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Un sueño en el desierto

Determinado a más no poder, Mariano Bennazar será partícipe de una de las experiencias más intensas que ofrece el deporte mundial.

El unquillense Mariano Bennazar DJ, organizador de eventos, sonidista y piloto de cuadriciclo participará en el próximo Rally Dakar 2017. En entrevista con El Milenio nos cuenta su camino hacia una de las carreras más peligrosas del mundo.

El unquillense Mariano Bennazar DJ, organizador de eventos, sonidista y piloto de cuadriciclo participará en el próximo Rally Dakar 2017. En entrevista con El Milenio nos cuenta su camino hacia una de las carreras más peligrosas del mundo.

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Por Ignacio Parisi

ignacioparisi@elmilenio.info

Colaboradores: Yanet Luján y Lautaro Reyna (4to IENM).

Tomás Gil e Ignacio Schmidt (4to IMVA).

UNQUILLO – Mariano Bennazar, oriundo de Unquillo, estará en la largada del Rally Dakar, cuando apenas comience el próximo año. El punto de partida será la capital paraguaya, Asunción. Luego de desfilar rodeado de cuadriciclos, motos, autos, camionetas y camiones, este emprendedor de la vida, intentará alcanzar lo que el mundo de las carreras reconoce como el desafío más complejo que se puede presentar en el camino de un piloto.

Quienes conocen esta competencia saben que el Rally Dakar es mucho más que una carrera. Se trata de un reto físico y fundamentalmente psicológico, que lleva al límite a los pilotos más valientes del mundo. Un recorrido en el que la mayoría de los conductores independientes, es decir aquellos que no pertenecen a los grandes equipos, encuentran como objetivo llegar al final.

Es costumbre en el resto de las carreras apuntar a un puesto, apuntar a un tiempo, no en el Dakar. Allí, llegar a la meta es el triunfo. Bennazar afrontará el reto personal de recorrer los territorios más hermosos y hostiles de Argentina y Bolivia durante 14 días para intentar llegar al Obelisco, y cumplir un sueño que lleva años persiguiendo.

El Milenio: La edición 2017 será tu primer participación. ¿Qué sentiste al enterarte que ibas a ser parte?

Mariano Bennazar: Sí, es mi debut en el Dakar y saber que iba a participar fue una alegría muy grande. Podía no ser seleccionado porque vos te candidateas ante la organización con el currículum de carreras y con tu trayectoria, y podía no ser seleccionado. Yo mandé un currículum a Francia con toda la información de todas las carreras que yo tenía y porqué quería correr. Eligen a 48 corredores entre 300 que se presentan. El día del amigo, cenando con mis amigos de las carreras en Córdoba, me llegó la noticia de que fui aceptado, y nos pusimos a festejar contentos. Hace tres años que trabajo para esto y finalmente se me dio.

EM: ¿Qué diferencias encontrás entre el Dakar y el rally tradicional?

MB: Yo lo reflejo de la siguiente manera: nosotros estamos acá en Córdoba y amamos el rally, crecimos viendo el Rally Mundial. Pero cuando descubrí el Dakar y lo abordé como piloto, el World Rally Car me pareció una carrera a control remoto al lado del Dakar. La diferencia en concreto es que el Dakar es exigente por el desgaste físico y psicológico. En el Dakar no sabés el camino sino que lo vas descubriendo mientras vas leyendo la hoja de ruta; y en el caso del cuadriciclo que no tenés navegante, sos vos tu propio navegante.

EM: ¿Estás completamente solo o vas con equipo?

MB: Yo corro solo como todos los pilotos de cuadriciclos y motos. El equipo va por fuera esperando que vos llegues. Si tenés un inconveniente te pueden auxiliar pero luego de la carrera, y si no llegás al final de la prueba, te rescata la organización o tu equipo. También tengo mi masajista y mi kinesiólogo. Además, está mi mejor amigo y un piloto amigo del alma, que van en una camioneta por fuera, preparándome la alimentación, la ropa, y la comida.

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Determinado a más no poder, Mariano Bennazar será partícipe de una de las experiencias más intensas que ofrece el deporte mundial.

EM: ¿Te sirven los circuitos que hay acá en la zona para entrenar?

MB: Me sirven, es maravilloso. Córdoba es la cuna del rally y es maravilloso tener estos circuitos pero me meto en los de enduro para tener dificultades en el manejo y que todo se haga más difícil en campo travieso, yuyos, árboles. Me meto en río seco y después hago algunas salidas para tener rodaje en muchos kilómetros, porque en el Dakar son en promedio 700 kilómetros por etapa, durante 13 días seguidos y tenés que tener el cuerpo preparado para esas distancias.

EM: ¿Qué es lo que más te motiva a seguir en esto?

MB: Es un hobby que tengo y soy una persona que si empieza algo lo termina, por lo tanto la meta es llegar y cumplir el sueño. Puede tener que ver con la velocidad, con la aventura, con lo físico, con decir que yo lo hice, lo logré y nunca me rendí. Contarles a mis hijos que yo lo viví. Simplemente es pasión por la vida, así soy yo, así creé mi empresa, así voy a dar clases a los chicos emprendedores en las escuelas, así capacito a mis empleados y así influencio a mis hijos. En mi manera de ser, cada uno tiene su esencia y ésta es la mía, siempre lo hago con pasión y energía, cada uno elige sus retos y yo elegí este que es alto, es grande. A mí me gusta lo difícil, cuanto más difícil, más me gusta.

EM: ¿Hasta cuándo planeás seguir compitiendo?

MB: No lo sé, voy a ver qué me pasa después de la carrera. Quizás me quedo con ganas o quizás sienta que ya es un objetivo cumplido. El otro día, hablaba con mi psicólogo y le decía que después de terminar esto quiero escalar el Aconcagua. La gente piensa qué tiene que ver con el cuadriciclo, y sí, tiene que ver. Tiene que ver conmigo, es lo que me pasa adentro, a lo largo de mi carrera aprendí a creer en mí mismo, aprendí a no darle importancia a aquello que no la merece y  eso te hace crecer como persona. En la vida cotidiana se te pincha la goma del auto a tres kilómetros de tu ciudad y te haces la película, entrás en pánico, cuando en realidad podés hacer dedo y te alcanzan, podés ir hablando con el del lado. En cambio en el Dakar, se te pincha la rueda y fuiste, no te salva ni el loro  Y  eso es una enseñanza de la vida porque te lleva a tener buen trato con el prójimo, a valorar otras cosas más importantes.


EM: ¿Cuál es tu sueño personal?

MB: Llegar a la meta y largarme a llorar. Y que mi hermano lleve a mi hija Rocío de quinto grado a Buenos Aires y yo la subo al escenario, la tiro al piso y la lleno de besos, llorando con ella, nada más.