Por Paloma Santillán 4 año “A”, IMVA.
Dilma Rousseff se convirtió en la primera presidenta mujer de Brasil en el año 2011, y ayer volvió a ser parte de un hecho histórico para su país: Es el primer mandatario en ser destituido en un juicio político (Por ejemplo, Collor Demello renunció antes de ser juzgado).
Una de las acusaciones centrales contra Rousseff en el Congreso fue que violó normas fiscales, cubriendo el déficit presupuestal. Esto ha causado una gran fisura en Brasil, separando a quienes creen que sería justo destituir a la presidenta por algo así, de quienes están totalmente en contra o hasta consideras que se trata de un golpe de Estado.
Dilma Rousseff: “No lucho por mi mandato; lucho por la democracia”
La ahora ex presidenta, que nunca había sido acusada de enriquecimiento ilícito, niega totalmente haber cometido delito en las responsabilidades que le atribuye la oposición, o delito alguno que vuelva legal el juicio político. Además, Rouseff recibió este mes el apoyo del secretario general de la Organización de Estados Americanos, el ex canciller uruguayo Luis Almagro.
«Si hubiera una acusación contra ella bien fundada, como la ha habido en otros casos en Brasil, entonces perfecto, se va por ese camino. Pero hoy eso no existe, y es muy deshonesto plantearlo en estos términos», comento Almagro a los medios de la región.
Repercusiones para Argentina y la región
Teniendo en cuenta que el comercio argentino depende un 40% de Brasil, el impacto será inevitable. En materia económica el país vecino, no es más ni menos que el principal socio comercial y el receptor de la mayoría de las importaciones.
Brasil no solo está sumergido en una crisis política sino también económica. Está bajando mucho el consumo bilateral con la Argentina, por lo que el país verde – amarillo no está comprando, entre otras, la enorme cantidad de autos que hasta hace poco tiempo si lo hacía.
Lo anterior hace que comiencen los despidos y suspensiones en las empresas automotrices haciendo peligrar el equilibrio comercial entre un país y el otro. Porque como mencionan diversos analistas económicos, si nuestro principal comprador tiene poco dinero para adquirir nuestros productos, no pasara mucho tiempo hasta que se sufran las consecuencias.
Dado que muchos vecinos de las Sierras Chicas vacacionan en Brasil es pertinente considerar si esta situación provocará modificaciones en los costos. Y si esto repercutirá en un menor número de argentinos veraneando en Brasil o viceversa menos brasileros en Argentina.
