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Guardianas de la naturaleza


Noel San Martín y Clara Riachi, directora y guardaparque (respectivamente) de la Reserva Los Quebrachitos, compartieron con El Milenio algunos detalles de su labor, la historia de este espacio y el vínculo con la comunidad.

El pasado 23 de septiembre se estrenó la miniserie web “Cazando conocimientos”, que aborda temáticas importantes para la conservación de la Reserva Los Quebrachitos.

Colaboración: Abril Piedecasas y Belén Recupido (5to IENM). Florencia Sánchez y Lucrecia López (5to IMVA).

La Reserva Hídrica Recreativa Natural Municipal Los Quebrachitos es, hoy en día, uno de los emblemas ambientales de la región. Este espacio ecológico de casi cinco mil hectáreas (que incluye zonas urbanas, periurbanas y de conservación exclusiva), atravesado por los arroyos Cabana y Las Ensenadas, es un gran atractivo turístico, ideal para visitar a pie, pero también un importante reservorio de flora y fauna autóctona, cuya conservación y preservación es fundamental para el ecosistema de Sierras Chicas.

De esta tarea se encarga tanto su directora, Noel San Martín, como Clara Riachi, única guardaparque, con el apoyo del municipio, los bomberos, asociaciones civiles y estudiantes de la carrera de guardaparques.

Tras la fascinación que las sierras le despertaron en su infancia, para Riachi elegir carrera no fue una decisión difícil. “Estar en un ambiente natural era lo mejor que me podía pasar y cuando empecé a conocerlo más, quise quedarme para siempre y ocuparme”, comentó la profesional.

Por su parte, Noel optó en un primer momento por la salud, pero al mudarse a Unquillo, comenzó a desempeñarse como inspectora y a tomar contacto con la naturaleza, naciendo en ella el deseo de cuidarla.

El Milenio: ¿Qué capacitación se necesita para ser guardaparque?

Clara Riachi: Hay distintas carreras y en varias provincias. En Córdoba, hay que estudiar una tecnicatura de tres años en la Facultad de Turismo y Ambiente de la Universidad Provincial. El título es de alcance nacional, pero no permite ejercer en Parques Nacionales.

Te habilita a ser guardaparque en reservas provinciales, municipales y privadas. Para desempeñarse en Parques Nacionales, como el Nahuel Huapi o las Cataratas del Iguazú, tenés que tener el título universitario y luego hacer una capacitación de diez meses.

EM: ¿Cómo describirías un día de trabajo en la reserva?

CR: Cada jornada es distinta. En la tarea del guardaparque tenés que hacer de todo. Por ahí te tocan días bastante administrativos, de papeles, de corridas, de reuniones, charlas. Otras veces toca estar en un colegio, o haciendo una inspección, o coordinando un control de exóticas, entre otras actividades.

EM: ¿Cómo surgió la Reserva Los Quebrachitos?

Noel San Martín: Allá por el año 1999, un grupo de vecinos comenzó a generar actividades tendientes a la conservación de este espacio. Los motivó, sobre todo, trabajar sobre el cuidado de los cursos de agua y las cuencas hídricas, pero también la importancia de otros valores a nivel cultural, como la Capilla Buffo, enclavada en el corazón de nuestra reserva.

Esta propuesta fue aceptada por el municipio y por el gobierno de ese entonces. Así surge la primera reglamentación como área natural protegida, con lineamientos básicos sobre cuál era el parque que se debía conservar y cuáles serían las instituciones que estarían abocadas al cuidado, control y administración de ese espacio.

En 2014 se hace una ampliación de esta comunidad, a través de distintas instituciones que integran la gestión y la administración de la reserva. Se reglamentaron los distintos tipos de actividades que se fomentan y prohíben, cómo usar el territorio en relación a deforestación, el avance de las especies exóticas y demás asuntos.

La reserva recibe el nombre de Los Quebrachitos en honor al quebracho colorado, una especie nativa de la cual, paradójicamente, quedan pocos ejemplares, debido a la explotación forestal y minera en la zona.

EM: ¿Qué forma de participación tiene el público?

NSM: Por ordenanza se contempla la participación de ocho agrupaciones e instituciones que representan a distintos sectores sociales de la comunidad. Aparte, los vecinos particulares pueden proponer actividades y sumarse a las que organizamos nosotros. Hay mucha convocatoria en instancias recreativas y deportivas.

Ese es el espíritu que buscamos, en definitiva, que la participación se dé por vocación comunitaria y porque hay un incentivo también, desde lo institucional, a ocupar esos espacios. Hoy en día, un desafío es incorporar a las personas que vienen a vivir desde las grandes ciudades. Es complejo abarcar la diversidad social.

La cascada Los Hornillos es uno de los principales atractivos para los visitantes de la reserva.

EM: ¿Qué especies de flora y fauna podemos encontrar en la reserva y qué cuidados requieren?

CR: Lo que más se destaca son las especies que pertenecen al bosque chaqueño serrano. En cuanto a la flora, tenemos espinillo, quebracho blanco, quebracho colorado, molle, algarrobo, chañar y muchos tipos de herbáceas, entre otras. Dentro de lo que es la fauna, hay más de 70 especies de aves, mamíferos pequeños como cuises, zorros, liebres, gatos del monte y corzuelas, y otros tantos tipos de peces (mojarritas, bagres, etc.).

Respecto al cuidado, es fundamental la educación y el compromiso de todos los vecinos, sobre todo teniendo en cuenta que una parte importante de la reserva está habitada. Hay algunas amenazas, como son las especies exóticas, invasoras, que compiten por el hábitat y privan de recursos a las nativas. Por eso es importante que, a la hora de plantar un árbol en nuestro patio, elijamos una especie nativa.

A su vez, una buena forma de cuidar la fauna es no darle de comer a los animales, ya que, si se les cambia la dieta, son mucho más vulnerables a algunas enfermedades perjudiciales para ellos. Además, es importante controlar la basura y prestar particular atención al tema de los incendios. Son muchas las pequeñas cosas que se pueden hacer para cuidar la reserva.


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