Por Mirco Sartore
mircosartore@elmilenio.info
Fotografía: (www.mundorally.cl)
Campeón del Mundial de Rally Grupo N en el año 2001. Subcampeón del Campeonato Argentino de Rally en 2010 y tercero en 2009 y 2012. Piloto del Rally Dakar y el Safari Rally. Empresario, dueño de GP Race y diseñador de accesorios de autos de competición. Fierrero por sangre y corazón. Todos esos títulos podrían ir en la tarjeta de presentación de Gabriel Pozzo (Córdoba, 1979), uno de los grandes corredores que dio la provincia y el país en el presente siglo, que accedió a ser entrevistado por El Milenio y declara que hoy no hay grandes oportunidades para que los jóvenes pilotos argentinos se transformen en figuras del rally mundial y que la pasión por este deporte, en nuestra provincia, ha disminuido en las últimas décadas.
El Milenio: ¿Cómo empezó tu pasión por los autos y el automovilismo? Sé que desde los siete años vos le decías a tu mamá que te convertirías en campeón de rally.
Gabriel Pozzo: Siempre tuve muy cerca los autos porque mi familia fue muy fierrera. A mi papá le gustaba mucho el automovilismo y en especial el rally. Íbamos a ver las carreras. Los adultos te muestran cosas que te despiertan cierto interés mientras que otras no lo hacen. Entonces, en mi caso, si bien compartía las carreras con mis hermanos, el rally me atrapó de una manera especial. Me encantaba toda la actividad relacionada al rally, con mi padre seguía a muerte, desde muy chico, todas las carreras que podía. Desde chico soñé con ser piloto de rally.
EM: ¿Y cuándo fue la primera vez que corriste?
GP: Yo empecé a entrenar desde muy chico; desde los doce años ya me preparaba para correr. Diez años tenía y, sumado a la locura de mi padre por los autos, practicaba con el coche de la familia. Primero empecé a manejar el volante, después llegué a los pedales. Ya con doce años podía manejar solo y mi familia logró conseguir un auto nuevo para uso familiar y el viejo, que era una Cupé Fiat 125, la equipamos con butacas, suspensión un poco más dura y empezamos a entrenar los fines de semana. Hacíamos “tests”, por así decirles. Buscábamos un sector en la montaña, lo cual en ese momento era lo más para entrenar, pero después cambió por el avance del turismo. Teníamos muchas más posibilidades de practicar el deporte sin tantos riesgos como hoy.
Entrené de manera amateur desde los doce años hasta los diecisiete. En ese punto empezamos a hacer nuestro propio auto de carreras, con un Volkswagen Gol: todas las modificaciones al auto las hacíamos en nuestro taller. Y debuté profesionalmente, por así llamarlo, en un Súper Especial en Villa de Las Rosas. A partir de allí, empezó mi carrera deportiva.
EM: ¿Qué significó para vos ser el primer campeón argentino en FIA después de una figura como Fangio?
GP: Me dio mucha alegría propia, personal, de haber conquistado el objetivo que me planteé desde chico. Logré mi meta en ese momento. Si bien uno tiene una meta grande y otras más pequeñas y cortas, mi objetivo era llegar a Europa, ganar carreras, estar en el Mundial. Salir campeón o no era algo que se podía dar o no. Pero cumplí el objetivo, logré mi meta y eso me dio una tranquilidad y un alivio muy grande, desde lo deportivo y lo personal. Además, sentís que cumpliste con toda la gente que te apoyó. En ese momento, yo fui apoyado por el gobierno provincial. Si bien reuní fondos del sector privado, también tenía fondos estatales. Así, un poco te sentís responsable que hubieran confiado en mí para llevar adelante ese proyecto como piloto.
EM: ¿Fue fundamental el apoyo de De la Sota en tus primeros pasos como piloto? Le dedicaste el título del Mundial de Rally.
GP: Fue cien por ciento fundamental. Sin el apoyo de De la Sota, hubiese sido imposible que se formase el Córdoba Rally Team y que Córdoba sacara un campeón del mundo.
EM: ¿Cómo lo conociste a él? ¿Cómo empezó su apoyo al proyecto de un equipo de rally cordobés?
GP: En el ´99 yo estaba en el mejor momento de mi carrera deportiva, tenía diecinueve años y fue el año que De la Sota asumió por primera vez como gobernador de Córdoba. Él es una persona apasionada por el deporte motor, le encantan los autos de carrera, además que es pro deporte. Él creó las agencias de deportes, construidas para apoyar a los deportistas cordobeses. La Agencia Córdoba Deportes se forma de la mano de De la Sota. Es justamente en el ´99 que se decide que una de a las áreas de esta agencia, que es la de automovilismo, formara el proyecto del Córdoba Rally Team. El objetivo de esto era poder impulsar pilotos al mundial de rally, en función que Córdoba es sinónimo de rally y por lo que implica este deporte en nuestra provincia.
Entonces, por un lado De la Sota era un apasionado del deporte y, por el otro, el rally era el signo de identidad de Córdoba. Con el Córdoba Rally Team se pensaba tener figuras que compitiesen en el mundial de rally y que nos representaran cuando este se corriese en la provincia. No es lo mismo ver un deporte donde tenés involucrados compatriotas o coterráneos, que ver uno con deportistas de otros países.
Entonces, se formó el equipo. Me eligieron a mí como uno de los pilotos junto con Emilio Ortiz como copiloto. Allí se forma el equipo con las duplas Pozzo-Ortiz y Menzi- Galindo y nos lanzamos al mundo, en un experimento que duró dos años, del 2000 al 2002.
EM: Después de ser campeón, dijiste lo siguiente sobre el rally: “En nuestro país hay talento suficiente, hay mucha gente que puede dar muchísimo de sí, lo que sucede es que no hay oportunidades”. ¿Las hay hoy a nivel provincial y nacional?
GP: No, no las hay.
EM: ¿A qué creés que se debe?
GP: Todo pasa por los recursos económicos. Creo que tenemos un problema muy grande, que no es fácil de solucionar y que está ligado a formar y pensar en los deportistas de manera que exista un retorno impositivo a las empresas que colaboran con el deporte. Debería haber una ley, un sistema, que permita que los empresarios apoyen al deportista. Hoy no hay ninguna empresa que apoye económicamente a un deportista sino tiene una ganancia que se pueda medir en incremento de ventas. Hoy tengo mi propia empresa y no pondría plata en algo que no me diese un retorno económico. Y, claro, hablamos además de un deporte caro, donde la inversión es mucha plata, y la ganancia es poca. Está el tema de la difusión, además. Todos los deportes, a excepción del fútbol, tienen poca difusión.
EM: Comentaste hace un tiempo que la pasión por el rally ha disminuido en las últimas décadas.
GP: Es algo que se ve muy claro, pero es difícil saber el por qué. Creo que la sociedad cambia y uno cada vez tiene más preocupaciones y vive más estresado. Es algo que va de la mano del desarrollo. Antes el rally era libre en un cien por ciento: hacías un asado y dormías en carpa; hacías lo que querías. Es más, si nos vamos más atrás, el rally era un desastre en cuanto a seguridad. Uno iba al Rally de Portugal, por ejemplo, y veía que la gente era totalmente inconsciente. Se vivía una pasión, una locura y una adrenalina que no son comparables con lo que sucede hoy en día, que es un momento, y que tenemos muy pocos lugares para ver el rally debido a las vedas. Se requiere de cumplir tantos pasos que sólo va el tipo apasionado total por este deporte.
EM: Dejaste de correr en 2015 tras disputar el Rally Cross Argentina. ¿Cuál es hoy tu actividad diaria?
GP: Siempre trabajé para poder ser piloto y siempre tuve en la cabeza que el día que no fuese piloto quería estar cerca de los autos de carrera, porque son mi pasión. Entonces, de manera paralela a mi actividad deportiva, desarrollé mi propia marca con los insumos que componen un auto de carreras. Fue en el año 2004, cuando cree mi propia marca y empecé a fabricar butacas, asientos, cinturones. Así armé un emprendimiento económico, que en su momento no necesitaba, pero que fue mi base para tener una empresa ligada al deporte.
EM: ¿Tenés pensado volver a correr?
GP: Por ahora, no. Los proyectos avanzan; el local ha crecido mucho; hoy somos fabricantes de varios productos; hemos armado una red de distribución, lo cual cada vez te demanda más tiempo… Por otro lado, cedí mi auto y formé mi propio equipo que hoy tiene dos autos, mientras estamos en proceso de formación de sus pilotos. Entonces, tengo mi propio equipo, mi propia empresa de elementos de competición, lo cual me atrapa y, que por mi parte, la verdad sea dicha, tampoco es que tengo muchos objetivos más por delante en la cuestión deportiva. Los objetivos no logrados en su momento ya son, digamos, imposibles de concretarlos ahora y, por lo tanto, no me motivan.
EM: ¿Ser campeón argentino de rally no es algo que te motive?
GP: No, no me cambia la vida. No es algo que está en mi cabeza. Un campeonato nacional no me cambiaría en nada la vida. Hoy me motiva más generar un equipo y un proyecto exitoso en donde pueda formar chicos, en donde quizá podamos formar a un joven que llegue a lo más alto, a nivel mundial. Pero para esto necesitamos que el Estado se involucre. Para que hoy mismo tengamos un piloto argentino que sea campeón mundial de rally necesitaría ser muy talentoso y tener un gran patrimonio.
EM: Sé que en tu infancia tu ídolo fue Carlos Sainz, el piloto español. ¿Cuándo fue la primera vez que lo viste correr? ¿Qué te inspiró de él?
GP: Creo que tengo varios ídolos. Sainz es uno de ellos. Él fue muy querido por los cordobeses en su momento, estaba en sintonía con nosotros y creo que eso fue lo que más nos atrapó de él. Después hubo pilotos que fueron más rápidos que Carlos, pero no tan regulares, como fue el caso de Colin McRae, que fue el piloto más rápido en la historia de este deporte.
EM: ¿A Loeb lo admiras?
GP: Sí. Loeb es el piloto más perfecto en la historia del rally. No sé si es el mejor, pero sí, el más perfecto. Tampoco sé si el más rápido, pero seguro el más completo. Muy, muy fuerte psicológicamente.
EM: ¿Es mejor que Sainz para vos?
GP: Sí, es el mejor de todos para mí.
EM: Fuera de lo que es el rally, a ¿qué piloto admirás? ¿Y en el deporte en general?
GP: No tengo un deportista que admire en particular, en el caso que me planteás. Sí admiro en general, a los tipos sobresalientes. El caso de Federer en el tenis, que logró sostenerse como nadie durante años. En un deporte podés ganar, pero lo más difícil es mantener el nivel con los años. Tipos como Phelps me apasionan. Yo admiro a esos deportistas; los distintos. Admiro más al deportista con talento que al deportista con trabajo.