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Donar plasma, donar esperanza

La pandemia golpea con fuerza a la provincia y mientras el número de camas ocupadas aumenta, los profesionales de la salud apuestan al tratamiento con plasma para ayudar a los pacientes en estado grave. No obstante, todavía falta un esfuerzo más por parte de la población recuperada de Covid-19 para asegurar que el recurso esté disponible para quienes lo necesiten.
  • Colaboración: Agostina Canova.

A principios del mes de mayo, cuatro pacientes de Covid-19 de la provincia de Buenos Aires recibieron, por primera vez en el país, transfusiones de plasma de personas recuperadas de dicha enfermedad. Los alentadores resultados de estas primeras intervenciones permitieron que se ampliara el tratamiento a 24 pacientes más, los cuales también mostraron una notable mejoría en poco tiempo.

Un par de días después, Córdoba habilitaba el primer Centro de Recepción de Plasma dedicado exclusivamente a los pacientes infectados por el SARS-CoV-2. Para el 23 de julio, la “Campaña Nacional para la Donación de Plasma Sanguíneo de Pacientes Recuperados de Covid-19” era declarada de interés nacional por parte del Congreso.



En este punto, cabe resaltar que la terapia con plasma convaleciente es una técnica que existe hace más de cien años. De hecho, ayudó a la humanidad a combatir enfermedades como el sarampión, las paperas e incluso la gripe española de 1918, la última gran pandemia que azotó al mundo antes del surgimiento de la actual Covid-19.

Se estima que, en aquella oportunidad, unas 1.700 personas en Estados Unidos se recuperaron gracias al tratamiento de plasma, un dato difícil de confirmar bajo los actuales estándares médicos, pero que sigue siendo un importante precedente para la ciencia médica. Más recientemente, este tratamiento se ha utilizado en los brotes virales de la gripe H1N1 y ante otros miembros de la familia coronavirus, como el SARS-CoV (2003) y el MERS-CoV (2012).

¿Cómo funciona el tratamiento?


Cuando una persona tiene una infección, su cuerpo reacciona produciendo anticuerpos para defenderse. Las inmunoglobulinas son proteínas cuya función consiste en detectar cualquier elemento extraño que ingrese al organismo, ayudando al sistema inmunológico a combatir a los microorganismos patógenos. Estos anticuerpos quedan almacenados en el plasma, la parte líquida de la sangre que se obtiene después de remover los glóbulos rojos, los glóbulos blancos, las plaquetas y otros componentes celulares.

La terapia de transfusión de plasma se basa en que el enfermo reciba los anticuerpos de un paciente recuperado. De esta forma, el organismo receptor puede desarrollar una respuesta inmune más rápida ante el virus que si tuviera que esperar a que se generen sus propias inmunoglobulinas (por eso este tratamiento también es conocido como “inmunización pasiva”).

“Algunos de los pacientes recuperados de Covid-19 presentan anticuerpos neutralizantes. Nosotros extraemos el plasma que los contiene y se lo transfundimos a los pacientes agudos, ayudándolos a pasar la enfermedad mucho más rápido”, explicó la Dra. Lorena Espil del Centro de Plasmaféresis de Córdoba.

En este punto, vale aclarar que “plasmaféresis” es el nombre del método por el cual se extrae la sangre del cuerpo y se separa el plasma de las células, las cuales son devueltas al donante. De esta forma, la persona no ve disminuida la cantidad de glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas presentes en su organismo, regenerando el plasma al poco tiempo.



Un recurso limitado, pero esencial


“Por lo general, pasados los 21 días del alta, el COE Central consulta a los pacientes recuperados si quieren donar plasma. Si la respuesta es afirmativa (se trata de una decisión personal y voluntaria), se le hace un análisis de sangre para determinar si el plasma tiene la cantidad y calidad adecuada de anticuerpos. De ser así, la persona puede convertirse en donante de plasma y ayudar a otros pacientes que están atravesando la enfermedad”, explicó Mariano Moya, director del Hospital Provincial Prof. José Miguel Urrutia.

“Se trata de un recurso limitado”, sostuvo Moya. “Desgraciadamente, no todas las personas desarrollan el número y calidad necesaria de anticuerpos. Esto ocurre frecuentemente con las personas de edad muy avanzada, que no pueden ser donantes, por eso es un recurso escaso”, sintetizó.

Desde el Departamento del Sistema Provincial de Sangre informaron que, desde que inició la campaña en mayo, más de 160 pacientes ya se acercaron a donar. Asimismo, el organismo señaló que entre el 80 y el 85% de los pacientes transfundidos con plasma se han recuperado.

“La decisión del Gobierno de Córdoba es entregarles plasma a todos los pacientes que así lo requieran, sin ningún tipo de discriminación. Quiero destacar que la Provincia asume todos los costos del proceso: análisis, material descartable, máquinas y personal”, señaló Gustavo Visintín, jefe del área. “Gracias a Dios tenemos un buen caudal de donantes, pero la demanda es impresionante, por eso necesitamos que venga mucha más gente a donar”, agregó la Dra. Espil a este medio.



Donar desde Sierras Chicas


Actualmente, el principal lugar habilitado a nivel provincial para recibir donaciones de plasma es el Centro de Plasmaféresis de la Provincia, ubicado en el Hospital San Roque de la capital cordobesa (Rosario de Santa Fe 374).

En este sentido, son muchas las municipalidades que sancionaron ordenanzas destinadas a motivar y ayudar a los posibles donantes. En el caso de Sierras Chicas, las primeras localidades en adherirse a la campaña nacional (Ley 27.554) fueron Mendiolaza y Río Ceballos.

Así, los municipios buscan fomentar la donación a través de diversas medidas, como el otorgamiento de licencias laborales para los donantes, la concesión de beneficios fiscales, la facilitación del traslado en caso de no contar con movilidad propia y, finalmente, el reconocimiento como “ciudadanos/as solidarios/as” de su ciudad.

En el caso de Villa Allende, si bien al cierre de esta edición la ciudad todavía no había adherido formalmente a la campaña nacional, la fundación FADIS brinda la posibilidad de traslado a la capital a los pacientes recuperados que quieran donar (contacto: 351 2 373166).