El Milenio

Noticias de Sierras Chicas

Después del descontrol

El hombre fallecido el pasado sábado se convirtió en el tema de tapa de los medios argentinos, al ponerse en juicio las fiestas clandestinas convocadas a través de las redes sociales. El empresario desarrollista constructor de 52 años tenía problemas de salud, así lo confirmaron sus familiares.

El hombre fallecido el pasado sábado se convirtió en el tema de tapa de los medios argentinos, al ponerse en juicio las fiestas clandestinas convocadas a través de las redes sociales. El empresario desarrollista constructor de 52 años tenía problemas de salud, así lo confirmaron sus familiares.  

14479542_10210651706038250_4062863154041667093_n


Por Redacción El Milenio

La familia del barrio golf de Villa Allende se convirtió en la más buscada a nivel nacional en lo que respecta a información policial y por ponerse como referente a las tan cuestionadas fiestas clandestinas difundidas por las redes sociales. Medios regionales, provinciales y nacionales hacían guardia permanente en la residencia de la calle Rosa de los Vientos de la ciudad de Sierras Chicas tras salir a la luz el caso.

dsc_0532

dsc_0554dsc_0546dsc_0549

Prácticamente no existió intercambio entre la prensa y los familiares del hombre fallecido el pasado sábado 24 de septiembre durante una fiesta desbordada en su propia casa, donde más de 600 jóvenes de entre 12 y 16 años se dieron cita.

Las únicas declaraciones difundidas en lo respecta al entorno familiar fueron las dos entrevistas que realizó el canal porteño Todo Noticias y Canal 12 a la mujer e hijo del hombre fallecido.

La primera, a tempranas horas de la tarde, fue la de su esposa, quien en el momento de la fiesta se encontraba en la localidad bonaerense de San Nicolás, quien aclaró que su marido no estaba pasando por un buen momento de salud:

“La fiesta no fue la causa de la muerte, sí el detonante”.

“Se hace la hora en la que tenía que terminar y cómo no se iban los empezó a echar con mis hijos”.

“No había ninguno con coma alcohólico pero si algunos pasados de vuelta”.

Además, en dicha entrevista confirmó que su marido discutió con algunos de los asistentes antes de desvanecerse y el hombre se puso nervioso cuando una chica cayó al piso. Sus propios hijos lo ayudaron hasta que llegó la ambulancia.

Entrada la tarde – noche sale una mujer, quien se presenta como la tía de los hijos del fallecido, ella traía un pedido para los reporteros: “No hay información para dar, nadie va a salir a hablar nada. Por favor sean respetuosos con el momento de los familiares, además de que hay menores de edad en juego”. Además, aclaró que de momento no hay demanda judicial.

Inmediatamente, se hicieron presentes funcionarios de la Policía de Villa Allende quienes arribaron por pedido de los familiares. Cuando El Milenio se acerca al móvil dispuesto en la entrada, una mujer policía dijo que podían dar poca información, pero que era porque la familia no quería la prensa en la calle.

dsc_0557dsc_0566dsc_0564

Si bien este medio se acercó a Felipe, el otro hijo del hombre fallecido, este prefirió no dar declaración, otra de las entrevistas a un medio televisivo que se difundió fue la de él. A continuación lo que dijo:

dsc_0552

“Quién iba a esperar semejante descontrol”.

“La verdad que me siento un poco responsable por no haber estado acá y por haber minimizado”.

“Principalmente, yo creo, que es lo hablo con mi hermano que cuando se sale todos de las manos es cuando los chicos ya no respetaban nada de lo que se les dijera y empezaron a entrar a la casa”.

“Entraron a la casa, empezaron los destrozos, empezaron a faltar cosas, eso seguramente lo desbordó anímicamente, vaya a saber”.

“Mi hermano dice que cuando se pusieron a sacar, se pusieron a cantar ‘que nos saquen a patadas que no nos vamos nada’, los pendejos se pusieron violentos, hasta hubo agresiones físicas cuando intervinieron, ya que se dieron cuenta que esto era mayor a lo que debería haber sido”.

“Quiero aclarar que hay como un estigma en la sociedad de que cuando hay sangre tiene que correr sangre, yo no creo que la vida sea la Ley del Talión, ojo por ojo, la verdad que no estoy ni estamos pensando en hacer una denuncia”.

“Yo no creo que lo hayan matado, esto fue la frutillita del postre, cuando mi papá ya venía con problemas”.

 

Fotos: Periódico El Milenio.