- Por Clara Angeletti y Amira López Giménez. periodico@elmilenio.info
Luego de un año donde educar a través de las pantallas cambió las rutinas y modos de encuentro entre estudiantes y docentes, el 2021 trajo la posibilidad de volver a las aulas. La nueva etapa, que comenzó a transitarse de manera escalonada el 1 de marzo, combina presencialidad y virtualidad como premisa principal (cada burbuja educativa asiste al colegio una semana y, a la siguiente, trabaja de manera remota).
Este sistema mixto, que se inserta en un contexto de estrictas medidas sanitarias diseñadas para el cuidado mutuo, implica novedosos modos de transitar el día a día escolar. Al respecto, Carolina Pesasi, representante legal del Instituto Educativo Nuevo Milenio de Unquillo, indicó que es primordial “entender que estamos en presencia de una nueva escuela”, para afrontar desde una postura consciente los retos que trae aparejados este sistema.
“El desafío es que todos cumplamos con el protocolo. De esta manera se puede generar un ambiente cuidado y seguro donde nuestros estudiantes tengan la oportunidad de aprender de la mejor manera posible”, explicó Pesasi y agregó: “Debemos construir de manera conjunta una ‘pedagogía del cuidado’ para garantizar que podamos permanecer en las aulas”.
Por su parte, Cecilia Bertone, representante legal de la Fundación Josefina Valli de Risso (FJVR), remarcó que, si bien la virtualidad “fue y es una gran herramienta”, nada reemplaza la posibilidad del encuentro presencial. En esta línea, consideró: “El mayor desafío es aceptar y respetar todas las disposiciones de seguridad que estamos incorporando a nuestras actividades diarias en el marco de un nuevo ritmo escolar”.
“Estamos muy felices de recibir nuevamente a los estudiantes, de convivir, de recuperar de a poco estos espacios que son tan necesarios en la vida de todos los niños, niñas y adolescentes”.
Cecilia Bertone (Representante Legal Fundación Josefina Valli de Risso).
Por una pedagogía del cuidado

Tanto el Instituto Educativo Nuevo Milenio (IENM) como el Instituto Milenio Villa Allende (IMVA) pertenecientes a la FJVR, abordaron con anticipación las preparaciones necesarias para el retorno a la educación presencial. Además de las tareas de mantenimiento y acondicionamiento de infraestructura, todos los miembros del personal, tanto docentes como no docentes, se capacitaron para garantizar la seguridad necesaria de todos los integrantes de la comunidad.
“Hemos estado trabajando arduamente, preparando las instalaciones y organizado los horarios, espacios y burbujas con los equipos de gestión para que esta vuelta sea paulatina, progresiva y rotativa, tal como lo sugiere el protocolo, sin perder de vista los objetivos pedagógicos”, comentó Pesasi.
“Analizamos mucho las diferentes alternativas, ya que se deben tener en cuenta diversos criterios para las divisiones e ingresos; y que a su vez coincidan en los tres niveles (Inicial, Primario y Secundario), contemplando los límites o aforos”, añadió Bertone, por su parte.
El lavado de manos constante, el distanciamiento social y un correcto uso del tapabocas, son algunas de las normativas claves. Asimismo, es fundamental respetar los horarios de ingreso y egreso, evitando las reuniones en la entrada del establecimiento. “El cariño hoy más que nunca se demuestra con el cuidado y responsabilidad por las acciones propias”, remarcó Bertone.
A su vez, otro aspecto que se contempla es que, en lo posible, no asistan a la institución personas con vulnerabilidad aumentada por ser consideradas de riesgo, es decir mayores de 60 años, embarazadas y personas con patologías de base.
Por último, todos los integrantes de la familia deben encontrarse en buen estado de salud antes de retirarse del domicilio y dirigirse al colegio. “Es fundamental que no envíen a los estudiantes si presentan el más mínimo síntoma de malestar, ya que, en caso de no estar bien, debemos activar el protocolo y deberán acercarse inmediatamente a retirarlo”, enfatizó Pesasi.
“Además, no deben asistir en caso de estar esperando un resultado de diagnóstico de COVID-19 de algún contacto estrecho”, agregó. En este sentido, es importante que las familias mantengan informada a la institución en todo momento.
“Debemos construir una ‘pedagogía del cuidado’ para garantizar que podamos permanecer en las aulas. Creo que rápidamente vamos a acostumbrarnos a las medidas de seguridad e higiene”.
Carolina Pesasi (Representante Legal Instituto Educativo Nuevo Milenio de Unquillo).
Primeras observaciones

A casi un mes de experimentar la inédita metodología, las autoridades de la FJVR coincidieron en la gran alegría que ha marcado el reencuentro. “Estamos muy felices de recibir nuevamente a los estudiantes, de convivir, de recuperar de a poco estos espacios que son tan necesarios en la vida de todos los niños, niñas y adolescentes”, manifestó Cecilia Bertone.
Carolina Pesasi, por su parte, añadió: “Creo que rápidamente vamos a acostumbrarnos. Los estudiantes de todos los niveles se están apropiando de la dinámica y cumplimiento de las medidas de higiene y seguridad”.
Para terminar, las representantes quisieron dejar un mensaje a quienes conforman la comunidad educativa de la Fundación Josefina Valli de Risso. “Vamos a cuidar de sus hijos y a dar todo lo mejor de nosotros para que los estudiantes puedan aprender, para que se encuentren con agrado en la escuela y en un ambiente seguro”, afirmó Pesasi y pidió paciencia respecto al “acomodo ante esta nueva realidad”. “Estamos a su disposición, con la premisa de hacer siempre lo mejor para nuestros estudiantes y las familias que confían en nosotros”, concluyó.
En tanto, Bertone agradeció a las familias por su colaboración y afirmó que el regreso fue “sumamente acertado”. “Los estudiantes rápidamente se apropian de los modos de habitar la escuela en este momento”, evaluó finalmente.