El Milenio

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Cierres y expresión sanadora

La valoración expresada son determinantes para cerrar, afianzar, decidir, modificar, continuar.

mafalda-1Por Lic Natalia Boffelli | Psicopedagoga. Asesora Pedagógica


Comienzan los cierres escolares y con ellos muchos documentos y trayectorias de alumnos y entornos familiares, y su contraparte las sensaciones, emociones…y la palabra, su valor escrito y oral, que conjugan acciones, valoraciones, responsabilidades y sentires que conlleva.

La valoración expresada sea en reuniones de profesionales de la salud y educativos, como de éstos con padres y alumnos o sobre alumnos, son determinantes para cerrar, afianzar, decidir, modificar, continuar.

El hablar, el poner en palabras, sana o enferma, depende que y como sea usado este don del ser humano, ser racional y emocional en búsqueda de equilibrio constante y conscientizado.

Planificar, pensar lo que queremos decir, acordar, dialogar, es usar la temporalidad en sí misma y la de las emociones a nuestro favor, sea el de una u otra de las partes, o de ambas mejor.

En este mundo actual, de las respuestas tecnológicas inmediatas, debe hacerse presente la paciencia, la perseverancia, la primera para guitar nuestro pensar y sentir en mismo sentido y con autorregulación para hablar… poner en palabras desde un lugar saludable y poder darnos tiempos para cerrar etapas, abrir otras, confiar en las capacidades y profesionalismos.

Pensar en positivo, aun desde lo que vemos o vivimos como adversidad, propone otro plano de acción más saludable para todas las partes intervinientes.

El autocontrol es muy importante, anticiparnos a los reconocimientos de nuestras emociones manifiestas o nuestros cambios de estado, siempre lleva signos previos o alertas por los cuales detenerse y respirar. Puede o no haber situaciones que nos desbordan, nos desequilibran, es bueno reconocer la emoción y saber esperar la calma, centralizando el pensamiento en opciones positivas y verbalizarlas. Conectarse con la situación desde el lugar de oportunidad de la palabra y la escucha, que lleguen a consensos y acuerdos.

La palabra es expresión de cura, y la escrita de compromiso. Pedir la palabra, buscar espacios y tiempos para ello nunca es tarde, pero no esperemos que lo sea.

La palabra nos atraviesa… en cada uno está que sea emitida o recibida como saludable o como enfermedad, convierte la palabra en oportunidad que no caduca en ningún ámbito ni tiempo.