- Por Camila Centeno
- 6to Año, Instituto Milenio Villa Allende
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Atravesando este momento critico tanto para la Argentina como para el mundo, Maureen Birmingham, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sostuvo a principios de junio que “Córdoba es un ejemplo de buenas prácticas”.
“Estamos impresionados con el seguimiento muy sofisticado de cada caso, de cada contacto, todo el sistema esta monitoreando la ocupación de camas y los indicadores de desempeño. Queremos documentarlo, es una luz para otras regiones, para otros países”, afirmó en aquella oportunidad.
Esto, alentó a las personas a poder seguir sobrellevando la complicada situación desde hace aproximadamente 5 meses, sin perder las esperanzas y planeando un mejor futuro para todos.
Recientemente, Carissa Etienne, directora de la OPS, señaló que desde la organización ahora miran con preocupación los aumentos exponenciales de casos en el país e instan a no relajarse.
“Estamos viendo picos preocupantes en lugares que habían logrado contener sus epidemias desde el principio, como Colombia y Argentina“, sostuvo la directora de la OPS en su informe del pasado miércoles 11 de agosto.
“Argentina enfrenta los mismos desafíos que varios países de su región, teniendo un mosaico poblacional y con el desafío de encontrar un balance para asegurar medidas de salud pública con reiniciar intercambios económicos“, sostuvo.
No obstante, mantuvo la opinión favorable expresada por Birmingham en el pasado, al señalar que “Argentina tiene una vigilancia epidemiológica fuerte, fortalecida durante el brote y en los monitoreos. Está notificando a través del canal internacional con todas las precisiones de reporte por caso”.
Advierten de no descuidar las otras enfermedades estacionarias
Finalmente, desde la OPS también sostuvieron que todos los esfuerzos por controlar la pandemia de la COVID-19, no deben ser excusa para descuidar el control de las demás enfermedades como la Malaria y el Dengue.
El informe, puso en comparación la cantidad de casos de Dengue y Malaria que han reducido por falta de presencia del mosquito, ya que no está tan presente como en primavera o verano. Más allá de esto, dichas enfermedades siguen siendo una carga enorme para los servicios de salud y al igual que el nuevo tipo de coronavirus, tienen un impacto desproporcionado en las poblaciones en situación de pobreza y vulnerabilidad, incluidas las comunidades indígenas.
Recordemos, que en julio el país registró el mayor número de casos de Dengue en su historia, con un pico de 54 mil casos confirmados.