- Colaboración: Renata Pagnucco y Pedro González (4to IENM). Ignacio Biglia y Pedro Camussi (4to IMVA).
El astroturismo nace como un movimiento turístico-científico que busca revalorizar la riqueza que ofrece el cielo nocturno. Espectáculo que, si bien la humanidad puede disfrutar hace milenios, desde la llegada de la electricidad y el avance de la urbanización, se está perdiendo cada vez más.
“Se estima que más del 80% de la población mundial vive en los grandes centros urbanos donde, por culpa de la contaminación lumínica, ya no se puede mirar las estrellas”, comentó a El Milenio el prestador de turismo alternativo y especialista en astroturismo cultural, Jonatan Mira.
“Casi sin proponérnoslo, estamos creando las primeras generaciones de seres humanos que directamente no conocen las estrellas”, añadió con preocupación el también responsable de Latinoimaginarios, una prestadora de servicios turísticos y fotografía basada en la observación del cosmos.

Interés creciente
Atendiendo a este contexto, los lugares con baja o nula contaminación lumínica cobran nueva relevancia como atracciones naturales y, de la misma manera, crece su valor “astroturístico”. Precisamente en Sierras Chicas, las localidades de Río Ceballos y Salsipuedes son las que llevan la delantera en cuanto a esta novedosa propuesta.
“Dependiendo de la época del año, en nuestro territorio se pueden observar diferentes espectáculos naturales”, manifestó Mira y ejemplificó: “En invierno se puede apreciar el brazo espiral de Sagitario, mientras que, en verano, se observan mejor las diferentes constelaciones que brinda el brazo de Orión”.
Fuera de Sierras Chicas, esta práctica también se puede realizar en sitios como el Observatorio Astronómico de Córdoba, la Estación Astrofísica de Bosque Alegre y la Reserva Natural Municipal Villa Cielo, ubicada en Capilla del Monte, donde el mítico Cerro Uritorco ofrece uno de los mejores escenarios en todo el país para contemplar el cosmos.
No obstante, independientemente de donde se realice esta caminata nocturna de observación astronómica, desde la Agencia Córdoba Turismo aconsejan siempre realizar los recorridos en compañía de prestadores turísticos habilitados, quienes por medio de charlas, explicaciones, observación y fotografías podrán ofrecer una experiencia segura e interesante.
En este punto, Jonatan aclaró que es importante no confundir esta actividad con otras similares como el trekking nocturno. “Esta última apunta a recorrer distancias, mientras que en el astroturismo lo importante es la observación del firmamento”, señaló.

“El 80% de la población mundial vive en grandes centros urbanos lumínicamente contaminados. Estamos creando las primeras generaciones de seres humanos que no conocen las estrellas”
Jonatan Mira
Derecho invisible
El experto también destacó que esta contemplación es un derecho de todas las personas, reconocido en 2007 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en la Declaración sobre la Defensa del Cielo Nocturno y el Derecho a la Luz de las Estrellas.
La misma considera que la progresiva degradación del cielo nocturno ha de ser considerada como un riesgo inminente que hay que afrontar, de la misma manera que se abordan otras problemáticas ambientales y patrimoniales.
Vale señalar que, además de impedir la visión nocturna de las estrellas, la contaminación lumínica también trae aparejada otros problemas, como el trastorno en el ciclo de sueño de animales e insectos e incluso un innecesario gasto energético y calórico.
La declaración también establece que todos los gobiernos deben promover el uso racional de la iluminación artificial, de tal forma que el resplandor que provoca en el cielo se reduzca a un mínimo aceptable.

Conociendo los astros
En cuanto a las actividades que se pueden desarrollar durante una excursión astronómica, Jonatan explicó que las mismas pueden ser muy variadas, dependiendo de si se busca una experiencia más cultural, científica o simplemente contemplativa.
Dentro de esta última intención entra la “astrofotografía”, que apunta a utilizar el imponente firmamento lleno de estrellas como escenario para fotografías entre amigos, familiares, parejas, etc.
A nivel más científico, las excursiones utilizan equipos especiales como telescopios o binoculares para contemplar constelaciones o estrellas en concreto, a la par que los guías comparten conocimientos básicos de astronomía que orientan la mirada.
Tal es el caso del evento ocurrido en septiembre de este año en Río Ceballos, en el marco del cuarto encuentro de astroturismo “El Cielo que nos Abraza”, que logró congregar a un gran público en las inmediaciones del histórico Cristo Ñu Porá.

Por último, el astroturismo cultural apunta a que los participantes puedan apreciar el firmamento “lo más parecido al que veían los pobladores originarios hace cientos de años”. “Sin contaminación lumínica y tampoco utilizando telescopios o lentes especiales, solo dejándose llevar por la atmósfera y el relato de historias donde el cielo es el único protagonista”, agregó el guía turístico.
En este sentido, el guía recordó como una veintena de participantes disfrutaron de esta experiencia a principios de año en Salsipuedes. Jonatan resaltó que aquella propuesta fue posible gracias al gran trabajo del municipio local, que dispuso seguros, ambulancias y demás medidas de seguridad y cuidado para todos los presentes.
Aquella noche de otoño, los participantes pudieron observar, desde la Gruta de la Virgen del Valle, todas las luces que el cielo sierraschiquense tenía por ofrecer. También pudieron conocer diferentes historias y relatos sobre cómo los antiguos moradores de la zona utilizaban las estrellas para guiarse durante sus viajes y campamentos.
“Esa noche se generó un clima muy lindo y especial, donde muchas personas se olvidaron de todos sus problemas para dejarse llevar por la inmensidad del espacio”, sintetizó el entrevistado.
