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La chica del atletismo

Con solo 17 años, Martina Araya Díaz se ha convertido en una referente indiscutida del atletismo cordobés. Abanderada del Instituto Milenio Villa Allende, la joven viene de consagrarse campeona de heptatlón en la Copa Nacional de Clubes y afirma que el deporte ya es parte de su esencia. “Soy Martina Araya, la que hace atletismo”, resume con esa amplia sonrisa que la caracteriza.
  • Colaboración: Valentina Sandler y Bautista Ergueta (4to IENM). Candelaria Feijoó, Abril Marramá y Sofía Lagrotteria (4to IMVA).

Como muchos deportes, el atletismo es una disciplina que exige constancia y sacrificio. Con 17 años de edad y miles de segundos recorridos en la pista, Martina Araya Díaz creció en el nicho de jóvenes promesas que hoy brillan en torneos a lo largo de Argentina, aunque, cuando comenzó en esta disciplina, lo hizo casi por casualidad. 

Sus primeros pasos como deportista fueron en la escuelita de hockey de su colegio, el Instituto Milenio Villa Allende (IMVA). “Ahí participé durante cinco años, pero llegó un momento en que mis compañeras se fueron a otros clubes y el grupo se terminó disolviendo”, recordó la joven.

Por problemas de salud, Araya necesitaba hacer deporte. “Tenía que ganar masa muscular y, como ya no podía hacer hockey, la única opción que me quedaba era atletismo”, expresó la actual abanderada del IMVA y confesó: “Al principio no me gustaba, pensaba que era sólo correr”.

De a poco, la joven fue adquiriendo maestría hasta introducirse en el deporte federado. En 2017 formó parte del equipo provincial que participó en los Juegos Región Centro realizados en Córdoba. Pero no todo quedó ahí, Martina también fue una de las grandes protagonistas del torneo internacional y regional en Atlanta y Tampa (Estados Unidos) al cual asistió el Equipo de Atletismo Milenio en 2019.

En esta gira, la atleta afrontó lo que considera su desafío más grande hasta el momento. Siendo su primera experiencia fuera del país y con apenas 14 años, logró el primer puesto en salto triple, una de sus especialidades.

“Juan me enseñó el amor por el atletismo. Estuvo presente en todas mis etapas, apoyándome y guiándome. Lo pienso todos los días y lo llevo conmigo en cada torneo y entrenamiento”

Martina Araya Díaz

Pausa y reinicio

Todo marchaba bien hasta que llegó el 2020 y la pandemia sacudió drásticamente la rutina mundial. “Me costó demasiado volver a adaptarme, había perdido la constancia de entrenar”, reconoció la joven y resumió: “No aguantaba dar vueltas por el patio de mi casa”.

El retorno a las pistas tras el confinamiento fue progresivo, había estrictos protocolos a la hora de entrenar que complicaban el desarrollo normal del deporte. “Corríamos todos separados, ni saludarnos podíamos”, recordó Araya.

Sin embargo, esa etapa quedó en el pasado y ahora la joven se prepara para seguir superándose en cada evento deportivo, ya sea representando a la Escuela de Atletismo Milenio, a la provincia o incluso al país.

Su desempeño no sólo le ha valido medallas en los torneos, sino también el reconocimiento de la Legislatura de Córdoba, del Concejo Deliberante de Mendiolaza y del propio intendente Daniel Salibi, quien en 2019 la nombró Vecina Destacada por su compromiso, esfuerzo, sacrificio y humildad.

Sin dudas, Martina tiene un gran futuro por delante, aunque prefiere “disfrutar el proceso”, antes que ponerse objetivos fijos y correr tras ellos. “Soy de esas personas que va a paso tortuga en cada cosa que hace”, bromeó la joven y agregó: “Amo lo que hago, ya es parte de mi esencia. Soy Martina Araya, la que hace atletismo”.


Campeona entre grandes

Durante la primera semana de julio, se llevó a cabo la Copa Nacional de Clubes de Pruebas Combinadas en el complejo polideportivo Mario Alberto Kempes. En esta ocasión, Martina volvió a ser una de las principales protagonistas, ya que salió primera en heptatlón con 3750 unidades.

“Termina la carrera y me muestran la planilla. Yo veía mi nombre arriba de todo, pero no entendía nada, no me imaginaba que con el recuento de puntos había conseguido el primer puesto. Me quedé dura”, relató la deportista.

“Después de contarle a mi mamá, fui corriendo a abrazar a mi entrenadora y darle la noticia, porque ella tampoco sabía. Nos sentimos muy contentas”, expresó la joven y aprovechó la ocasión para agradecer el acompañamiento de su entrenadora, Irma Varela, su preparador físico, Mauricio Peralta, y sus amigos y compañeros atletas.

Pero las emociones no se detienen para la vecina de Mendiolaza, quien participó el pasado 27 y 28 de agosto en el Nacional U23 en Misiones, donde quedó en sexto lugar. “Poder competir con deportistas más grandes es muy desafiante, porque ellos ya tienen otro físico y están más concentrados en sus pruebas, con objetivos muy marcados”, explicó Araya. 

“De todas formas, cuando voy a competir me enfoco solo en mí, en cuánto camino recorrí para llegar a esa competencia y en que voy a lograr mejorar mis marcas”, explicó la atleta, que siempre ha apuntado a la autosuperación.


En la pista y en la memoria

El 11 de junio, una amarga noticia sorprendió a la comunidad educativa de la Fundación Josefina Valli de Risso. La triste partida del profesor Juan Alberto Farías, fundador de la Escuela de Atletismo Milenio, dejó tras de sí años de trabajo dedicados a promover el deporte en Sierras Chicas. 

“Juan prácticamente me adoptó y me enseñó el amor que se le puede tener al atletismo. Estuvo en todas mis etapas, apoyándome y guiándome”, contó entre lágrimas la joven Martina, recordando las infaltables agarradas de cachete del profe Juan luego de cada competencia. “Lo pienso todos los días y lo extraño muchísimo, me encantaría poder contarle tantas cosas”, dijo y remató: “En cada torneo y entrenamiento lo llevo conmigo”. 

Caín Arufe, compañero atleta de Araya, egresado del IMVA y actual estudiante de Irma, lleva tatuado en su brazo una foto con Farías, quien también significó mucho en la carrera del joven. “Yo no tengo muchas fotos con Juan, pero sí me tatuaría una frase de él, sin dudarlo”, pensó Martina.

Aunque su ausencia se siente en cada jornada, sus alumnos saben cómo elevar su legado hasta lo más alto de cada corazón y cada podio. Apasionado, entusiasta y atento, Juan es recordado con cariño y admiración por todos sus compañeros, colegas, estudiantes, amigos y familiares.