La combinación de tres estrellas del equipo de Brooklyn lo convierte en una potencia ofensiva histórica. ¿Podrán gestionar los egos, la falta de profundidad del plantel y la defensa para pelear por un anillo?
Veamos la combinación a simple vista:
1- Kevin Durant: MVP de la NBA en 2014, MVP del Mundial de Básquet en 2010,
máximo anotador de la NBA en 4 temporadas, 6 veces integrante del mejor quinteto de la temporada, 2 veces MVP de las finales de la NBA, 2 veces Campeón de la
NBA.
2- James Harden: Tres veces máximo anotador de la NBA, 1 vez MVP de la NBA
(2018), 6 veces integrante del mejor quinteto de la NBA.
3- Kyrie Irving: Campeón de la NBA en 2016, múltiples veces seleccionado All Star. 22 puntos de promedio de carrera.
No es cualquier combinación. Podríamos entrar en discusión sobre si no se trata del tridente ofensivo más poderoso de la historia del básquet (obviando cualquier seleccionado de Estados Unidos).
Kevin Durant y James Harden entran con comodidad en la conversación por ver quién es el anotador más poderoso de la historia. Ambos ocupan un lugar entre los cinco jugadores más importantes de la última década, Durant ya está claramente insertado entre los 20 mejores jugadores de todos los tiempos.
Los dos son máquinas de anotar muy distintas. Harden necesita la pelota en su poder para ser el jugador dominante que es. Ya jugó al lado de Durant durante cuatro años, pero no era el perro alfa en el que lleva años convertido.
En el medio se insertó como súper estrella indiscutida en un equipo que pasó ocho años girando en torno a su talento (y con justa razón). Harden volvió a los Rockets un equipo top en la NBA durante todas las temporadas.

De la mano de Mike D’Antoni se convirtió en el eje de una ofensiva poderosa y explotó como anotador a niveles tremendos.
Durant, por su parte, es el eje del equipo en los Brooklyn Nets. Aquí Harden no podrá ser el alfa, y quizás no quiera serlo. La taza altísima de uso del barbudo ex escolta de los Rockets tendrá que adaptarse en un esquema diferente, donde no todo gira en torno a él.
Por suerte para los Nets, Durant es uno de los mejores anotadores de la historia, pero no es un gran acaparador del balón. Eso lo vuelve extraño y fascinante, aunque no le permita dominar el juego a la manera en que lo hace su archienemigo y estrella número 1 de la NBA: LeBron James.
En otro tipo de equipo, Durant necesitaría ser esa clase de gestor de la ofensiva, pero acá no. Durant puede ser el líder sin necesidad de armar juego, y ocupándose de tirar y atacar el aro con su capacidad descomunal, manejo de escolta y largo de pivot.
El super atlético alero puede anotar 30 puntos por partido sin tocar mucho la pelota. No necesita del drible para ponerse en ritmo, y eso parece combinar a simple vista muy bien con un Harden acostumbrado a botar la pelota infinitamente.
Los defectos del proyecto “Big Three”
Hasta aquí todo parece acomodarse con algún esfuerzo. La potencia ofensiva y la posibilidad de contar con dos jugadores imparables en la ofensiva claramente inclina la balanza de una manera positiva.
¿Qué sucede si agregamos a Kyrie Irving al mix? Vamos a hablar primero de la parte basquetbolística (aunque esté muy ligada a su personalidad). Irving es el jugador con mejor manejo del balón que se haya visto jamás.
Sus habilidades para controlar la pelota no tienen igual en esta época ni en ninguna otra. Simplemente lo puede hacer todo, sus trucos son infinitos, y al talento técnico le suma una creatividad fuera de serie.
Es el jugador por el que todos pagarían una entrada por ver, es espectáculo garantizado. Además, ha dado muestras de sobra de su sangre fría en momentos calientes. Es el autor de uno de los tiros más electrizantes de la historia: un triple en el último minuto de un juego 7 de finales, como visitante ante los poderosísimos Golden Stare Warriors.

¿Cuál es el problema con Kyrie? Siempre quiso ser el alfa, y no tiene la consistencia para serlo. Se separó de LeBron James buscando ser la primera lanza de equipo en los Celtics y el resultado fue claro: su equipo jugaba mejor cuando él estaba lesionado.
Si vamos por las razones basquetbolísticas, Irving adora tener el balón en sus manos, a pesar tener la capacidad para convertirse en un gran tirador a pie firme.
El baloncesto se sigue jugando con una sola pelota, y ahora debe compartirla con el jugador más “balón dominante” de la liga. Irving no solo no es el jugador más importante de este equipo, sino que ahora tampoco es el segundo.
Para sumar más drama viene de ausentarse durante una semana, sin previo aviso, ni razones. Fue registrado en una fiesta con su familia y tiene un historial como mínimo complejo en relación a su pobre manejo del ego.
¿Podrá volver a centrarse en el juego y adaptarse a un equipo en el que no es el protagonista?
La defensa
Acá está el desafío que menos titulares capta para los Nets. En un equipo con tanto poder ofensivo, James Harden y Kyrie Irving reconocidos por ser piezas muy irregulares sin el balón y sin Jarrett Allen, uno de los mejores protectores del aro de la liga que se fue en este mega traspaso a Cleveland, ¿cómo responderá la defensa?
Es cierto, los Nets cuentan con DeAndre Jordan, un pivot defensivo que supo ser el mejor protector del aro de la liga, pero sus mejores días ya quedaron detrás. Si bien es cierto que puede recuperar buena parte de su nivel y solo tiene 32 años, no hay garantías de que lo logre.
Lo peor es que en el banco no hay mucho más. Los Nets perdieron su profundidad con la lesión de Spencer Dinwiddle (otra arma ofensiva de un calibre tremendo) y con su ausencia también perdieron defensa.

Su banca estaba liderada por el talentoso y buen defensor Caris LaVert, pero ahora está en Indiana fruto del traspaso a 4 bandas para traer a James Harden.
En el quinteto titular no hay mayor solidez defensiva que la de Kevin Durant, quien es capaz de defender a un nivel de elite, pero no siempre ha puesto el empeño necesario para sacar lo mejor de sí en este costado.
El mismo entrenador, Steve Nash, fue fogueado al calor de la ofensiva pura y no se caracteriza por ser un profundo conocedor de estrategias de defensa.
¿Dónde está la solución a los problemas de defensa y profundidad? En los agentes libres que pudieran quedar. Muchos de ellos estarían interesados en jugar por algunos pocos millones en un equipo que sin duda es candidato por su poder de estrellas nunca antes visto.
¿Son los Nets candidatos? ¿Podrán salir del este? ¿Se convertirán en la ofensiva más increíble que haya visto la NBA? ¿Steve Nash podrá controlar desde su inexperiencia los egos de uno de los vestuarios más calientes de la historia? ¿Kyrie Irving pondrá su voluntad en el baloncesto? ¿Tienen los nets lo suficiente como para chocar ante los equipos de Los Ángeles? ¿Podrá Durant ser el líder absoluto del equipo?
¿Son los Nets candidatos? ¿Podrán salir del este? ¿Se convertirán en la ofensiva más increíble que haya visto la NBA? ¿Steve Nash podrá controlar desde su inexperiencia los egos de uno de los vestuarios más calientes de la historia? ¿Kyrie Irving pondrá su voluntad en el baloncesto? ¿Tienen los nets lo suficiente como para chocar ante los equipos de Los Ángeles? ¿Podrá Durant ser el líder absoluto del equipo?

Todas estas preguntas quedarán flotando y pase lo que pase, los Brooklyn Nets serán la historia más entretenida de esta temporada.
Los focos apuntan a Nueva York, James Harden llega a donde quiso llegar y tendrá que soportar el escrutinio más pesado.