Como parte del proyecto “Yo también tengo que hacer”, los estudiantes del Instituto Educativo Nuevo Milenio de Unquillo visitaron la Capilla Buffo ubicada en Cabana. Además de conocer el predio, adquirieron conocimientos de la historia de su autor.
Por Redacción El milenio | periodico@elmilenio.info
Colaboración: Agostina Bocanegra, Trinidad Costanzo, Milagros Jerez y Pía Recupido. 4° IENM.
El día viernes 28 de agosto los alumnos de cuarto año A del Instituto Educativo Nuevo Milenio visitaron el predio Los Quebrachitos, en Cabana. Dentro del mismo se encuentra la famosa Capilla Buffo. El día de la visita, los chicos se reunieron en la escuela en horario normal, y partieron junto a las profesoras Mabel Tula, Eloísa Johnson y Lorena Pignini. Durante el viaje, todos se encontraban muy ansiosos ya que muchos no conocían el lugar, y los que habían ido anteriormente no estaban al tanto de la historia del mismo y lo que significaba para la Ciudad de Unquillo.
Al llegar a la calle principal que conducía al lugar, la Capilla se podía observar a la distancia. Los estudiantes comenzaron a tomar fotos mientras caminaban hacia la entrada. Una vez allí dentro, se reunieron con Adrián, el guía. Lo primero que hicieron fue entrar en la casa de Guido Buffo, para escuchar la historia de él y su familia.
Finalizada la charla, el grupo se dirigió a la auténtica Capilla Buffo, una construcción que se encontraba al lado del hogar. Previo al ingreso, Adrián contó a los jóvenes: “Buffo estudió la posición del sol a la hora de pintar la Capilla por dentro de manera que cada año, el día de la muerte de su hija, el sol que ingrese por los óculos del techo, ilumine la imagen de la cara de la niña”.
Al ingresar, el guía explicó que Guido Buffo comenzó a edificar en 1941 y que uno de los frescos quedó inconcluso ya que falleció antes de terminarla. Muchos se llevaron por sorpresa y quedaron impresionados al enterarse que los cuerpos de la familia se encontraban en el mismo lugar donde estaban ellos en ese momento y que había sido el propio Buffo el que había diseñado las tumbas, incluyendo la suya.
Adrián comentó: “Guido Buffo, realizó la pintura del interior con una técnica llamada Pintura al Fresco. Es muy difícil de utilizar porque en el momento que se está trabajando con ella, no se puede ver lo que se pinta hasta que se seque”.