Por Mirco Sartore. periodico@elmilenio.info
“Me sé expresar más fácil con una máquina de soldar que con una lapicera y las letras. La máquina de soldar, como lo dijo una vez un periodista, es una extensión de fuego de mis manos”, así habla a los 79 años Manuel Eduardo Solís, escultor, dibujante y referente cultural de Sierras Chicas y Córdoba.

Periódico El Milenio: ¿Qué piensa del arte moderno?
Manuel Eduardo Solís: El arte moderno a mí me sirve como una manifestación de la expresión humana, pero creo que es una cosa que se ha utilizado mucho como una herramienta de impacto, nada más.
EM: ¿Pero es también arte?
MES: Sí, es también arte, con las reservas lógicas. Una obra tiene que ser abstracta siempre y cuando esté apoyada en algo concreto. Porque la abstracción es siempre sobre algo que existe. La síntesis involucra algo concreto. Lo abstracto proviene de algo material. Va por allí la cosa.
EM: ¿Una obra de arte es infinita?
MES: Es totalmente infinita. Cuando es obra de arte. Cuando la obra se sostuvo en el tiempo y pasó a ser obra de arte, es infinita. Y si no pensá en un Miguel Ángel. ¿Cuándo va a caer? ¿Cuándo va a desaparecer? Jamás.
EM: ¿El arte es belleza o es verdad?
MES: El arte debería o debe ser belleza. Ves una definición de obra de arte y por allí te dicen que es una obra que inspira armonía y belleza, pero muchas veces se ha logrado con cosas muy torpes obras de arte. Sin belleza se han logrado obras de arte. Yo he visto premiar en un salón un fardo de alfalfa.
“Me sé expresar más fácil con una máquina de soldar que con una lapicera y las letras. La máquina de soldar, como lo dijo una vez un periodista, es una extensión de fuego de mis manos”.
EM: ¿Usted considera que este último gobierno nacional ha recuperado la cultura tras la época neo-liberal?
MES: No, mentira. Totalmente mentira. No han recuperado absolutamente nada de nada. Han utilizado las cosas que ya existían, de las cuales algunas siguieron funcionando. Pero acá no ha habido nunca un plan de cultura, una política cultural realmente concreta.
EM: En el país.
MES: Sí, en el país.
EM: ¿Y en Córdoba?
MES: Tampoco.
EM: ¿Por qué cree que no lo ha habido?
MES: Posiblemente porque no haya habido sensibilidad por parte de los funcionarios para llegar a la actividad cultural. Pero también es cierto que acá se han hecho muchas cosas buenas, que fueron principalmente reformar y adaptar cuestiones de la ciudad de Córdoba en forma cultural. Te estoy hablando por ejemplo de la Ciudad de las Artes, que me parece una idea magnifica, que, salvo Bueno Aires, no la tiene casi nadie en el país.
EM: Trasladémonos a Villa Allende. ¿Cómo vio la gestión cultural de Colombo en estos cuatro años y cómo usted cree que va a ser la del “Gato” Romero?
MES: Bueno, acá no hay cultura. Acá no hay espacios culturales. En Villa Allende no tenemos ni un director de cultura ni un secretario de cultura. Hay un señor que se autodenomina director de cultura, turismo; todo junto y no es nada. Ojo, no estoy hablando de personas y que sea mala persona. Estoy diciendo que acá no hay política cultural.
“Yo puedo decir que soy autodidacta porque no me recibí en la escuela”.
EM: ¿Por qué no la hay?
MES: Primero, porque no saben nada. Acá lo poco que se hizo, se hizo a nivel doméstico y se confundió siempre el festejo con el hecho cultural. Una cosa es hacer una fiesta y otra un hecho cultural.
EM: Vayamos a su oficio. De lo escultores argentinos, ¿quién le gusta? De los nuevos escultores argentinos que han surgido en los últimos veinte años, ¿cuál le parece que es bueno? ¿Cuál le parece que tiene futuro?
MES: En nuestro país se han dado muchos artistas. Hace muchos años que la escultura funciona bastante bien en Argentina. De los contemporáneos, en mi opinión, Antonio Pujía es uno de los mejores escultores que tenemos en nuestro país. Es un hombre muy concreto.
EM: En general, ¿usted ve a la escultura argentina en buen estado?
MES: La escultura argentina ocupa uno de los mejores lugares en el mundo. Tiene un lugar privilegiado.
EM: Su maestro fue Mario Rosso. ¿Todo artista, todo escultor, necesita tener un maestro o el maestro se puede manifestar a través de las obras como una influencia?
MES: En la escultura es necesario un maestro. Y este tiene directa responsabilidad sobre el alumno y lo forma a su medida.
EM: ¿Hay grandes escultores autodidactas?
MES: Pocos. Yo puedo decir que soy autodidacta porque no me recibí en la escuela, pero me formé al lado de maestros como Mario Rosso, como Suárez, entre tantos.