llamativas dobles letras que tanto abundan en Argentina. Su historia de amor con el país del mate y el dulce de leche comienza durante la primera mitad del siglo XX, como la de tantos europeos que eligieron estas lejanas tierras para domarlas y transformarlas para siempre.

Volviendo el tiempo atrás, Guido Buffo llegó muy jovencito a la Argentina, mas precisamente en el año 1910, invitado como artista, porque era un pintor muy reconocido en Italia. Vino a exponer por los grandes festejos nacionales a raíz del Centenario de la Revolución de Mayo.

Guido Buffo nació en Italia, Treviso, Véneto, el 12 de marzo de 1885. Su padre fue don Gerónimo Buffo y su madre doña Vendramina Gobbo.

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En el ámbito cultural, conoce en Córdoba a quien después fue su esposa, Leonor Allende,  ya que ella era periodista y escritora (Fue la primera periodista cordobesa). Fue en un encuentro que tuvieron, ya que ella lo invitó a Buffo y le pidió que ilustrara una novela que había escrito. De esta manera se encariña con la ciudad mediterránea.

Ambos quedaron enamorados de la zona de Los Quebrachitos, nada más y nada menos que en su luna de miel, es que decidieron pasar unos cuantos días en el lugar de retiro que se conoce como Don Bosco, ubicado en el histórico Cabana (Unquillo). En sus salidas a caminar, descubrieron que había 50 hectáreas que se vendían y se enamoraron de ese lugar. Varios años después, pudieron adquirir las mencionadas hectáreas, pero lo tenían como un predio de vacaciones.

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Realiza sus primeros estudios en el Gimnasio Liceo e instituto técnico de Treviso y cursos en Venecia  bajo la conducción de Luigi Nono. Luego se recibe en  la Escuela de Bellas Artes M.E. Marcel de París. Domina cuatro idiomas: Latín, español, italiano y francés.

Otro dato para aclarar, es que en un principio ellos no decidieron ir a vivir a la reserva por la enfermedad de la Tuberculosis, que afectó tanto su esposa como su hija, sino que ellos fueron construyendo de a poco ese lugar, por lo que a la casa la tenían para vacacionar.

Generalmente, lo hacían una vez al año y en verano, esto se debía a que Guido Buffo comenzó a crecer en toda Argentina, y además, de ser docente de dibujo y pintura, en el Nivel Primario, Secundario y Terciario, llegó a tener un cargo muy alto en el Ministerio de Educación de La Nación. Por ende, él y su familia estaban instalados la mayor parte del tiempo en Buenos Aires, también lo hicieron en Rosario.

En su residencia de vacaciones recibían a gente importante de la cultura como el escritor Adolfo Bioy Casares 

Esa maldita enfermedad 

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Archivo.

Guido tuvo mujer y una hija, con las que compartió años muy felices de su vida. Sin embargo, tuvo la desgracia de perder a ambas a causa de la tuberculosis.

El matrimonio se estableció en Unquillo, cuando Leonor se puso mal de salud, a pesar de que había tenido durante muchos años esa enfermedad, la misma la desgastó mucho físicamente y terminó por apagarle la vida.

Por otro lado, tras fallecer su hija Eleonora Vendramina, el artista multifacético comienza a construir la famosa cripta, hoy conocida como la Capilla Buffo, esto fue 10 años posteriores a la muerte de su esposa.


Ya jubilado y acompañado por su hermana Claudia, la ciudad de los artistas fue el cobijo de sus últimos 30 años. En este duro trayecto solitario construye el campamento – parque de montaña de Villa Leonor de los Quebrachitos y se dedica a recibir las delegaciones de estudiantes de todo el país, para que puedan establecerse durante semanas y estudiar la naturaleza de Córdoba.

Finalmente, el artista sufre un fuerte ACV, hecho que lo tuvo dos años muy enfermo en la ciudad de Córdoba hasta que falleció el 13 de diciembre de 1960.

Observando la naturaleza Guido Buffo descubrió una nueva variedad de Isondú. Archivo.

Otro dato no menor, es que él dona todas sus propiedades al Ministerio de Educación de la Nación para que los jóvenes argentinos puedan aprender sobre naturaleza cordobesa.


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