
Columna deportiva
Este deporte, ¿Qué genera? ¿Qué más decir del fútbol?
Soy una persona, fanática, enamorada y muy apasionada de este, de este gran y primer amor, ese que nunca nos fallará, que siempre estará, y que por más que uno esté mal, te levanta, te alegra y te genera una felicidad inigualable, o eso puedo decir yo, un joven de 16 años.
¿Por qué digo esto?
Porque muchas personas dicen que no hay mayor felicidad que el amor hacía un hijo, o verlos nacer.
Yo no puedo decir que sensación genera el nacimiento de un hijo, porque con la edad que tengo estoy pendiente de otras cosas: el colegio, la facultad, las peleas entre la familia o el noviazgo de temprana edad.
Creo que no hay una novia o novio como ella, “La Pelota”, esa de las curvas perfectas, la que siempre trata de escaparse, de irse con otras personas, de estar en los pies de otros o de otra. Pero todos saben que nadie nos va a amar como ella, nadie nos va a ser tan fieles ni nos va a dar la alegría que nos va a dar ella…
“LA PELOTA”
Este mensaje va para hombres como mujeres.
¿Por qué?
Porque toda mi vida motive a mis compañeros de diferentes clubes, de barrio. Con una palmada en la espalda, un mensaje largo o simplemente algunas palabras, “¡dale!”, “¡metele!”, “¡ya sale!”.
¿Por qué digo esto?
Porque hay personas que sienten al fútbol de la misma forma que yo, y otros que lo juegan solamente para decir que practican un deporte, por dinero ó por simplemente complacer a alguien.
Yo sé que en este deporte si no se entrega el 200 por ciento de cada uno, no se llega al objetivo, y si uno no lo entrega por si mismo, no llega al éxito.
Jugué en varios clubes, tuve muchos técnicos, preparadores físicos y lo más importante, muchísimas personas en un comienzo, que luego se convirtieron en “compañeros”, y más tarde en “hermanos”, y todo el equipo se convierte en familia.
¿Por qué una familia?
Porque todos nos apoyamos, nos ayudamos, si uno está mal, se hace todo lo posible para que se ponga bien cuanto antes. Porque si hay algún problema se resuelve entre todos. Y eso es lo lindo del fútbol, la cantidad de hermanos que te quedan en todas partes y para toda la vida.
Hablo por todos los adolescentes y por eso digo, “no matemos el fútbol”, “no manchemos la pelota” y “paremos la violencia dentro y fuera de la cancha”.
Pasemos momentos inolvidables con personas conocidas y desconocidas que a la larga somos todos una familia.
¡QUE VIVA EL FÚTBOL!