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Desafío en altura

Profesora de Educación Física, Betina Nitri encontró en la escalada una pasión y una forma de vida. Especializada en un deporte que empezó a ser olímpico en los últimos Juegos de Tokio, no solo practica, sino que también entrena y enseña a escalar en Sierras Chicas, promoviendo los valores de la disciplina antes que la competencia.
  • Por Matías Candoli. periodico@elmilenio.info
  • Colaboración: Jano Mora, Bautista Monteverde y Lucía Negrelli (4to IMVA). Indiana Godoy y Nicolás Perrella (4to IENM).

La escalada es una disciplina que ha ganado popularidad y adeptos en los últimos años. En cada palestra, rocódromo o ladera montañosa, estos amantes de las alturas y el riesgo ven un desafío. Y, en Sierras Chicas, la figura de Betina Nitri es insoslayable para quien dedica sus horas a esta gran actividad.

“La escalada es un deporte muy bonito y completo, porque mientras estás disfrutando ese intentar resolver el próximo paso dentro de una ruta, estás trabajando un montón de músculos de tu cuerpo y también estás laburando muchas cuestiones internas de tu mente. Cuando estás escalando, te vas tirando palabras de aliento a vos mismo”, afirma con entusiasmo la profesora de Educación Física que vive y da clases en Villa Allende. “No es nada difícil, ¡es muy divertido!”, añade para rematar una invitación.

Su historia dentro de un deporte que no es tradicional ni muy masivo también la cuenta la misma Betina: “Comencé a escalar cuando estaba estudiando el profesorado de Educación Física en el IPEF. Tenía un profesor que nos daba una materia llamada ‘Vida en la naturaleza’. Nos sacaba a Los Gigantes y nos ponía un poco en contacto con esto de la escalada en roca, colgándonos de la cuerda con una modalidad que se llama top rope”.


El gusto por la escalada se despertó instantáneamente en Betina. Y la pasión por la enseñanza de esta disciplina se desarrolló casi en paralelo a su práctica y perfeccionamiento en la misma. “Cuando terminé el profesorado, me fui a Mendoza a estudiar para ser guía de montaña. Como necesitaba dinero, empecé a trabajar en un muro de escalada, también llamado rocódromo o palestra. Así empecé a dar clases”, cuenta a El Milenio.

Sin ser una deportista de elite, Nitri es una apasionada por la práctica y difusión de la escalada deportiva, cuyo futuro mira con optimismo. “Nuestra disciplina está creciendo. Desde 2020, la escalada es un deporte olímpico y eso le ha dado más visibilidad. Todos los muros que están acá son de escaladores profesionales. Además, hay una federación cordobesa que en cada competencia controla en qué estado están los lugares donde se practica”, explica la instructora. 

Con respecto a Sierras Chicas, señala que existen varios lugares a lo largo del corredor donde iniciarse en este apasionante deporte. “Hay una palestra en Unquillo que se llama Dandara, también está el muro de Tito (Norberto Quinteros) en Mendiolaza y en Villa Allende, Lokales, donde trabajo yo. Después hay otro en Argüello y ya en Córdoba están el del Kempes y el del Club Andino”, enumera.

“Mientras disfrutás ese intentar resolver el próximo paso dentro de una ruta, también estás trabajando un montón de músculos de tu cuerpo y muchas cuestiones internas de tu mente”

Betina Nitri

Paso a paso

La práctica de la escalada en roca o en montaña requiere preparación previa. Para dar ese paso, quienes deciden desarrollar este deporte tienen que arrancar por lo básico, como dice Nitri. “Se puede empezar a practicar en los rocódromos, en las palestras. Eso es algo que está al alcance de cualquiera, porque en un principio se aprende la técnica de la escalada en un muro artificial, el prepararse físicamente y conocer todo lo que es el deporte. Después viene el irse a la roca, pero para eso hay que pasar por un proceso más largo porque no deja de ser un deporte de riesgo”, explica “la profe”.

En cuanto a los requerimientos para iniciarse en la escalada deportiva, Nitri señala que lo único que se necesita son zapatillas comunes y el magnesio, que se usa para secarse las manos. “En el caso de mi muro, se precisan zapatillas duras antes de comprar las pédulas, que son unos zapatos con una goma especial puntiaguda también llamados pies de gato”, aclara.

Para quienes aman la escalada, el desafío de llegar a la cima de una ladera empinada parece menor al lado de la posibilidad de hacer carrera en una disciplina todavía muy amateur. “Es un poco difícil crecer en este deporte, al ser algo muy nuevo. Acá no tenemos esa cultura de la escalada que se ve en otros lugares, como Europa”, reconoce la vecina de Villa Allende. No obstante, la disciplina crece y empieza a contar con representantes sponsoreados, como Valentina Aguado, la joven de San Luis que en 2020 estuvo a punto de clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio. 

En Córdoba, un buen lugar para desarrollarse deportivamente es el Parque del Kempes, donde, como explica Nitri, el muro instalado permite trabajar las tres disciplinas de la escalada: velocidad, dificultad y boulder. “A partir de ahí ya hay un grupo de chicos que se dedican profesionalmente a las competencias. Creo que se puede, lo que pasa es que hay que esforzarse mucho, como todo deporte”, comenta la escaladora.


Escalando valores

Aunque la competencia está presente, como en casi todas las disciplinas deportivas, el objetivo de Betina como profesora de escalada es otro. “Mi perfil es más pedagógico. Yo apunto a que conozcan los valores del deporte, no los inclino a la competencia porque mi concepto no es ese, pero si mis alumnos quieren prepararse para competir, empiezo a trabajar con ellos otras cosas. En mi grupo varios se inscribieron a su primera competencia y les fue bien, pero primero hicimos todo un proceso dentro de lo que es el disfrute de la escalada y el crecer como persona”, reflexiona la profesora.

Y justamente por eso, en el cierre de la entrevista, Betina repite la invitación a sumarse a la actividad que tanto la entusiasma. “Lo único que necesitás son zapatillas y ganas de ir a divertirte y ponerte fuerte, porque podés ir a un gimnasio, podés trabajar pesas, pero la escalada también fortalece mucho esas partes del cuerpo y te aseguro que no te aburrís”, afirma con sonrisa de complicidad.