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Un camino en bici

Rocío Fernández, estudiante del Instituto Educativo Nuevo Milenio, realiza BMX y ha logrado representar a nuestro país en Nueva Zelanda.

El BMX es una disciplina del ciclismo donde participan chicos y chicas. Rocío Fernández, estudiante del Instituto Educativo Nuevo Milenio, realiza esta actividad y ha logrado representar a nuestro país en Nueva Zelanda.

Por Candelaria Garrido y Clara Durante. 4°B IENM

[dropcap]E[/dropcap]l Milenio: ¿Nos podrías explicar que es el BMX?

Rocío Fernández: El BMX es una disciplina del ciclismo en el que participan hasta ocho personas. Por lo general hay cuatro rectas con salto que se separan con curvas que se llaman peraltes.

En general, las pistas son de tierra pero las mejores son de cemento.

EM: ¿Cómo te fue en la competencia Nacional del 29 de abril?

RF: La competencia duró dos días. El primero (sábado) salí tercera y el domingo, segunda.

EM: ¿Cómo superás el miedo de las  competencias? ¿Te lastimás?

RF: A medida que voy practicando, el miedo se va yendo solo, pero siempre algo queda. En cuanto a las caídas, me lastimo más o menos pero depende sobre todo del golpe que haya tenido.

EM: ¿Qué se siente representar a Argentina en este nivel?

RF: No sé… (risas) Yo represento a Argentina pero en los challenger, que son las categorías más bajas. Para intervenir en encuentros internacionales en un nivel más profesional están las competencias Junior Elite que son las olimpiadas. Cuando represento a nuestro país obvio que se siente lindo y más cuando te va bien, además de que te sentís orgullosa de vos misma.

EM: ¿Tenés alguna dieta especial que implementas en tu entrenamiento o competencia?

RF: No, por ahora no, solamente en los días de las competencias intento no comer muy pesado, evitar las grasas y trato de consumir muchas frutas.

EM: ¿En algún momento intensificás tu entrenamiento? Si es así, ¿cuándo?

RF: A veces, las semanas antes de alguna carrera realizo un entrenamiento más fuerte y me dan un día libre así no llego muy cansada, pero generalmente la práctica son todos los días igual.

EM: Contanos cómo son estas competencias (edades, países, etc.)

RF: Están los provinciales que son sólo de Córdoba y participan todos los chicos y chicas de la provincia que quieran ir. Después están los nacionales que son de toda Argentina y se realizan en los lugares del país donde haya pistas (que hay muy pocas) y también van todos los chicos y chicas que quieran participar. Luego están los Latinoamericanos y Panamericanos, en los que a veces suelen venir chicos de México pero no muy seguido porque no siempre los dejan participar por reglas de la UCI (Unión Ciclista Internacional). También está el mundial que básicamente es una carrera más diferente, de un día, pero al haber tantos chicos se divide en dos por edades.

EM: ¿Cuántas chicas de tu edad compiten en Córdoba?

RF: En mi categoría nueve. Nos llevamos muy bien entre todas.

EM: ¿Dónde entrenás? ¿Tenés que cambiar el lugar debido a las exigencias de las competencias?

RF: Yo entreno haciendo pique, puedo ir al Kempes o en Villa Allende, al gimnasio voy acá, a uno de Río Ceballos y la pista se encuentra en el barrio General San Martín. No cambio de lugar debido a exigencias por competencias pero a veces puedo cambiar de pista si hay alguna carrera cerca ahí.

EM: ¿Tenés sponsors o pagás la totalidad de los gastos?

RF: No, antes un señor me daba equipos pero actualmente pago yo la totalidad de los gastos.

EM: Durante las competencias, ¿cómo hacés para mantener un equilibrio con el colegio?

RF: Para los torneos Nacionales falto solo un viernes y luego pido la tarea. Yo entreno todos los días así que en mi tiempo libre trato de hacer y adelantar lo más que pueda del cole para después no estar tan atareada. Si tengo algún viaje (que generalmente duran dos semanas) tengo que llevar certificado así las faltas me las pasan pero no se computan y luego me pongo al día con todo lo que hicieron.

EM: Para finalizar, cuando termines el secundario ¿pensás seguir con el BMX?

RF: Me encantaría aunque ello depende de cómo me vaya. Si me sigue yendo bien, sí. Y si no, lo voy a seguir haciendo pero como un hobby y de esta manera también poder estudiar en la universidad.