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“Nadie debería morirse sin ver una ópera”

El canto lírico es conocido por su elevado nivel técnico y, en Sierras Chicas, Cecilia Leunda es una de sus principales representantes. Cantante y profesora, la soprano ha pasado por los escenarios más sencillos y los más importantes de Córdoba y Buenos Aires, tanto de manera solista como integrando diversos coros profesionales.
  • Por Agostina Ciprian y Andrés Garriga (4to IENM). periodico@elmilenio.info

María Cecilia Leunda empezó a cantar siendo apenas una niña, mientras su padre tocaba la guitarra, y nunca dejó de hacerlo hasta el día de hoy. Su formación transcurrió inicialmente en la famosa “escuela de niños cantores”, el Instituto Superior de Educación Artístico Musical Domingo Zipoli, y con el tiempo se especializó en un género no tan popular, pero muy reconocido por la destreza técnica y vocal de sus representantes: la música lírica.

Así, como cantante de ópera, la soprano y vecina de Saldán ha participado de puestas en escena como “Il Brindisi” y “Don Giovanni”. Además, actualmente integra el Coro Polifónico de la provincia de Córdoba y se desempeña como maestra de Canto.

El pasado 17 de septiembre, se presentó en el salón parroquial de Villa General Belgrano con el concierto “Un viaje al Danubio”, junto a su fiel compañero, el pianista Gustavo Tolosa, recién llegado de Estados Unidos. 

“La ópera no es el género más popular, pero me gustaría que todos los jóvenes vieran una obra de este tipo, es como una película. La vivencia de tener al actor enfrente es algo espectacular”

María Cecilia Leunda

El Milenio: ¿Cuándo empezaste a actuar y a mostrarte en público?

Cecilia Leunda: Podría decir que tengo dos etapas, una coral y otra solista. Me he presentado en público con los coros desde que tengo memoria. En el Zipoli todo el tiempo estás cantando en algún teatro o encuentro coral, pero siempre estás contenido por tus compañeros y al frente tenés el director, o sea que no es tanto el nivel de exposición.

Canté en muchos coros profesionales y recién a los 28, después de tener a mi hijo Pedro, empecé a animarme a cantar sola. Arranqué por el folklore, tenía una banda cuando iba a la facultad. Hice la carrera de Composición Musical y el profesorado en Educación Musical, aunque no lo terminé. En ese momento quería hacer música y era la única oferta académica que había. 

Después me fui a vivir a Buenos Aires y ahí me formé más específicamente en canto. Recuerdo que el primer teatro en el que canté sola fue el Margarita Xirgu.

EM: ¿Cuál dirías que es el lugar más importante en el que te presentaste o del cual te sientas más orgullosa?

CL: La verdad que es normal tomar el tema de los escenarios como una meta, esto de poder decir “llegué a cantar acá”, pero yo lo siento distinto. He cantado en un montón de lugares importantes, pero ante la pregunta, lo que se me viene a la mente es una presentación que hice el año pasado en un geriátrico y fue muy emocionante.

Pero sí, he estado en el Teatro Colón de Buenos Aires, en el Cervantes, en el CCK (Centro Cultural Kirchner). Son espacios muy importantes y es realmente bello y placentero cantar ahí. En Córdoba pasé por muchos escenarios también, desde el Teatro Real o el San Martín, hasta los espacios culturales de los municipios, incluyendo muchos museos e iglesias.


EM: ¿Estas presentaciones las hiciste como solista o como parte de una formación coral?

CL: No, la mayoría fueron con distintos coros de los que he formado parte. Por ejemplo, en el Colón actué con el Estudio Coral de Buenos Aires y con el Coro Nacional de Jóvenes, cuando vivía allá. En el CCK estuve con el Coro de Cámara de Córdoba. El año pasado sí canté sola en el San Martín, cuando hicimos unas pequeñas escenas de ópera.

EM: ¿Sentís que hay buenos espacios en Córdoba para el canto lírico, más allá de los teatros?

CL: La verdad que está difícil conseguir fechas y lugares donde haya un piano, ya sea un piano vertical (el más común) o piano de cola. Hay pocos espacios donde se da eso. Uno es el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, que tiene un piano de cola muy bello, pero están todas las fechas ocupadas hasta fin de año, por ejemplo.


EM: Entre todas las canciones que has interpretado, ¿tenés alguna favorita? 

CL: Hay una que a mí me encanta, siempre digo que todos deberían cantarla al menos una vez (siento que es más lindo cantarla que escucharla). Se llama “Friede auf erden” (Paz en la tierra), de Arnold Schönberg, para coro. A mi parecer es una pieza majestuosa, bellísima.

Después hay varios compositores que me gustan, como por ejemplo Gustav Mahler, y un montón de canciones. Particularmente ahora se me viene la “Zamba del laurel”, un tema de folklore muy bonito que me hacer acordar a mi abuela.

EM: ¿Cómo es el público de la ópera?

CL: El público que se sienta a ver/escuchar una ópera, es porque lo desea, entonces siempre reacciona bien. Es como el público que sigue a una banda, quien va es porque realmente quiere escucharla. Y al menos acá en Córdoba hay un buen público. Cuando hay una ópera en el teatro, la gente va y se llena, pero no es tan común. 

Sé que la ópera no es el género más popular, pero por suerte se está abriendo mucho el ambiente. A mí me gustaría invitar a todos los jóvenes a ver una obra de este tipo, es como una película, era el cine del 1800. La vivencia de tener al actor enfrente es algo espectacular, nadie debería morirse sin ver una ópera.


EM: ¿Considerás que es un talento el canto lírico?

CL: Uno puede llegar a tener una facilidad, como en cualquier otra disciplina, pero considero que es más una cuestión de entrenamiento. Un cantante lírico tiene que ensayar muchísimo porque debe cantar arriba de la orquesta y sin micrófono, por eso antes que hablar de talento, creo que podemos decir que es más una facilidad que debe trabajarse.

EM: Por último, ¿cómo te ves en un futuro?

CL: La verdad que no lo sé, pero algo que siempre quise y lo estoy logrando, es hacer más ópera, es decir, la ópera completa, todo el rol. Hace poco interpreté a Doña Elvira en “Don Giovanni” y me tocó el rol entero. A su vez, estoy esperando que se dé otra obra que es un poco más importante, pero no la voy a nombrar ahora. Un sueño que tengo es cantar en todo el mundo, Italia, Francia, Estados Unidos, etc. Viajar cantando me encantaría.