- Por: Valentina Romaniello y Nicolás Barrera (IENM)
Caso Juana Manso
Hace 17 años que la escuela Juana Manso, una escuela para niños y niñas con discapacidades, se encuentra funcionando, sin embargo, nunca contó con un edificio propio y desde el 2018 su sede se ubicaba en una casa alquilada en Río Ceballos.
Si bien, el intendente, Hector Baldassi y las autoridades del Ministerio de Educación explicaron en el año 2021 que dicho edificio iba a ser vendido, también se habían comprometido a construir un nuevo edificio apto para los estudiantes a fines de abril, ubicándolos en un predio en Barrio Loza en el cual también se encuentra una escuela primaria.
No obstante, hace 15 días atrás, las familias de los estudiantes fueron notificados que no se les renovará el contrato de alquiler ya que la propiedad fue vendida y a partir del día martes 31 de mayo, los alumnos no podrán asistir a la escuela.
En consecuencia, el pasado lunes 30 del mismo mes, los padres de la institución realizaron una toma pacífica en las puertas del colegio, entre ellos Betina, madre de un alumno de la escuela, quien exclamó que los padres y los chicos están sufriendo “una constante falta de empatía por parte de las autoridades”.
Según explicó la entrevistada a El Milenio: “Quisimos visibilizar nuestra problemática, porque los chicos no son objetos, porque sentimos que realmente no hubo un interés en lo que necesitan y lo vivimos como un atropello a sus derechos básicamente”.
Por consiguiente, la Municipalidad optó por ofrecerles la posibilidad de mudar a los niños a otra sede en la Dirección de Discapacidad, sin embargo esta sede era aún más pequeña y no contaba con baños adaptados ni suficiente capacidad para todos.
Es importante recalcar, que la institución cuenta con 29 estudiantes de primaria y secundaria, cuyos abordajes son específicos y personalizados para cada uno de ellos, lo que dificulta el traslado desde una locación a otra.
Según lo que expresa Betina y el resto de padres: “todos estos cambios no son buenos para ellos, por eso queríamos que se cumpla lo que se había dicho y que no estén de un lado para otro ya que esto es lo que duele a los padres y a los profesores”.
Ante esta situación, actualmente los padres y directivos están a la espera de una respuesta definitiva por parte de la municipalidad y la Secretaría de Educación Especial para el retorno a clases.

Testimonio de Betina, madre de Simón
Según lo que explicó Betina al colegio Nuevo Milenio, su hijo Simón ha asistido a la institución no especializada donde detalla que nunca tuvo problemas con los tratos de sus compañeros, ya que ellos siempre lo aceptaron.
No obstante, a medida que su hijo iba creciendo, surgió la necesidad de buscar un tipo de atención más personalizada, lo que la llevó a inscribir a Simón en Juana Manso.
Y es importante aclarar que a la entrevistada le sorprende que a veces, la exclusión no proviene de los niños, si no de los adultos y exclama que la docencia no está capacitada para formar chicos con discapacidades.
Finalmente, Betina expresa su agradecimiento con el apoyo de las autoridades pero también menciona: “si llegamos a ver que no se cumple alguna de las garantías básicas para nuestros chicos, iremos seguramente a un abogado. No vamos a permitir un atropello más”.