Otro triunfo triple G para vapulear 4 a 1 a Venezuela y acceder a las semifinales. Ganamos todo lo que jugamos en esta copa y el sueño está cada vez más cerca.

Columna deportiva
Los primeros minutos fueron netamente argentinos, tanto así que en el amanecer del partido Messi remataba desviado pero cerca. De todas formas no hizo falta que el reloj corra mucho más para abrir el marcador, ya que a los ‘8 Higuaín ponía el 1 a 0 definiendo muy bien tras una excelente asistencia de Messi.
Con la ventaja a favor, Argentina manejó los hilos. Cuando hizo falta presionar para recuperar, lo hizo; cuando hacía falta volver para atrás para rearmar la ofensiva, también lo hizo. La paciencia fue clave para encontrar los espacios y generar daño, como paso en la subida de Gaitán y la asistencia para el Pipa, pero esta vez se le cruzó un defensor a tiempo.
Pero el jugador del Napoli iba a tener revancha de nuevo y en base a la presión ejercida por el medio campo albiceleste. La misma la encabezó Mascherano para provocar el error del rival, que dejó corto el pase al arquero e Higuaín no perdonó. 2 a 0 y a la bolsa.
Fue una media hora casi perfecta diría. Porque Argentina tenía fútbol, paciencia para crear y fino para recuperar, sumado a la efectividad ofensiva.
No obstante, los últimos ’15 fueron para Venezuela que tuvo varias chances para descontar. Primero, Mascherano se durmió y Rondón sacó un remate que tapó Romero. Minutos después, el delantero cabeceo al palo. La tercera fue un disparo que se desvió en Mercado y Chiquito estuvo rápido y fuertes de piernas para volver sobres sus pasos y sacarla al córner.
A los ’41 fue la más clara, con un penal cometido por Romero pero el arquero se quedó en el medio y adivinó la intención de Seijas, que la picó.
En el complemento nos acomodamos mejor y al minuto contamos con otra situación parecida al PT: desborde de Gaitán y asistencia a Higuaín, que nuevamente fue tapado justo a tiempo. Minutos después, Augusto la tuvo con un cabezazo que salió desviado.
El cotejo se liquidó con el gol de Messi, tras una buena recuperación de Gaitán y pared con Leo, que terminó metiendo el 3 a 0 a los ’14.
Con el encuentro sentenciado, Argentina optó por mover la pelota sin hacer grandes esfuerzos físicos. Martino empezó a mover el banco por la lesión de Gaitán, que se fue reemplazado por Lamela.
A los ’24 llegó el descuento venezolano en su primera aproximación clara del complemento, a través de Rondón que desvió justo el centro con la cabeza y descolocó a Romero. Sin embargo la alegría no les iba a durar mucho porque en la réplica, Lamela marcó el cuarto gol, tras habilitación de Messi y complicidad del arquero.
Faltaba tiempo pero el encuentro ya estaba sentenciado. El cuarto gol fue de KO para Venezuela y Argentina dejó correr el reloj. Así y todo, Messi contó con otra chance más pero su zurdazo se fue apenas desviado.
Martino completó las variantes con el ingreso de Agüero y Biglia por Higuaín y Banega, respectivamente, para darles minutos de juego.
Después de eso no hubo mucho más para rescatar. Argentina ganó, goleó y por momentos gustó, como viene sucediendo en gran parte de la Copa América. Liquidó el pleito temprano y nos dimos el gusto de completar el partido sin exigirse demasiado, fundamentalmente pensando en lo que viene.
Sí bien Venezuela no es una potencia continental, venía haciendo una muy buena Copa y había que estar atentos a algunas cuestiones. Sólo le habían marcado un gol y Argentina le metió 4, lo que deja en evidencia el poderío ofensivo con el que contamos.
Al igual que contra Chile, la clave estuvo en esperar y presionar en los momentos justos. Y arriba estamos bastantes finos.
Creo que hicimos un gran partido en líneas generales, por momentos anulamos completamente a una Venezuela que caminaba la cancha y corría la pelota por todos lados.
Quizás, para corregir, los últimos minutos de la primera etapa en el que nos asfixiaron y merecieron marcar el descuento. Pero ahí apareció Romero, como arquero de equipo grande, para salvar su arco cuando lo exigen.
Fue una buena producción de los jugadores y creo que están pasando por un buen momento todos o casi todos. Con esto no quiero decir que ya somos campeones, sino que las expectativas son las mejores para lo que viene.
Mi uno por uno
Romero: tapó 3 pelotas claves, inclusive el penal. En el gol, nada que hacer;
Mercado: mejor en la defensa que en el ataque. Clausuró su sector y, cuando pudo, se sumó al ataque.
Otamendi: impasable en el mano a mano. Un tiempiesta sobrio y seguro.
Funes Mori: se complementó muy bien con Nico.
Rojo: similar a Mercado, sin problemas en la marca pero sin pesar en el ataque;
Mascherano: no le hizo falta tirarse a trabar como loco, sino que presionó cuando hizo falta y listo. Casi no se notó su trabajo porque hizo todo simple y eso habla bien de él.
Banega: cuando aparece es importante. Maneja los tiempos y hace jugar al equipo. El problema es que a veces desaparece.
Augusto: buen tándem con el Jefecito. Quite y entrega para Fernández;
Messi: la figura, como casi siempre. Con dos asistencias y un gol, Leo se mostró participativo, rápido y activo para hacer daño. Por algo le pegaron demasiado.
Higuaín: la otra figura. Rápido de pies y cabeza para picar al vacío y anticipar el mal pase del defensor venezolano. Dos goles que se fabricó él y pudo haber marcado alguno más.
Gaitán: por momentos hace olvidarse de Di María. Se corrió toda la cancha, quitó y dio asistencias. Lástima la segunda amarilla y su lesión, terminó fusilado.
Los cambios no eran necesarios para cambiar la cara pero se complementaron con el equipo: Lamela entró muy bien y marcó el cuarto, es fija para reemplazar a Gaitán; Agüero buscó siempre su gol pero se le negó; y Biglia sumó minutos de juego para ponerse a punto.
En fin, otra victoria más para seguir sacando chapas y mostrar porqué somos candidatos. Pero no hay que quedarse con eso, porque en semifinales enfrentamos a Estados Unidos, el local, el martes a las 22. Claro que somos los favoritos, pero eso hay que demostrarlo en la cancha. ¡A seguir así!