Cada 26 de septiembre, se conmemora el Día del Bastón Verde. En el año 2002 se sancionó la ley 25682, en donde se establece el uso del Bastón Verde como instrumento de orientación y movilidad para las personas.
Por Redacción El Milenio | periodico@elmilenio.info
Colaboración: Constanza Maldonado – IMVA – 4°B
[dropcap]L[/dropcap]a persona con baja visión es aquella que tiene una agudeza visual menor a 3/10 y un campo visual reducido en 20° con la mejor corrección óptica, más allá de haber recurrido a todas las intervenciones quirúrgicas posibles, sin lograr la mejora de su visión.
Por lo tanto, un paciente con baja visión es aquel que no puede ver con lentes convencionales, posee problemas en su vida diaria para realizar actividades de forma totalmente independiente.
Resulta significativo comprender que el bastón verde fue creado para ser utilizado por todos aquellos individuos que circulan en la calle con un resto visual, y sean ayudados por la sociedad, a pesar de hacer uso de ese pequeño resto de visión con el que se desplazan.
Por ende, el uso de este bastón a diferencia del blanco, está destinado a personas que no han perdido totalmente la visión, pero que la tiene muy limitada y puede precisar ayuda en la vía pública. Sus posibilidades de desplazarse y actuar en el espacio varían mucho según la luz, el lugar y lo que haya en él.
Quizás pueden ver objetos a corta o mediana distancia, como un celular o una vidriera, pero no pueden cruzar la calle solos. O pueden distinguir objetos a larga distancia, pero no de cerca. Al hablarles, muchas veces pueden no dirigirle la mirada, no es por indiferencia, sino por necesidad de acomodación visual. En ocasiones tienen dificultad para advertir los desniveles, escaleras, cordones.
Por lo que se les puede ayudar al identificar el bastón verde –que puede usarse extendido o desplegado de acuerdo a las necesidades- consultándoles en qué específicamente necesita asistencia. Brindando información verbal, clara y concreta.
En ocasión a esta fecha, El Milenio contactó a Mirtha Colla, rioceballense referente en este tema pues al poseer baja visión se ha involucrado activamente en diferentes maneras de difundir esta problemática.
Mirtha insistió con que: “Hay que hacer visible lo que no se ve. En el caso de las personas ciegas, con el bastón blanco, uno se da cuenta que es ciega, debido a que es algo evidente. Pero en el caso de la baja visión es muy complejo, porque la gente no se da cuenta, y a veces aun usando el bastón creen que son ciegos también pero después los descubren o mirando un teléfono o parándose a mirar un cartel, entonces quedan desconcertados, por esto es importante difundirlo”.
En relación a las Sierras Chicas, Colla aseveró anteriormente, que es una comunidad donde hay muchísima baja visión y ceguera, pero no la vemos. En nuestra zona se añade la dificultad de la topografía, el terreno es muy complicado y la mayoría de las calles no están asfaltadas, que eso siempre te da un poco más de seguridad para transitar aunque sea por el costado, porque las veredas están destruidas”.
Vale recordar que en Río Ceballos, una indagación realizada hace unos 20 años, demostró que es la ciudad con más proporción de discapacidad visual en el país, fundamentalmente debido a una enfermedad hereditaria llamada retinitis o retinosis pigmentaria que se presenta en la zona con una frecuencia muy superior a la media, según manifestó Mirtha.