Ñu Porá alberga desde hace un tiempo a uno de los parques de ciclismo más interesantes del país. Con su sello de bosque y la irregularidad de su terreno, el ÑuPoráBike Park es ya renombrado a nivel internacional.
- Por Redacción El Milenio. periodico@elmilenio.info
- Agustina Gallego y Sileno Victorel. IENM
[dropcap]T[/dropcap]odo nace con una idea. El entusiasmo y la posibilidad de compartir una actividad con sus hijos fue para Martín Artal un disparador siempre latente. El reconocido deportista fue miembro de la Federación Argentina de Ciclismo de Montaña y un impulsor nato de iniciativas deportivas. Al respecto, afirma: “Participé en distintas giras internacionales, donde pude conocer grandes bikers y también grandes parques para bicicletas, como los que hay en Canadá o en Europa. Este bikepark nace hace bastante tiempo, y el proceso tuvo que ver justamente con lo que significa para mí y para mis hijos andar en bicicleta juntos”.
Los viajes al exterior le brindaron un pantallazo del funcionamiento de grandes centros deportivos, donde el aire de competencia se mezclaba con lo más hondo de la naturaleza. “Me pareció algo espectacular y me dio el impulso como para emular algo de esto en Río Ceballos. Nosotros andábamos en bicicleta acá, en la localidad, junto con mis hijos en un campo privado. Había algunos senderos y los usábamos, la pasábamos muy bien. No obstante, le quisimos dar un marco formal. Entonces nos contactamos con el dueño del lote y comenzamos a trabajar junto con mi familia y algunos amigos que se sumaron a esta idea de hacer un bikepark”, explica Artal.
El Milenio: ¿Por qué eligieron esta locación en particular?
Martín Artal: Tuvo mucho que ver el conocimiento previo del espacio. Además, donde haya montañas es posible realizar las disciplinas que planteamos. El suelo del lugar fue clave, su flora puntualmente funciona de una forma en la que se vuelve bastante fácil andar, porque no se pinchan muchas cubiertas y es simple mantenerlo.
Otra cuestión importante es que, tanto en Norteamérica como en Europa, el ciclismo de montaña está asociado, hasta culturalmente, a los bosques naturales y a la conexión con la naturaleza. El predio Ñu Porá tiene esa impronta y los ciclistas que entienden sobre el tema se ven identificados. A mí y a mi familia nos ocurrió eso y nos enamoramos de ese lugar desde un comienzo.
EM: ¿En qué días funciona el parque?
MA: Para ingresar hay tres formas: sábados y domingos se encuentra abierto para pagar el pase común. Luego si alguien compra el pase mensual queda automáticamente habilitado para entrar todos los días. Por último, está la posibilidad de hacerse socio, que es la cuota más baja de todas y te permite ingresar cualquier día.
EM: ¿La idea desde un principio fue que albergue competencias además de ser un espacio de práctica?
MA: Exactamente. Las competencias y las prácticas van de la mano, el predio sirve para las dos cosas. Lo que tienen de bueno los torneos es que potencian al parque, tanto a nivel local como nacional e internacional. Venimos realizando competencias internacionales, de hecho el 21, 22 y 23 de septiembre del año pasado, hicimos una, en la cual los puntajes que se otorgaron son parte de la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio. Estos eventos son muy caros y contamos con aportes de sponsors, así como también la ayuda del municipio.
EM: ¿De qué puntos provienen los corredores que participan en estos eventos?
MA: Para la competencia que recién mencionaba se acercaron deportistas de siete países: Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile, Bolivia, Perú y Colombia. Por el grado de calidad del torneo y los valiosos puntos que entrega, pudimos contar con los últimos campeones panamericanos de ciclismo en montaña, un hombre y una mujer. Es decir, tuvimos un gran nivel de corredores.
EM: ¿Existe una comunidad de bikers en distintos puntos del país, pensando no sólo en la competencia sino en generar encuentros para compartir lo que llaman la ‘cultura biker’?
MA: Nosotros todavía no hemos realizado ningún encuentro de ese tipo en lo puntual, pero sí formamos una especie de comunidad y permanentemente recibimos gente de otros lugares. Nos hicimos amigos, que viajan por ejemplo desde Buenos Aires, donde no hay terrenos como los de acá. Normalmente las competencias más allá de la rivalidad deportiva, también son un espacio en donde los deportistas aprovechan para juntarse y conocerse, se arma un ambiente muy grato.
EM: ¿Hay alguna disciplina en particular que predomine en este lugar?
MA: El Bike Park está autorizado para lo que se llama, Cross Country Olímpico, que es la disciplina que se practicó en la competencia que mencionaba. También es muy importante la presencia del Enduro, que es una actividad nueva dentro del Mountain Bike, y Downhill que es otro estilo. Por la geografía del lugar, los que más avanzan son el Cross Country Olímpico y el Enduro, para hacer Downhill lo óptimo sería tener más desniveles y un poco más de altura.
EM: ¿Se necesita tener un determinado grado de habilidad para hacer uso del parque o se puede arrancar desde cero?
MA: Se puede comenzar tranquilamente desde cero. El parque está señalizado con cuatro colores, que identifican la dificultad. El color verde significa que es un circuito fácil, de nivel principiante. Luego está el azul que es intermedio, el rojo que es difícil y el negro que es para ciclistas avanzados directamente. Uno llega al parque, se recomienda el circuito para emprender la práctica y a medida que uno se va sintiendo cómodo es que se empieza a ver la posibilidad de avanzar. La dificultad está asociada a la exigencia, tanto física como técnica. Los caminos rojo y negro son realmente muy demandantes, por lo cual si no se trata de una persona entrenada es mejor disfrutar de los anteriores. Yo hace años practico esta actividad y de vez en cuando me gusta optar por los circuitos intermedios, porque voy relajado y es un espacio sumamente agradable.
EM: ¿Se puede acceder al Bike Park con cualquier tipo de bicicleta?
MA: Así es, no hay requisito para acceder. Lo que sucede es que lo que se recomienda utilizar es una bicicleta de Mountain Bike, que tenga suspensión. Lo que sí es indispensable es el casco, nadie puede ingresar a los circuitos sin él.
