El Milenio

Noticias de Sierras Chicas

De la pasión a la comunicación

Con solo 21 años, Lucas Tosolino se ha convertido en un promotor incansable de la comunicación científica y la educación ambiental. Entre las ganas de aprender y enseñar, el joven estudiante de Biología disfruta compartir su entusiasmo con todo tipo de audiencias, ya sea por las redes sociales de Hablemos de Ciencia, en charlas TEDx, al frente de un aula o en talleres con Agenda Ambiental Córdoba.
  • Colaboración: Jerónimo Correa, María Paz Lissera y Vittorio Lenti (4to IMVA). Lara Heredia (4to IENM).

Al presentarse, Lucas Tosolino no se avergüenza en llamarse a sí mismo “ñoño”. Lo cierto es que el joven oriundo de Río Ceballos es un estudiante destacado en ciencias hace tiempo. Su curiosidad empezó a los 5 años, cuando un taller de paleontología despertó su atención. “La ciencia siempre estuvo presente en mi vida”, sonríe el sierrachiquense de 21 años.

Cursando actualmente dos carreras (Ciencias Biológicas y Profesorado de Biología) en la Universidad Nacional de Córdoba, Lucas ha encontrado su pasión. Con convicción, el joven afirma que la ciencia es un estilo de vida y así lo promueve. 

“Como estudiante pasé por diferentes actividades de extensión universitaria que me hicieron dar cuenta que se puede comunicar la ciencia y hacer que las personas se acerquen con acciones concretas”, comenta a El Milenio y añade: “Me considero un comunicador más que divulgador. No es que yo tengo el conocimiento y te lo transmito, sino que hay un ida y vuelta. Es más, creo que todos tenemos algo para decir al respecto de la ciencia, porque la vivimos día a día”.

Además de ser estudiante, Lucas participa de Agenda Ambiental Córdoba, una ONG que promueve y potencia eventos de educación y accionar con la naturaleza en toda la provincia. Su rol es el de fomentar la educación ambiental con actividades como campamentos, salidas de campo, reforestaciones y talleres para toda la comunidad. “Siempre tratamos que la gente empiece a acercarse al ambiente y a valorarlo”, resume.


Sin embargo, no todo su conocimiento se vuelca ahí. Con muchas ganas de seguir en movimiento y promover saberes, Lucas y tres amigos (Lihue Ferro, Joaquín Ferreyra y Martín Soria) crearon un proyecto digital denominado “Hablemos de ciencia” que hoy reúne más de 4500 seguidores.

Esta iniciativa trata de captar la atención de los cibernautas con preguntas “simples” como ¿Por qué los libros huelen tan bien? ¿Qué pasa si un rayo cae en la arena? o ¿Por qué brillan las luciérnagas?, que responden a través de videos en sus redes sociales.

“Al salir de la secundaria nos dimos cuenta de la gran ausencia de canales que transmitan conocimiento científico, entonces decidimos crearlos nosotros mismos”, cuenta el joven. “Tratamos de llegar principalmente a los más pequeños, niños, niñas y adolescentes que el día de mañana van a ser los y las profesionales que van a poder hacer los cambios que nosotros estamos tratando de implementar”, proyecta Tosolino.

La gran repercusión de su proyecto los llevó a trabajar con el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la provincia y se sumaron a la iniciativa ‘Kermes de ciencia’, evento destinado al público infantil. “La ciencia, lamentablemente, está muy condicionada. Necesitamos que más jóvenes quieran ser científicos porque hay mucho por hacer”, dice el sierrachiquense que sigue apostando a compartir su saber y, sobre todo, su entusiasmo.

“Lo importante es democratizar el conocimiento, democratizar la educación, porque si el conocimiento no llega a las personas, ¿para qué estamos produciendo conocimiento?”

Lucas Tosolino

El Milenio: ¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto actualmente?

Lucas Tosolino: Ahora estamos preparando el Torneo Científico Universitario, una especie de olimpiada de ciencias, como las que siempre veíamos en escuelas secundarias, pero, por primera vez, a nivel facultativo.

Este torneo científico abarca a casi 500 estudiantes de todas partes del país y de diferentes carreras. Estamos trabajando con el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Córdoba y con varias instituciones que por suerte están abriendo mucho las puertas a los jóvenes. Eso está bueno porque es un lugar que tenemos que ocupar y es cuestión de seguir ahí, armando redes. Mientras más personas seamos, mientras más miradas podamos aportar, mejor.

EM: ¿Cómo ves tu carrera como comunicador científico en un futuro? ¿Hacia dónde te dirigís?

LT: Estoy seguro que la educación es donde quiero desenvolverme y es la solución para muchísimos de los problemas que tenemos hoy en día. Seguramente empiece a trabajar en algún secundario, en la facultad o en donde se abra alguna puerta. 

Con el tema de la divulgación científica, hay que remarla un poco en dulce de leche, Argentina está muy lejos de otros países en ese sentido. Acá hay excelentes comunicadores y muchas veces no pueden vivir de esto, pero eso no nos tiene que desmotivar.

En mi caso, me tengo que formar como científico, como divulgador, pero me vendría bien en este contexto formarme un poco como “influencer”, hacerlo monetizable para generar ingresos. Es un desafío. 

Puedo estar haciendo una investigación excelente, pero si queda en un documento que lo pueden leer cuatro personas, se termina privando al resto del saber. Lo importante es democratizar el conocimiento, democratizar la educación, porque si el conocimiento no llega a las personas, ¿para qué estamos produciendo conocimiento?

EM: ¿Cuál es el mayor desafío que implica divulgar información científica en Sierras Chicas?

LT: Yo noto que en nuestra región la sociedad está muy concientizada de las problemáticas ambientales, y tienen muchos conocimientos sobre plantas nativas, sobre animales, las dinámicas de ecosistema, es decir, hay una noción muy clara de lo que es el ambiente.

Creo que falta un poco que se implementen más actividades, como olimpiadas y ferias de ciencia. Ese tipo de jornadas permiten que estudiantes de una zona entren en contacto con alumnos de otras partes de Córdoba y de Argentina. Con el trabajo en equipo, se potencian los conocimientos y es muy linda la dinámica que se arma. 

Pienso que todas las personas tienen ganas de acercarse a las ciencias, no sólo a las ciencias naturales, las ciencias en general, y falta ahí un nexo. Creo que la divulgación y comunicación científica son la mejor manera de que la gente se apasione por lo que quiere. Eso nos vendría bien como sociedad.