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Javier Nalbandian: “El tenis te transmite adrenalina”

Javier Nalbandian es uno de los entrenadores argentinos más reconocidos del circuito mundial y una figura clave detrás del éxito que supo cosechar su hermano, David. En entrevista con El Milenio, el coach habló sobre sus primeros pasos en la cancha, su relación con el tenis hoy en día y el impacto de la pandemia en los torneos de alto nivel.

Por Rocío Bennazar y Rocío Centeno (4to IENM).


El apellido Nalbandian está presente en la historia unquillense hace muchos años, pero ha quedado grabado a fuego en la historia del tenis argentino gracias a David. Desde un lugar quizás menos expuesto, su hermano Javier también ha contribuido a este legado deportivo. 

Formado en Sierras Chicas, agarró por primera vez una raqueta a los 12 años y nunca la soltó. Aunque ya no pasa tanto tiempo dentro de la cancha jugando, su trabajo como entrenador y coach de grandes figuras a nivel mundial lo mantiene conectado a este deporte que siempre ha sido su vocación.

Con 50 años recién cumplidos, Javier Nalbandian se dedica a entrenar tenistas de talla mundial, como el estadounidense Ernesto Escobedo. Foto gentileza.

El Milenio: ¿Cómo surge tu relación con el tenis?

Javier Nalbandian: La verdad fue algo bastante casual. Mi primera incursión en el tenis fue a través de mis tíos. Habíamos ido de vacaciones con toda la familia y ellos habían llevado dos raquetas. Como en el hotel donde estábamos parando había una cancha, terminamos jugando.

Esa fue la primera vez que agarré la raqueta y se ve que no me costó mucho. Me entusiasmó, así que a la vuelta empecé a jugar y tomar algunas clases en el Polideportivo de Río Ceballos. Esas fueron mis primeras incursiones en el tenis.

EM: ¿Actualmente das clases en algún lugar?

JN: Hoy no tengo un club específico porque me dedico a entrenar jugadores que están compitiendo a nivel mundial, entonces vamos viajando y entrenando en el lugar del torneo. Al mismo tiempo, siempre necesitás una o dos bases.

EM: Según tu valoración como entrenador, ¿cuáles son los beneficios de practicar esta disciplina?

JN: La verdad que el tenis es un deporte muy lindo y muy individual también, creo que tiene varios beneficios. Para poder jugarlo no solo se necesita estar bien físicamente, sino que también demanda mucha concentración. Es un deporte muy completo, que le hace bien a tu cuerpo y a tu mente. Yo tengo gente amiga que, con 80 años, sigue jugando.

EM: ¿Cómo describirías el nivel del tenis en Sierras Chicas?

JN: Creo que en esta región no tenemos muchos jugadores de competición, el tenis acá es mucho más social, aunque tiene sus ciclos. Hay momentos donde ves mucha gente jugando y etapas donde decae, para luego repuntar de nuevo. 

No tenemos mucho tenis a nivel competitivo, pero sí a nivel social. Y creo que, en algún punto, esas personas a quienes les encanta el tenis, podrían empezar a jugar a otro nivel. Es una posibilidad que se puede despertar en cualquier momento.

EM: Dentro de los jugadores consagrados, ¿a quién admirás y por qué?

JN: Creo que mi hermano fue un jugador muy exquisito y muy querido a nivel mundial, ya sea por su facilidad para jugar, como también por su clase de juego y su capacidad de concentración y lectura de cada punto. Por eso me vuelco por David, antes que Federer o Nadal, por ejemplo. 

“El tenis te transmite mucha adrenalina, no porque uno la genere dentro de la cancha, sino porque sabe todo lo que puede influir para que el jugador actúe y desarrolle cosas a lo largo del partido”

Javier Nalbandian

EM: ¿Qué trasmite el tenis?

JN: Como yo lo vivo desde un punto de vista muy competitivo, siento que te transmite mucha adrenalina. Esa adrenalina no se genera dentro de la cancha, sino que la vivo porque sé en todo lo que un entrenador puede influir para que el jugador actúe y desarrolle cosas dentro de la cancha.

Uno trata de ayudarlo, no solo desde la parte técnica, sino también a nivel táctico y mental, guiarlo, apoyarlo y exigirlo para sacar el mayor provecho de su potencial. En los partidos, con cada pelota que se juega pueden suceder un montón de cosas, entonces la adrenalina en cada punto es altísima. Creo que el tenis es un deporte bastante excitante.

EM: ¿Cómo ha golpeado la pandemia en los altos circuitos deportivos?

JN: La pandemia realmente ha sido un golpe duro en todos los niveles, desde el club de barrio hasta el torneo más importante. En el circuito profesional, los jugadores la sufren no solo porque haya poco o nulo público en los partidos, sino también por todo lo que afecta a lo que sucede alrededor del torneo. Por protocolo, no pueden salir del hotel o del club, ni tener contacto con la gente, entonces se mueven en burbujas muy chicas y cerradas, con testeos semanales, y todo se vuelve bastante tedioso. 

Una semana, dos semanas, no pasa nada, pero a medida que pasa el tiempo, los torneos se van haciendo muy monótonos y se nota cómo va cambiando el estado de ánimo de los jugadores, cómo se van irritando y cansando.

EM: ¿Y a la hora de jugar?

JN: Obviamente que te afecta. Al haber muy poco público, el partido adentro de la cancha también se vive muy liso. Normalmente, cuando uno puede ejecutar un buen tiro, el público aplaude y se levanta. Eso te levanta la adrenalina de manera increíble y es justamente lo que no sucede. Si a eso le agregás el estado de ánimo general y todas estas cosas que suceden detrás del telón, se hace realmente difícil competir.

EM: ¿Qué experiencias te deja haber vivido este deporte desde tan chico?

JN: La verdad que experiencias hay muchas, porque yo tuve la suerte de viajar a una gran cantidad de torneos y conocer un sinfín de países. Te relacionás con gente de todas las culturas y, gracias a Dios, eso me ha dejado miles de contactos y amigos por todo el mundo. 

Además, te da la posibilidad de tener una mentalidad mucho más abierta y aprender a encontrar soluciones a los problemas todos los días, porque cuando uno está fuera de casa es más difícil resolver algunas cosas.

EM: Por último, ¿qué le dirías a algún chico o chica que quiera jugar tenis de competencia?

JN: Que realmente es un deporte muy lindo, pero al mismo tiempo muy exigente. Se necesita mucha disciplina, educación y dedicación. Que tiene que trabajar mucho, no solamente la parte física, sino también la parte mental, táctica y técnica, lo cual depende cien por ciento de uno mismo. Que tiene que tratar de enfocarse y planificar su carrera a largo plazo, trabajando día a día para conseguir su objetivo.

“Creo que mi hermano fue un jugador muy exquisito y querido”, afirma Javier, quien supo ser coach de David muchos años. Foto gentileza quien corresponda.