Colaboración: Gabriela Carrera – Amondine Hoet (IENM) y Agustina Ruiz – Malena Serra (IMVA)
Desde 1980 existe el “World Universities Debating Championship” o también conocido como el Campeonato Mundial de Debate de Universidades, donde participan más de 300 equipos representando a universidades de diferentes parte del mundo.
El objetivo de este torneo es promover el debate y la oratoria como herramientas indispensables para solucionar conflictos y compartir ideas entre los más jóvenes.
Si bien en Argentina, los torneos de debate no son tan publicitados en los medios masivos, se trata de verdaderos fenómenos en el mundo universitario a nivel mundial donde instituciones como Harvard, Oxford o Yale, hace años que dominan este tipo de encuentros.
Vale destacar que los torneos de debate, crecieron tanto en el país, que desde 1996 existe la Asociación de Debate Argentina (ADA), una agrupación civil sin fines de lucro con personería jurídica, dedicada a la educación de jóvenes y adultos en oratoria y argumentación constructiva, promoviendo el debate en diferentes claustros universitarios.
Es más, tanto creció el interés por el debate, que este 2021, Argentina por primera vez en su historia contó con representantes en dicho encuentro, donde se destacaron la participación de dos jóvenes cordobeses: Germán Andrés Tamagno y Consuelo Alejandra Funes, ambos estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba.
“En marzo nos enteramos de la existencia de la existencia del mundo del debate y no dudamos en participar de él”, cuenta Tamagno a este medio.
De esta forma Funes y Tamagno, junto a sus compañeros de equipo: Marco Catella, Ilan Levy (Universidad Torcuato Di Tella), Gianluca Piran (Universidad de San Juan), Nicolás Seltzer (Universidad de Buenos Aires), Santiago Sozzi y Guadalupe Sferco (Universidad de CEMA), representaron al país en el WUDC 2021 celebrado en Corea del Sur a mediados del mes de julio.
Obviamente por el contexto de pandemia, dicho torneo fue desarrollado por Zoom y para poder llegar en excelentes condiciones se requirió más de dos meses, donde se practicó, debatió y coordinó todo por medio de varios encuentros semanales de hasta tres o cuatro horas de duración.
“Se manejó una variedad increíble de temas”, relató Consuelo a este medio. “Hablamos y debatimos sobre muchos temas que excedieron a lo político, como los I-sports, religión, la reunificación de las dos Coreas o incluso si los problemas ambientales deberían ser una preocupación global o local”, especificó la joven estudiante de derecho.
“Fue una experiencia linda, porque te obliga a interiorizarte en temas que muchas veces escapan a lo que sueles interesarte”, sintetizó.
“Fue un ejercicio interesante, muchas veces uno tiene que generar conocimientos de la nada. Te puede tocar argumentar de golpe sobre temas que no estaban pactados previamente y eso requiere que pensés con lógica, por ejemplo nos tocó opinar sobre los intereses de Rusia en el Ártico”, añadió Germán.
Debate en crecimiento

“Antes de la pandemia, si alguien quería participar tenía que viajar a Buenos Aires”, explicó a este medio Juan Cruz Minuzzi de la Universidad Siglo XXI, quien acompañó en todo momento a Consuelo y Germán en la preparación de este evento.
Vale destacar que Cruz es uno de los impulsores de los torneos de debate tanto en Córdoba como entras provincias argentinas en los últimos años.
“Lo que es el debate en Córdoba y lo que sería todo el interior del país, estaba bastante atrasado con respecto a lo que sucedía en Buenos Aires a nivel universitario”, relató.
“Luego de asistir a un torneo en Buenos Aires, con un compañero de la UNC, nos propusimos a traer el debate universitario a Córdoba también”, del dicho al hecho ahora son varias facultades tanto públicas como privadas, que cuentan con un torneo de debate donde practicar este interesante ejercicio de oratoria.
“Fue el lado positivo de la pandemia, gracias a la virtualidad logramos nuclear a toda esta gente y que participe de estos debates, formando y fundando nuevos clubes de debate, no solo en Córdoba, sino también en regiones como Cuyo”.
“El acompañamiento de los profes fue muy importante, nos ayudaban a calmarnos, a pulir estrategias, mejorar la dialéctica, la oratoria. Fue un acompañamiento muy importante el de Juan y el de Ada”, remarcó Tamagno.
Es más, Juan valora todo lo aprendido y vivido en el torneo internacional, porque demostró que la educación universitaria argentina está a la altura de este tipo de certámenes.
“Los chicos tuvieron que acostumbrarse al horario de Corea, que son casi 12 horas de diferencia”, comentó Cruz. “Se tenían que levantar a las 5 de la mañana solo para hacer el control de presencialidad y luego quedarse esperando hasta que terminen los debates alrededor del mediodía, fueron días muy intensos”.
La importancia de compartir ideas
“Dentro de la educación formal que nosotros tenemos, muchas veces no se le da la importancia que merece la oratoria. No se trata solo de una herramienta para el debate, es una herramienta para la vida”, opinó Funes.

“Saber cómo posicionarte, como entonar y seleccionar correctamente las ideas, ayuda a que una persona logre trasmitir el impacto que uno desea, que tus ideas queden y dejen una marca en las personas”.
“Recomendaría el debate a personas interesadas en participar en lo académico, lo político, lo social y que tengan a la lengua como una herramienta. Además les recomendaría participar a todas las personas que sean tímidas o introvertidas porque te esforzás a mejorar tu personalidad, acrecer y compartir tus opiniones”, añadió Tamagno.
“Este torneo de debate fue un puntapié para nosotros, porque no tenemos ninguna intensión de parar acá”, cerró Juan Cruz, quien además invita a cualquier estudiante universitario o secundario a formar su propio club de debate.