- Por Renata Alfei, Josefina Hidalgo y Valentino Tosco (IMVA).
Diego Klimowicz cuenta cómo es ser un ex jugador del deporte de sus amores: el fútbol. Cómo fue su trayectoria en todos esos años practicando lo que mas le gustaba en el mundo: “Dejé de jugar cuando cumplí 37 años, porque ya estaba un poco cansado, me costaba quizás concentrarme y ya había perdido un poco las ganas, y creía que era el momento de terminar“, comentó en una entrevista a El Milenio.
El Milenio: ¿Cómo empezó tu pasión con este deporte? ¿A qué edad?
Diego Klimowicz: Desde que tengo memoria o desde que recuerdo, siempre me gustó el fútbol, siempre estuve detrás de una pelota, jugando con mi hermano Javier, en el colegio, en todos lados. Es algo que era mi pasión.
EM: ¿En cuántos clubes jugaste? ¿Y cuáles fueron?
DK: Jugué en siete clubes. Arranque en Instituto con 10 años (en cebollita), después pase al Rayo Vallecano de España, luego al Real Valladolid también de España. Volví a Argentina a Lanús, y de ahí fui a VfL Wolfsburgo en Alemania, luego pase al Borussia Dortmund también de Alemania, después a VfL Bochum, y terminé mi carrera volviendo a Instituto.

EM: ¿Te costó dejar tu país a causa del deporte?
DK: Si, me costó. Más allá que me fui con mi mujer, mi novia de ese momento, pero nos costó al principio bastante por el tema que no había la comunicación o tecnología que hay hoy en día para comunicarse, verse por teléfono, computadoras. Solo había teléfono y era todo mucho más frío y era menos el contacto, por lo tanto, había que esperar las vacaciones para volver a Argentina a estar con la familia, los amigos. Así que al principio sí, costó.
EM: ¿Qué rol ocupó tu familia en los inicios?
DK: La familia siempre estuvo presente y fue muy importante para todo, ya sea tomar decisiones, para estar al lado de uno cuando estaba lejos, los momentos lindos y feos, porque en el fútbol hay de todo y ellos ocuparon un rol muy importante.
EM: ¿Por qué motivo dejaste de jugar profesionalmente este deporte?
DK: Dejé de jugar cuando cumplí los 37 años; yo soy de julio y cuando cumplí los 37 ahí dejé de jugar porque ya estaba un poco cansado. Me costaba, quizás, concentrarme y ya había perdido un poco las ganas y creía que era el momento ya de dejar, y a su vez se sumó una lesión de la cadera y esto hizo que confirmara la decisión que ya tenía tomadas. Así que me retiré un mes o dos meses antes de los 37 años.
EM: ¿Cuáles son tus mejores recuerdos de tu carrera como futbolista?
DK: Recuerdos lindos del deporte, el haber llegado a la primera de Instituto, ese fue un recuerdo hermoso porque era el objetivo que tenía desde los diez años, cuando empecé a entrenar en ese club. Siempre el objetivo fue ese y esa fue mi primera alegría.
Otro momento especial fue cuando me vendieron, en ese momento no se dio mucha importancia pero fui el primer argentino que fue del Nacional B a la primera de un equipo de Europa. Era la primera vez que viajaba, conocíamos otro país, fue especial también.
Y después bueno, muchos otros momentos también familiares, el nacimiento de mis hijos, mucha gente que conocí, amigos que hice con el fútbol.
EM: ¿Qué sentís vos al ver que tus hijos comparten la misma pasión por este deporte?
DK: Es muy lindo que a tus hijos les guste, sigan lo que hizo el padre más que nada su pasión y eso lleva a que yo también los pueda aconsejar en el tema. Es muy lindo que hagan lo que a mí me encanta. Así que la verdad que me pone feliz y además, que lo hacen con pasión porque sé que es algo que les gusta tanto a ellos y a lo mejor más de lo que me gusta a mí.
EM: ¿Qué le aconsejarías a un chico/a que está empezando su carrera con este deporte?
DK: ¿Qué le aconsejaría a un chico? Que lo haga con pasión, lo haga como un deporte, que vaya a disfrutar, que vaya a hacer amigos, que muchos de ellos o algunos, van a ser amigos para toda la vida. Que no todos los días se pueden hacer las cosas bien, por lo tanto no pasa nada si salen las cosas mal.
Son muchos los entrenamientos y puede haber bajones, y que todos los tienen a esos bajones pero hay que entrenar porque las cosas entrenando se mejoran, se disfrutan. Y si están en un lugar que no están disfrutando, no es el lugar donde tienen que estar, entonces que busquen su lugar para estar bien.
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EM: Últimamente, el fútbol femenino ha tenido gran crecimiento, ¿Qué opinas respecto a eso?
DK: Si, el fútbol femenino se le está dando sobre todo hoy acá en Argentina mucha importancia. Cuando yo ya estaba en Wolfsburgo ya se le daba en Europa mucha importancia al fútbol femenino, venía creciendo mucho.
Me parece perfecto y a medida que va evolucionando, se va viendo cada vez un mejor fútbol y cada vez más atractivo seguramente.
EM: Sabiendo que formás parte del club Instituto, ¿Qué relación tienes actualmente con el club?
DK: Hoy la relación que tengo con Instituto es una relación de hincha y de padre de un jugador, mi hijo más chico Thiago. Voy al club casi todos los días de la semana porque si no entrena, juega. Tengo mucha gente conocida ahí en el club y siempre dije que era mi segunda casa.

EM: ¿Cómo ves la actualidad del fútbol de Córdoba?
DK: La actualidad del fútbol de Córdoba en este momento es muy buena, hacía bastantes años que no había esta coincidencia de tres equipos en la Primera, y siendo protagonistas dos equipos más en el Nacional B como es el caso de Estudiantes de Río Cuarto y Racing de Córdoba.
La verdad que creo que es muy bueno hacia mucho que no pasaba esto y lo importante es que le sigan dando importancia a las divisiones inferiores que es donde sale la materia prima, los jugadores que después se pueden vender, y que hacen sustentables a los clubes.
Vuelvo a repetir, la verdad que es un muy buen momento, y es un muy buen momento para hacer cosas o seguir creciendo.