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Jorge Fabrissin: “Lo que tengo se lo debo a Unquillo”

El conflicto municipal de principio de año, los nuevos desafíos sociales, los proyectos propuestos, forman parte del balance de fin de año de la nueva gestión política que conduce a la ciudad de Unquillo.

El conflicto municipal de principio de año, los nuevos desafíos sociales, los proyectos propuestos, forman parte del balance de fin de año de la nueva gestión política que conduce a la ciudad de Unquillo.


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Por Amira López Giménez

amiralopez@elmilenio.info

ColaboradoresSofía Bobbiesi, Valentina Sastre,

Lara Calanchini y Francesca Carbone. 4° IENM.

UNQUILLO – Desde profesor en Ciencias Políticas, abogado, becado en España, con maestrías en gestión pública, hasta actual intendente de los unquillenses, Jorge Fabrissin considera haberse preparado adecuadamente para asumir el mando una vez más. La actual gestión le ha presentado varios desafíos, pero afirma hacer lo que más le gusta.

Trabajo mucho, pero no me canso, porque es lo que amo y cuando uno hace lo que ama no lo siente como un trabajo. Todos tenemos objetivos en la vida y para mí la Municipalidad es uno por el que siempre peleé y por el que sigo peleando”, sostuvo el actual mandatario en diálogo con El Milenio, donde relató sus experiencias y los logros alcanzados tras un año de su asunción.

El Milenio: ¿Cómo se siente volver a la gestión?

Jorge Fabrissin: Muy bien. Es una satisfacción muy profunda. La culminación de una etapa de mi vida. Yo hago política desde muy chico y amo la política. Quizás podría estar haciendo otras cosas en esta etapa, pero que la gente me pida volver a ser candidato y haber logrado ser intendente nuevamente, es todo un logro y una satisfacción muy grande. Le agradezco a Dios y a la gente por esta oportunidad.

EM: ¿En este mandato está más cómodo que en el anterior?

JF: Ahora que las cosas están más calmas, me siento más cómodo. Para mí, la Municipalidades es una prolongación de mi propia casa. Actúo como lo haría en mi casa, intentando hacerlo bien, tratando a la gente como a mi familia. Cuando tengo que hablar con los vecinos desde la Municipalidad, algunas veces en tono agradable, otras en un tono más serio, lo siento como parte de mi trabajo y no sufro por eso. Tengo que enfrentarlo, yo lo elegí y el pueblo también.

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A poco más de un año del triunfo en las elecciones del pasado 2015.

“La Municipalidades es una prolongación de mi propia casa”


EM: ¿Qué experiencia puntualmente ha ganado con el paso del tiempo?

JF: La serenidad y el saber entender al otro, aunque piense diferente a mí, y el saber entender que no todos actúan de mala fe, que existen opiniones y visiones distintas.

A veces la gente piensa que las soluciones son fáciles, pero uno adentro de la Municipalidad se encuentra con diferentes obstáculos. Adquirí comprensión, el saber que no puedo contentar a todo el mundo, como yo buscaba en mis primeros años como político. Por ahí no interpretan el esfuerzo que hago para estar donde estoy. Pero eso se logra con la experiencia, que se adquiere con el paso del tiempo. Estoy escuchando mucho. Antes actuaba muy impulsivamente. Y me di cuenta que soy el que más tiene que escuchar y menos tiene que hablar.

EM: ¿Está pensando en una reelección?

JF: La verdad es que no tengo aspiraciones de continuismo político. Esto es un bonus y lo estoy viviendo como tal. Siempre luché mucho para ser intendente. Para mí es una satisfacción el haberlo logrado, es lo que me da una fuerza descomunal y me revitaliza.

EM: ¿Qué ha logrado en este primer año de mandato?

JF: De haberme enterado lo que tuve que hacer a principio de año, nunca me hubiera presentado como candidato, pero cuando uno asume la responsabilidad y el pueblo se la confía, tiene que hacer lo que corresponde.

Recibí un municipio con muchos problemas, y con exceso de personal. Cuando entré el personal estaba de paro, porque no se le pagaba desde octubre. Hubo que tomar decisiones muy duras, tuvimos que sanear el municipio. No podía tener casi 500 personas en el municipio con sueldos tan altos, por lo que me vi en la obligación de que todos los contratos que vencían el 31 de diciembre, por ley, dejarlos sin efectos. Cuando una persona está con un contrato sabe que tiene que trabajar hasta esa fecha, pero no puede asegurarse que le renueven el contrato.

Además, a último momento, el intendente anterior había dejado efectiva a mucha gente, el último decreto lo efectuó el 1° de diciembre, cuando se sabe que en los últimos 6 meses todos los actos jurídicos son revisables. Él no debió haber hecho eso, el que dice estar en planta permanente sabe que se está mintiendo a sí mismo, porque ese decreto, 10 días antes de que yo asuma, es inválido, nulo, así lo declaró la justicia.

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La Municipalidad reintegró a muchas de esas personas. No se echaron a 300, eso no es verdad. Había 5 secretarias que ganaban 28 mil pesos, lo que al municipio le sale 37 mil, porque por detrás están las cargas sociales, eran sueldos muy altos para Unquillo. Yo no estoy en contra de que ganen buenos sueldos, pero la realidad de Unquillo es de clase media, clase media baja. No hay industrias importantes que tributen, hay mucha gente humilde que hay que atender, nosotros no podemos tener exceso de personal y pagar por encima de la media.

Los sueldos habían aumentado de enero a noviembre el 102,3% cuando la inflación hablaba de un 30-40%, por eso el intendente no pudo pagar los sueldos, porque se le fue de las manos. Yo quiero darle trabajo a la gente, pero hay que tener los recursos para pagarles.

Cuando entré lo primero que hice el 11 de diciembre fue cerrar la cuenta del banco, para que todos los cheques posdatados que entregaban desde diciembre hasta abril no se pudieran cobrar, porque no teníamos con qué pagarlos. Nosotros hemos ido arreglando con todos, pagando gran parte, y a otros ya los “chequeamos” para el 2017. Obviamente no estamos pagando los intereses, estamos pagando el monto capital y hasta ahora no hemos tenido problemas con nadie. Ya podemos pensar que vamos a poder cubrir los cheques, salvo una catástrofe o una cosa así que no se pueda evitar y tenga que utilizar ese presupuesto para cubrir el desastre.

EM: ¿Podría decirse entonces que finanzas es el área que más ha tenido que trabajar?

JF: Muchísimo. Es la que más trabajo ha tenido hasta ahora, imagínense  que el personal esté gritando en la puerta: ¡queremos cobrar, queremos cobrar! Y yo atrincherado ahí sin poder entrar. Tenía que llegar a las 4 am para poder ingresar a la Municipalidad y tenía que salir después de las 21 pm para que no me agarraran. Esto pasó durante dos meses, hasta el 26 de febrero cuando tuvimos la primera audiencia en el Ministerio de Trabajo.

La situación era muy espantosa. Me tiraban basura en casa, me amenazaban, renunciaron funcionaros porque fueron amenazados y no se la bancaron, los empleados que querían trabajar tenían miedo debido a que fueran agredidos.

Eso pasó en Unquillo, cuando terminó, comenzaron las asambleas, y se sintió mucho en el funcionamiento del municipio. Era cuestión de aguantar el chubasco para poder salir, te la tenés que bancar y si no sos capaz de bancarte eso no te presentes, porque es muy desagradable a nivel subjetivo y personal. Yo sé cuándo hago algo bueno, me siento muy feliz, pero la gente no tuvo la misma mirada, ni la misma visión.

Lo que tengo se lo debo a Unquillo y por eso soy nuevamente intendente. Le agradezco a la gente el honor que me brindó al haberme elegido en varias oportunidades, estoy trabajando en función de sentirme feliz, de ser intendente.

EM: ¿Cómo estima que va a terminar el año en Unquillo?

JF: Tranquilo, ahora empezamos a hacer la construcción de tres cuadras de adoquinado y licitamos ya doce cuadras de pavimento. También está lo del playón polideportivo que se va a hacer en el campo de deportes, para usos múltiples. Estamos haciendo varias cosas.

Conseguimos,  una ayuda de la Nación para hacer el estudio de todos los desagües de la ciudad, y también logramos que nos den un subsidio para contratar a ocho profesionales, para que hagan la planificación de los desagües.

Se van a parquizar cinco hectáreas y la zona de la Cohetera. Allí se va a hacer, en una zona no inundable, un parque con asadores, respetando la flora autóctona, un salón de usos múltiples, con cocina y baño para actos culturales. A pedido mío se va a hacer un corsódromo, donde las comparsas y las murgas puedan desfilar al igual que las carrozas de poco porte.

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EM: ¿Y el centro de estudiantes?

JF: Yo quiero hablar con ellos, porque queremos volver a un corso familiar, con espectáculos, que la gente vaya a disfrutar, que no sea agredida, pero que vea algo de calidad, con la participación de la gente de Unquillo. Es más económico traer comparsas de afuera para que desfilen pero eso lo haría vacío de contenido social. Nosotros queremos que participen jóvenes y no tan jóvenes, y respetando a los corsos barriales, que hacen a la idiosincrasia de Unquillo. Queremos hacer una gran fiesta, única, que aglutine a todos, es una sociedad multifacética. Hay muchos artistas y eso se tiene que plasmar en el corso.

Queremos que todo el que quiera participar se acerque a la dirección de cultura. Hemos invitado a los centros de estudiantes, ya hemos hecho 4 reuniones y no fue nadie. Hay que romper ese mito de que el corso no nos integra. El corso tiene que integrar a la comunidad de Unquillo, como lo hizo siempre. Por qué vamos a cambiar lo que nuestros ancestros nos entregaron.

Esta gestión quiere revivir el corso. Vamos a hacer una importante inversión para que haya gente que trabaje en función de él, todo el año. Estamos buscando eso y con gente amiga logramos que la provincia haga una inversión. Desaprovechar esa oportunidad sería lamentable, por eso nosotros apostamos a consolidar este corso y necesitamos de la participación de los jóvenes.


“Esta gestión quiere revivir el corso”


EM: ¿Qué se plantea lograr en los 4 años de gestión?

JF: Yo quiero un Unquillo más próspero. Quiero que haya trabajo, con suerte el frigorífico se va a reabrir y estamos gestionando para que vengan empresas, empresa de calzado por ejemplo, que nos buscan por la trayectoria y la mano de obra desocupada y calificada. Lo que hago es generar facilidades, conseguir terrenos, hacer algunas acciones de eximición de impuestos, para que puedan establecerse.

Quiero terminar mi gestión con el pueblo tranquilo. Que progrese, acá hay mucha pobreza estructural. No podemos desconocerla, la tenemos que enfrentar, como la droga. Nosotros queremos trabajar sobre esos aspectos, que son inherentes a nuestra sociedad.


“Quiero terminar mi gestión con el pueblo tranquilo”


EM: Hay muchas prioridades, pero ¿cuál es la primera pendiente para lo que sigue?

JF: Lo que acabo de decir, quiero que se logre. En Unquillo todavía hay mucha gente que no tiene paz, eso me duele. Además no se ha podido lograr que la gente tenga trabajo, son dos factores que a mí me preocupan mucho. No hablemos de las calles rotas, no es que no sea importante, pero es secundario, porque jamás vamos a poder tener perfectas las calles. Muchas veces hay que estar empleando el dinero en solucionar cosas particulares, cuando en realidad tendríamos que estar solucionando las generales. Son reglas de juego, pero el ser humano está primero.

Hay momentos que son difíciles de afrontar para la gente, no tiene casa ni trabajo, vive promiscuamente y eso lo vemos. Además, cuando la pobreza tiene cara se hace mucho más difícil enfrentarla, a lo mejor para Macri o Mestre hablar de porcentajes de pobreza pueden ser nada más que eso, un porcentaje. Para mí, la pobreza, tiene cara, y a mí me compromete mucho más y me duele más. Dirán que se lo buscan porque no se preparan, no estudian, no trabajan, por lo que sea. Pero la realidad es esa y son nuestros hijos. No podemos cerrar los ojos, hay que verlo, ver cómo ayudar para que eso mejore. Tampoco puedo facilitar todo, por ahí tengo que decir que no y lo digo más frecuente de lo que imaginan.

Hay una crítica que en general le hago a las instituciones, son muy dependientes del estado municipal. Yo estoy en contra de eso, creo que las instituciones tienen que valerse por sí mismas, eso les da independencia. Cuando hay dependencia hay condicionamientos. Para ser libre, no hay que depender de nadie. El estado tiene que crear las condiciones para que la gente se desarrolle y haga lo mejor posible. No puede estar papá estado por detrás de todo y solucionar los problemas.

Esa es mi verdad, sé que no es la verdad total, porque yo veo a la sociedad así, y todos los días me estoy pegando la cara contra la pared. Pero pese al tiempo, sigo creciendo.

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