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Capilla Buffo: homenaje de amor

La Capilla Buffo, homenaje al amor y espacio distintivo de Unquillo no deja de sorprender. 

La Capilla Buffo, homenaje al amor y espacio distintivo de Unquillo no deja de sorprender. 


Todos los años, cada 6 de septiembre, justo al mediodía el sol penetra por una de las luceras del llamado Templo de la Transformación e ilumina el rostro de la hija de Guido Buffo que está pintado frente a una imagen que representa la maternidad.

El bello momento sólo ocurre una vez al año y es muy particular y sorprendente. No hay que olvidar que Guido Buffo era un profundo conocedor de la arquitectura, la astronomía, la metafísica, la música y la filosofía. Sin lugar a dudas un hombre excéntrico que dedicó varios años de su vida a la construcción de esta capilla en honor a su mujer y a su hija, Leonor y Eleonora que fallecieron víctimas de la tuberculosis.

Capilla Buffo

Esta capilla enclavada en el corazón de Los Quebrachitos, a 7 km de la ciudad de Unquillo fue construída en la década de 1940 y al día de hoy sigue demostrando los profundos conocimientos de Guido Buffo junto a las particularidades mecánicas de la capilla, cuestiones que aún no tienen explicación o bien sorprenden demasiado.

Hoy, 6 de septiembre la capilla con sus señales y símbolos vuelve a iluminar de un soplido a esta historia de amor inspirada en los elementos de la naturaleza.

 

EL DATO: La cripta de base circular tiene una cúpula ojival con una gran acústica, gracias a ella los haces de luz destacan las pinturas según la rotación del sol. En la Capilla se hacen presentes tres péndulos, entre ellos el de Foucault que solía utilizar para adelantarse a los movimientos sísmicos. Frescos renacentistas del cosmos y de pasajes de la vida de su esposa e hija son conmovedores mientras en el exterior se lee la partitura de la Quinta Sinfonía de Beethoven y la oración de Jesús en el huerto, según San Mateo.

“Repleta de amor llevo el alma. Repleta de amor por todas las cosas. Y este amor me ha abierto todas las puertas de la felicidad. Sé que aún podría ser dichosa en el momento de la muerte, contemplando la armoniosa visión del Universo que llevo reflejado en mí…”.

Leonor Buffo Allende 1917-1941