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El desafío de dar trabajo

La Oficina de Empleo de Villa Allende se enfrenta a la difícil tarea de encontrar y generar empleo en la ciudad, a la vez que asume tareas de orientación y capacitación para los vecinos en busca de trabajo. Aunque las principales políticas públicas apuntan a los sectores más vulnerables y menos capacitados, desde la Oficina señalan que los más difíciles de ubicar son los casos de personas con mayores niveles de calificación y experiencia.

La Oficina de Empleo de Villa Allende se enfrenta a la difícil tarea de encontrar y generar empleo en la ciudad, a la vez que asume tareas de orientación y capacitación para los vecinos en busca de trabajo. Aunque las principales políticas públicas apuntan a los sectores más vulnerables y menos capacitados, desde la Oficina señalan que los más difíciles de ubicar son los casos de personas con mayores niveles de calificación y experiencia.

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Por Lucía Argüello | luciaarguello@elmilenio.info

Colaboración: Agostina Favaro (4° IENM). Daniel Calvo y Justo Insausti (4° IMVA).

“Darle trabajo a la gente”. Este es, en pocas palabras, el objetivo al que se aboca diariamente la Oficina de Empleo de Villa Allende, según lo explicó a El Milenio Máximo Mansilla Yofre, licenciado en Administración de Empresas y actual director de esta dependencia municipal.

A pesar de que dicho así suena como algo sencillo, se trata de una tarea bastante complicada, donde la principal fuente de apoyo es el Ministerio de Trabajo de la Nación, a través de capacitaciones profesionales, cursos de formación laboral y de introducción al mundo del trabajo, asesoramientos, aplicación de programas, becas, prácticas y entrenamientos, entre otras herramientas.

Los más vulnerables

Actualmente, este organismo concentra sus esfuerzos en lo que califican como las “poblaciones más vulnerables”, tales como los jóvenes que no han terminado el primario o el secundario, las personas que han sufrido situaciones de trata o de violencia de género y las personas con discapacidad.

“Hoy en día los principales programas del Ministerio apuntan a revertir esto que se llamó los ‘nini’, jóvenes de entre 18 y 24 años que no trabajan ni estudian”, comentó Mansilla. Se trata de iniciativas a través de las cuales, los jóvenes no sólo reciben asesoramiento y orientación laboral, sino que también pueden acceder a prácticas o entrenamientos laborales rentados, terminar sus estudios cobrando una beca educativa, hacer cursos de oficios para formación profesional con algún incentivo o generar algún emprendimiento productivo.

“No es un subsidio, son programas activos. Si el joven estudia o trabaja cobra, sino no”, aclaró el director.

“Villa Allende tiene alrededor de 2 mil comercios, son una fuente de empleo muy importante. Nosotros salimos a buscarlos y les contamos los beneficios que tienen estos programas. En el caso de las prácticas, la contribución que recibe el joven corre a cargo del Ministerio de Trabajo, con lo cual el empleador sólo tiene que pagarle un seguro de accidentes personales y una obra social. Aunque no sea mano de obra calificada, puede tener la prestación de un joven de lunes a viernes durante cuatro horas por día y la idea es que el empleador sea un capacitador para él. Además, hay cierto contenido de responsabilidad social empresaria de decir ‘che, le damos una oportunidad a estos chicos’, incluso muchos terminan siendo empleados formales. Estas herramientas no sólo son buenas para el joven, sino también para el empleador”, aseguró Mansilla.

Nuevos retos

A pesar de que existen otras líneas de programas para jóvenes que estudian o que no se encuentran en situaciones tan vulnerables, la situación económica actual lleva a que sean “otros perfiles” los que ingresan a la Oficina de Empleo, planteando a sus trabajadores nuevos desafíos de búsqueda de trabajo. “Nuestra mayor dificultad hoy, es tratar de ubicar a gente con buenas calificaciones, o con mucha experiencia, o con estudios. Lo que comúnmente llamamos ‘desocupados’, aquellos que por edad, calificación personal u otros factores no pueden aplicar un programa del Ministerio de Trabajo”, comentó Mansilla.

Para el funcionario, los obstáculos en este sentido son varios. “Generar empleo genuino es muy difícil, hoy más que nunca por la situación económica que estamos atravesando. Pero además, la gente que busca mano de obra más capacitada no toma a la Oficina de Empleo como un lugar de búsqueda apto, piensan que acá no van a encontrar a nadie calificado”, manifestó el responsable del área.

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A pesar de todo, el porcentaje de desempleados en estas condiciones sigue siendo bajo. “La cantidad de universitarios y terciarios que tenemos no debe llegar al 7%, en cambio sí, tenemos un 40% de gente que no terminó la secundaria y 30% que no terminó ni siquiera la primaria. Las personas más calificadas son un sector que también tenemos que atender, pero nuestra principal actividad sigue estando dirigida a la gente en situación de vulnerabilidad”, señaló.

La meta final

Aunque en la actividad cotidiana de la Oficina “darle trabajo a la gente” se traduce fundamentalmente en tareas de asesoramiento, orientación vocacional, dictado de cursos, búsqueda de empleadores y bajada de programas nacionales, la misión última es mucho más ambiciosa ya que, como advirtió Mansilla, “no se trata únicamente de detectar cuando hay una vacante, sino de ver cómo generar nuevos puestos de trabajo”.

“Tenemos dos ejes importantes en cuanto a objetivos. Por un lado, difundir la actividad de la Oficina, porque para muchos es algo desconocido y es una herramienta muy útil. Y por otro lado, crear más fuentes de trabajo en Villa Allende y aumentar los índices de contratación”, comentó el funcionario. En este sentido, Mansilla anticipó que están trabajando en un proyecto que permita gestionar fondos nacionales para apoyar el emprendedorismo en las ciudades, así como en una línea del Ministerio de Trabajo que, a través del pago del 80% de los materiales de construcción, permite mejorar las estructuras municipales utilizando mano de obra local.

“Para el intendente el empleo y la capacitación son una prioridad. De hecho, la idea es ampliar la acción de la Oficina hacia lo que es desarrollo económico, para atender a la gente que quiera invertir en Villa Allende y buscar nuevas inversiones. Cuando hay empleo todas las demás condiciones, económicas y sociales, se mejoran. La gente que tiene trabajo demanda menos al municipio, genera más actividad económica, consume más, tributa más y mejora su vida en general”, concluyó el funcionario.